Enamorado ciberntico
Publicado en Apr 01, 2014
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Sergio era un hombre maduro casado por segundas nupcias. Su relación marital estaba mal, el motivo, la infidelidad. Al parecer, no había aprendido de su error anterior, lo volvió hacer. La diferencia con esta vez,  es que no era un jovenzuelo, tenía cincuenta y nueve años.
El  matrimonio se mantenía por una absurda apariencia y por la conveniencia de su esposa, ella no iba a dejar de disfrutar las ventajas que ese matrimonio le reportaba. Al exterior, era la pareja perfecta, siempre llegaban juntos a todos los compromisos, al interior del "hogar" ni la palabra se dirigían.
Sergio, en verdad estaba arrepentido pero a Mirella no le importaba. Él con el afán de recuperar la confianza de su esposa, había trasladado sus oficinas a su casa, además le ayudaba a los quehaceres del hogar y con la  crianza de su hija.
Mirella al percatarse que Sergio estaba en ese plan, una tarde le informó que empezaría a trabajar. Así fue, ella salía desde temprano y regresaba por la noche, Sergio quedó atrapado entre los deberes del hogar y su trabajo.
Después de un tiempo se acostumbro, él se levantaba temprano para preparar el desayuno de su hija y llevarla a la escuela; regresaba a su casa y se ponía a trabajar hasta que llegaba la hora de la salida de Susy del colegio. Ya en la casa le daba de comer y se ponía hacer la tarea con la pequeña. En ocasiones salían al parque. Combinaba esas labores con su trabajo.
Era tan conocido en el colegio que se organizó con algunas "mamás" para que él recogiera a varias pequeñas y las llevara a sus respectivas casas. La ventaja, cuando él tenía que salir a ver algún cliente y se hacía tarde, podía pedirle alguna que recogiera a su hija y se la llevaran a su casa, él pasaba a recogerla una vez que se desocupaba.
De alguna forma se había refugiado en esas actividades pero… se sentía sólo. Mirilla, se había vuelto una desconocida para él y su hija.
En una ocasión habría una reunión con un cliente, le informó a Mirella del compromiso. El día del evento, como siempre hicieron su aparición social como siempre “un matrimonio bien avenido”.
En la cena conoció a Silvia, una mujer madura y además su colega. Mientras Mirella compartía con la esposas de los asistentes, él platicaba con Silvia. Era tan avispada y alegre, Sergio estaba encantado. Intercambiaron tarjetas.
Después de unos días, encontró la tarjeta de Silvia, sin más le marco para saludarla. Platicaron y rieron un rato.
Por la situación de Sergio, le resultaba complicado invitar a Silvia a tomar un café o a comer, es que así que mantenía largas conversaciones vía Chat.
En una de esas conversaciones se tocaron temas personales. Silvia era divorciada con hijos adolescentes y él “casado” con una hija pequeña. No obstante, tenía algo en común, se sentían solos.
Pasaban los meses, su amistad era más intima, más abierta. Él finalmente le contó su situación con esposa, Silvia como buena amiga, le sugirió que buscaran ayuda profesional, él le comento que ya lo había intentado, Mirella no quería, no le interesaba.
Ella le sugirió que se divorciara, no había caso seguir en una relación así. Él se negaba, argumentaba, que se lo merecía que tal vez una vez que su hija creciera haría algo al respecto.
Silvia se fue convirtiendo para Sergio, en algo más que una amiga. Lo primero qué hacia al levantarse, era enviarle un mensaje de buenos días. En el transcurso del día un poema, un chiste o cosas así.
Al principio, Silvia lo veía como un detalle de su amigo, sólo que los mensajes se iban convirtiendo un tanto pasionales.
Hasta que una vez, platicando en el Chat, ella le comento de un pretendiente, Sergio se puso como loco, incluso le marcó al teléfono para exigirle una explicación.
En ese momento, Silvia le aclaro las cosas. Sólo eran amigos, si él tenía otras intensiones o sentimientos, primero debía resolver su situación. Sergio al oír eso guardo silencio.
Por un tiempo, Sergio no contacto con ella. Después, se limito a mandarle mensajes amorosos. Cuando Silvia trataba de comunicarse con él, no respondía.
Silvia desistió en buscarlo, hasta el día de hoy, Sergio le sigue mandando sus más sentidas palabras de amor.
 
Lunaoscura
 
 
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Foto del autor Edith Zepeda Hermenegildo
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Miembro desde: Feb 21, 2013
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Descripción

Enamorado ciberntico, historia, relato

Palabras Clave: amores cibernticos fijaciones

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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