EL SUEO DE UNA NIA INOCENTE
Publicado en May 11, 2014
Ya se hacia la hora de regresar a casa. Había terminado mi día de estudio, pero no quería regresar tan temprano. Algunos compañeros recibían clases de inglés en otro lugar; yo decidí esperarlos. Vi a varias personas conocidas que no había visto en años pero no les di mucha importancia... Mientras esperaba a mis compañeros un desconocido se me acercó arrebatándome teléfono sin decir nada. Sorprendida le pido me regrese mi celular pero él no hacía más que mirarme con una sonrisa burlona en su cara. Mi sentimiento de inferioridad era grande, no podía hacer nada. Sin previo aviso el sujeto se traga el teléfono aun con esa sonrisa burlona en su cara. Me sorprendió, me pareció bastante extraño que alguien pudiera tragar un teléfono de ese tamaño, aun no asimilaba lo que estaba pasando en ese momento. Aquel extraño hombre da media vuelta para marcharse con mi celular en sus entrañas; De pronto comenzó a arder en llamas, su cabello, sus manos, sus piernas, todo su cuerpo era consumido por fuego. Ese olor fuerte de la piel y cabello quemados impregnaban el lugar. Sus gritos eran desgarradores, pero nadie se percató de lo sucedido. Cuando termino de arder, solo quedaron sus cenizas en las cuales decidí buscar mi teléfono; estaba intacto... Sentí mi mochila algo pesada y allí estaba Fifo (mi oso de peluche) y con una voz inocente me dice -"Ahora nadie te hará sentir inferior." – Me había salvado… Me alegre al verlo y lo abrace tan feliz. Pero desde el fondo de mi ser, supe que mi alma estaba condenada...
Sabía que tenía que cuidar a Fifo, cuidar que no le pasara nada o yo lo pagaría con mi propia carne. Subí al tercer piso de un edificio en construcción, Fifo me pidió que lo esperase allí. Llegue a una habitación un tanto obscura y por lo que se alcanzaba a ver aún no estaba terminada, había cemento fresco y uno que otro ladrillos y herramientas de albañilería. Desde la ventana de aquella habitación se podía apreciar el atardecer, todo estaba obscureciendo; era una vista hermosa. Note que había una pareja en ese lugar, me veían y reían. Se mofaban de mí porque aun llevaba mi oso de peluche a todos lados. Ellos comenzaron a murmurar… Yo tenía miedo de acercarme, de alguna manera sentía que sus intenciones eran malas... Tenía que bajar esas escaleras no muy seguras, ese tercer nivel apenas empezaba a existir y no sabía que estaba haciendo en ese lugar. Cuando Fifo regreso le dije que lo metería a mi mochila para que estuviese seguro, pero ambos sabíamos que corríamos peligro con esa pareja... Sus intenciones eran dejarme caer de aquel tercer nivel; pero yo no podía morir, no en aquel lugar... Mi destino era cuidar de él, de Fifo por toda mi eternidad y no podía tener accidentes porque pasaría mi vida entera sufriendo por ello... Decidí quedarme sentada a esperar que esa pareja bajara primero... De repente esa chica empezó a resquebrajarse, su piel se fue desgarrando lentamente y sus gritos resonaban por todo el lugar. Su novio la miraba aterrado, desconcertado por aquella impresionante escena mientras que yo no emitía emoción alguna. La cara de la chica se fue partiendo a la mitad dejando su cráneo al descubierto, sus entrañas se derramaban por el lugar y su esqueleto parecía querer abandonar su cuerpo tras aquel dolor agonizante. Su sangre parecía que fuera infinita, no dejaba de brotar por todos lados, así como sus gritos de dolor... De la nada tome un collar que al parecer lo cargaba desde pequeña y aparecí en el primer nivel del edificio dejando atrás aquella trágica escena. Nuevamente Fifo se dirige a mi diciendo: -"Ahora nadie podrá hacerte sentir inferior, ahora nadie podrá hacerte sentir temor"... Una vez más sentí que en cuanto más me protegía, más grande era mi compromiso de cuidarlo y mi alma más se hundía en el sufrimiento... Veía como su novio bajaba las escaleras desesperadamente en busca de mí, sin importarle las cortaduras que le provocaba la estructura del edificio... Vi el cielo y cada vez estaba más obscuro, tenía que llegar a mi casa antes que mis padres llegaran y no me encontraran en ella. Sin importarme que el novio de esa chica me siguiera, decidí apresurarme para llegar a casa pero no podía correr tan rápido ya que Fifo me acompañaba y no tenía que hacerlo sentir incomodo en lo más mínimo. Sentía que Fifo me miraba fijamente desde mi mochila, no pude ignorar su mirada y me detuve a besar su frente y le dije: -" pronto llegaremos " no sobraba tiempo y el camino por el que pasaba era cada vez mas de tierra y polvo. Sentía que alguien me perseguía y en efecto era ese chico, el corría tan rápido y de seguro en poco tiempo me alcanzaría. Mis piernas me dolían y me sentía cansada, no podía correr más. El chico estaba por alcanzarme y sabía que si me atrapaba me haría daño pero sobretodo, si dejaba que tocara a Fifo yo viviría un sufrimiento peor del que ese chico estaba preparando para mí. Cuando casi tocaba mi cabello, su cuerpo empezó a defecar sus riñones y yo me detuve a observar como aquel chico se vaciaba por dentro. Sus gritos eran tan intensos como el de los otros dos; pero esta vez no duro mucho porque al ver que todos sus órganos salía tan despacio y terriblemente doloroso por su trasero, él comenzó a tragarse sus propios órganos imaginando que aún se acomodarían de nuevo dentro de él. Sus lágrimas eran fluidas, sus ojos rojos como su sangre y su mirada hacia mí era de desesperación y odio... Emití una leve sonrisa mientras todo su cuerpo expulsaba sus entrañas. Su sangre se abría paso pintando el suelo con un color carmesí, llegando hasta la suela de mis zapatos. Recogí un pequeño alfiler de su ropa que al parecer todo el día le venía molestando la piel... Fifo me miro diciendo: -"ahora nadie te hará sentir inferior, ahora nadie te hará sentir temor, ahora nadie te hará sentir dolor." Luego me hizo saber que me esperaría en casa, ya estaba cerca. Sabía que él me abriría la puerta, pero el cuerpo de Fifo aún estaba conmigo, era un simple peluche en mi mochila pero que de igual forma debía tener delicadeza a la hora de tratar con él. Mientras más me acercaba a mi casa sentía como mi alma se desgarraba dentro de mí, sentía como si no pudiera recuperarla jamás, sentía como iba cayendo en un pozo sin fondo y estaba cada vez más alejada de mi supuesta felicidad... Al llegar a mi casa estaba obscura, mis padres aún no habían regresado. Toque desesperadamente la puerta y vi hacia dentro de la ventana de la sala, al fondo del pasillo vi que salía la luz del televisor del cuarto de entretenimiento familia. Toque de nuevo la puerta más fuerte y efectivamente Fifo estaba allí, tal como me había dicho. Salió de la habitación con tanta paciencia y una expresión de diversión. Yo solo quería entrar antes que mis padres llegaran… Cuando entre y me sentí segura, mi mochila ya no estaba pesada y el cuerpo de Fifo o el simple peluche ya no estaba... Fifo ya era él de nuevo, caminando por toda la casa con tanta comodidad como si todo le perteneciera y de hecho todo a su alrededor le pertenecía... yo, mi espíritu y mi alma.... mientras él estaba entretenido viendo televisión yo ordenaba mi dormitorio, tenía que hacer sentir cómodo a Fifo en donde el estuviera, todo tenía que estar limpio. Escuche llegar a mis padres abriendo la puerta y me puse nerviosa porque verían a Fifo con vida y descubrirían mi secreto, pero solo me llamaron la atención por dejar la televisión encendida. Note que Fifo estaba frente a mi cama, sin vida, sin movimiento alguno... Mi hermana mayor subió a verme y me dijo con un tono de voz alto y una tanto molesta: "¡¿Qué haces con mi peluche?! ¡Lo contaminas, tu dormitorio no es un buen lugar para él! Cuando ella se acercó a rebatarlo del lugar donde estaba, la empuje fuera de mi habitación ella cayó al suelo y cerré la puerta con llave. No tenía que dejar que nadie lo tocara, tenía un serio compromiso con Fifo, tenía un serio compromiso con mi vida. Mi madre preparo la comida y nos llamó a cenar, estaba hambrienta no esperaba el momento de probar un poco de su comida... baje las gradas y estaba servido y la televisión aún estaba encendida y todos reían al verla... de repente mi teléfono empezó a sonar y entraron muchos mensajes, el sonido para mensajes se quedaba a medias porque a cada instante entraba uno nuevo, pude abrir solo uno de ellos y estaba en blanco, mi teléfono comenzó a fallar y en ese momento tocaron el timbre. Abrí la cortina y no era nadie… Sentí miedo, pero quise ignorarlo y regresar a cenar. Al regresar para el comedor mi hermana iba bajando las gradas, se detuvo a verme con desprecio y continuo su camino... el simple hecho de verla otra vez me fastidiaba... Estando de espaldas a la ventana el timbre sonó de nuevo, mire rápidamente. Era un hombre, un vendedor de mochilas, sus mochilas eran fuertes y suaves, supe que eran perfectas para Fifo; compre una aunque no recuerdo como le pague… solo sentí una narración, un pensamiento dentro de mí que decía " él puede protegerme todo el tiempo y yo seré intocable, pero sé que en algún momento se convertirá en ni contra y será aún más doloroso que el sufrimiento de esos tres..." desperté suavemente y abrazando a Fifo… Pero aun así sentía miedo; no sabía por qué… Por: Anyhell
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