peaje
Publicado en Mar 12, 2014
Peaje
Los veo rojos , negros, azules, blancos , grises, crema, champán , largos, compactos , híbridos todoterrenos, deportivos También veo furgonetas, camiones, autobuses remolques tractores Desde mi puesto y tras un cristal transcurren los dias. Algunos son soleados , otros grises, nublados cubiertos, lluviosos fríos gélidos y los más raros tibios La jornada comienza a las 08.00, relevo a Jorge, mi compañero, que estira amargado su jubilación. Temo que se ha vuelto un misántropo sin escrúpulos en estos últimos años, un psicópata peligroso, por ello me alegra verlo solo dos minutos en todo el día Termino mi turno a las 22.00, cuando las escarcha regresa. Cambio el bucle del letrero, cojo mis pertenencias de la taquilla y rumbo a mi casa a la justa velocidad para no dormirme de camino Son muchas y eternas las horas, pero tiene la ventaja de no trabajar por las noches y librar tres días suesivos , es importante curar al cerebro del detrito semanal. Mi cabina se sitúa la tercera a la izquierda si sales de la ciudad y es la única que resiste las embestidas del pase automático sin tarjeta ni monedas. De hecho la caja ha quedado encasquillada por la herrumbre de su inutilidad y apenas se leen los números sumando cantidades. El director del peaje, un tal Marcos, nunca lo he visto por aquí, apenas he cruzado 3 o 4 llamadas con él desde hace dos años. opina de la caja- que es una herramienta perecedera -aunque no tengo claro quién lo es más, si la máquina o yo.- y que no se va a cambiar más maquinaria en ese lugar- Me tomo muy en serio mi trabajo y tengo la certeza de que mientras siga observando un ápice las aspas digitales sobre la pantalla el duelo está ganado Hoy ha sido una mañana con más movimiento del habitual, diez coches han cruzado mi barrera, cinco me han dado el importe exacto dos me han dado las gracias y los tres restantes han lanzado las monedas a la ventanilla y se han largado quemando el neumático sin poder articular palabra La tarde no ofrece acontecimientos dignos de mención, por lo que la empleo leyendo a Kafka en mi agujero A las 21.50 Jorge no ha aparecido A las 21.55 , descompuesto, aprecio la pantalla de la caja, negra como la noche . Ni rastro de las aspas digitales, doy sendos manotazos a cada lado del cacharro que no responde. La linea del peaje se apaga y dos enormes focos se acercan a mi cabina- atenazado por los nervios , mi pecho entra en erupción - La silueta de un vehiculo blindado nace de la oscuridad con las cuatro lunas del coche tintadas impidiendo adivinar el interior., Súbitamente, proyectado como un espectro, un guante se alarga hasta mi ventanilla ofreciéndome un sobre El coche maniobra sobre la dirección inicial y se disipa en la niebla Abro el sobre rápidamente cuidándome de no destruir el contenido, y leo. Estimado trabajador, Le comunicamos el cese de su actividad en la empresa , sus funciones serán retomadas por un nuevo Terminal Gracias por su atención Atentamente Jorge Gerente de Avisa
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