El condenado
Publicado en Mar 29, 2014
Permanecí tumbado y con cadenas varias horas
Aquella mañana despunto el día con un sol hiriente levante los pies del camastro y excitado, me di cuenta que estaba flotando sobre una manta de humo. Mis piernas trémulas me condujeron a la centro de la plaza Subí a la base y desde allí repare en los buitres que iban de un punto a otro, buscando el flanco ideal ,presos de la ojeriza Tenían el tiempo pero apremiaban al irremisible destino por contemplarme devorado por sus ansias Primero fue sólo un gesto, luego una orden. Antes de partir sentí el influjo del caldo hirviendo bajo mi piel, chapoteando en mi llanto solo pude hundirme hasta que mis ojos se anegaron del brebaje .
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Elvia Gonzalez
javier castillo esteban
Mara Vallejo D.-
Hay condenas que aunque soñadas o ilusorias sean, causan sensaciones fuera de serie.
Buen ensayo.
Abrazos
javier castillo esteban