QUE PUEDO HACER EN 8 MINUTOS?
Publicado en May 08, 2014
Me había quedado en casa. Ese día no tenía ganas de ir a trabajar, lo cual me llevo a enviar un mail a la empresa donde trabajo, e informar que no iría. El invierno hace en mi un persona enteramente floja.
Lo primero que decidí hacer ese día, fue solo estar en cama viendo TV. Luego de unas horas el celular empezó a sonar varias veces (era del trabajo), llamadas que no deseaba responder al principio, luego de mucho rato después y ante el sonido molesto que causa un celular. Decidí responder la llamada, era mi jefe diciendo de forma categórica y enérgica: tienes que venir rápidamente, tenemos problemas, están reclamando una publicación, así que te vienes!!!! No lo podía creer, mi mala suerte me empezaba a mostrar que aquel día que elegí que sea mi día de libertad, estaba cambiando de blanco a negro en cuestión de minutos. No me quedaba de otra que buscar una salida en ese momento, entonces me comprometí en buscar una cabina de Internet y ver el tema de la publicación. Sentí que de una manera había alargado mi día libre en ese momento, Así que salí raudo en busca de una cabina. En ese momento surgió otro problema, no sabía dónde había una dichosa cabina a la redonda. Así que solo se me ocurrió bajar a la avenida, y buscar por ahí una cabina. Luego de caminar por la avenida, encontré por un lugar medio raro una cabina donde atendía una mujer bella y madura. Donde lo primero que supe de ella, que era separada por un comentario que hizo su amiga con la que charlaba en ese momento. Mientras oía ello avanzaba con lo mío. Para seguir de malas, el tema no mejoraba, temía lo peor, y ello era ir al trabajo. Ya me hacia la idea de tomar un taxi de La Molina a Miraflores. Cuando estaba casi ya despidiendo mi día de ocio, el tema mejoro, corregí y publique lo que se debía publicar. Era oficial ya no iba abandonar mi día libre, no abandonaría el lugar que yo decidí sea testigo de mi descanso, mi pereza, mis ganas de solo respirar y mirar TV. Para terminar mi estancia en las cabinas, envíe el mail con el detalle de la publicación a los implicados y listo a comer. Ese día no quería cocinar, así que solo me fui por un pollo a la brasa a Metro que estaba en frente. Iba con la idea que no habría nadie en el local, obvio la gente debía trabajar o llenar un Sudoku, pero no ahí, conmigo. Mi gran sorpresa se dio cuando me acerque al módulo y el encargado del despacho con aspecto militar, me indico que el pollo salía en 8 minutos, y que habían personas esperando en las mesas. De forma casi derrotada me pregunte, si todo en ese día se iba a complicar?. Pero que podía yo hacer en 8 minutos, ir a donde?. Pasear por el supermercado no era mi estilo, no llevaba un reproductor para tal aventura, solo iba con un celular de tecnología antigua. Los primeros segundos de espera en ese momento eran muy lentos, esperando parado en el modulo por el bendito pollo. El solo escuchar los anuncios del Supermercado con las ofertas dados por una voz muy hermosa, era lo único bueno de esa espera. Al ya pasar 5 minutos, la gente de las mezas empezó acercarse e indicarme el orden, obviamente secundados por el encargado del área, de aspecto militarizado. Al ya haber transcurrido 7 minutos, el encargado salió muy tranquilo del cuarto de donde se había metido, para ir a apagar el horno y empezar a freír las papas recién. Ya en el minuto exacto 8, el encargado empezó atender a la gente, sacando el pollo de los fierros y empezando a cortarlo dependiendo del pedido recibido. Hasta que me exalto un señor que se encontraba una posición delante de mí, el cual empezó a preguntar todo con respecto al pollo. No podía creer lo que escuchaba, mi mala suerte era cruel. No sabía qué hacer, reírme, reclamar o simplemente no prestar atención. Al final de ello solo opte por enfocarme que él señor estaba en su derecho de averiguar que estaba comprando y en que condición llegaba el producto a la tienda, Pero el encargado no lo vio de esa manera sino que atino a decir: Compra o avanza, no más preguntas!. Por fin tocaba mi turno, me acerque, pedí la promoción, luego me acerque a caja rápida pague y me retire del lugar rápidamente, quería solo regresar a casa de manera rápida así que al salir tome el taxi a casa para ir a solo comer y dormir y cerrar con ello el día. Esa tarde, dormí desde las 3 hasta las 7, olvidándome que tuve que esperar 8 minutos por un pollo.
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