el ciego
Publicado en May 05, 2014
Dentro del salón la ventana está rota y su cuerpo cristalino esparcido como la tierra, infinitamente removida. El claro de mayo penetra y Su brillo choca contra las paredes formando punzantes rayos que alcanzan todos los objetos La calma exhibe los escombros de sombras interminables que lindan el episodio Sentado sobre la fría mañana, contempla los ribetes nacarados del sol y bate sus recuerdos en un ingrato esfuerzo por retener la vida En su mente el ermitaño acoge una sucesión de colores en fila que visten las alfombras indias de cuadrados y rombos entreverados, resaltando el contraste del lugar bajo una luz eternamente pálida Lucia, con una bandeja dorada en su mano izquierda, camina descalza y apremia su paso epicúreo, abordando el suelo de terciopelo donde sus pies olvidan los resquicios del invierno. La taza exhala su aroma denso que empaña los cristales de té, y aíslan la habitación de puñales advenedizos. El hombre y su bastón que no ven más que negro lo imaginan diferente cada día. Después de escuchar los diálogos del silencio, su dedo recorre el espacio invisible trazando cuidadosamente el contorno , saturándolo de color .y con espacio suficiente para el simulacro
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Elvia Gonzalez
javier castillo esteban
un gusto tenerte aqui
javier castillo esteban
Mara Vallejo D.-
Y los sentidos, aumentan la sensibilidad, en todos aquellos cuya visión los mantiene en penosa oscuridad.
Buen texto.
Abrazos