Me puse de pie,
Declínate, deslízate y muero con las manos vacías,
No solo soy lo que tu imagen vacía está dispuesta a ver,
Una vez me dijiste do-re-mi-fa-sol
Y me amuralle al pensarte como un gran conocedor,
Te vi caer de las nubes y te creí tan sabio,
Te vi volar en teclados, y te creí mi héroe
Te vi hacer lo que yo quería que hicieras,
Pero nunca hiciste de mi lo que tu debías hacer,
Eres un traidor tan ingrato que ni tus manos livianas logro oír chirriar
Me puse de pie,
Declínate, deslízate, y vivo con las venas abiertas, el corazón desolado
Y entre mis líneas se creaba una niña errante,
No solo soy lo que tu imagen vacía está dispuesta a ver,
Si tus ojos derritiesen mi imagen desolada yo ni siquiera existiría,
Tan amargada veo mi lana hoy que el trozo que he tejido a fundido en el que tu ceguera de mal padre ha dejado cargado un panal en mi de miel tan agria que ni la luna de oro y plata olvidara mi existir.