Hoy estaba revisando por internet, un programa que transmitieron el día sábado por la noche. Este programa se llama el VALOR DE LA VERDAD. Este programa tiene un formato novedoso para la televisión nacional, pues le paga a los concursantes por participar y también les paga, si no fallan en ninguna de las preguntas que le formulan.
 
Lo hiriente de este programa, es ver como las personas por dinero son capaces de develar los pasajes más oscuros de sus vidas, frente a sus padres como lo hizo una concursante o decir frente a cámaras que le fuiste infiel a tu pareja estando casada y sin presentar ningún remordimiento.
Quizás al ser televisión, este programa solo sea un show más. Con el solo fin de capturar la atención del público, y claro, la atención de las empresas que ponen su dinero en televisión.
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Pero el formato de este programa, da a pensar…Tantas verdades inimaginables, guardamos las personas?. Hasta qué punto, el ser humano, puede ser una caja de pandora andante.
 
Somos dueños de nuestras vidas, somos el capitán de nuestro barco, y decidimos a donde navegar. Pero son tan inimaginables, las acciones que realizamos en nuestras vidas, que como para sentirnos alegres o satisfechos las realizamos. Creo que somos más misteriosos que el triángulo de las bermudas.
 
Hay verdades que matan, como que un padre escuche de su hijo, avergonzarse de este, por sus costumbres o por los rasgos de su rostro. Que tremendo debe ser el golpe al padre,  el oír de la persona que cuidaron desde que nació esas palabras tan duras. Nuestras verdades siempre tienden a flagelar a nuestros seres queridos o a las personas que nos rodean.
 
Hasta donde las verdades que guardamos, pueden golpear tanto a nuestras familias, o cuan grandes pueden ser estas verdades ocultas, estamos preparados a recibir estas verdades?