Hoy veo tu foto, miro tus ojos. Esos ojos que me enamoraron cuando te vi por primera vez en una tarde de colegio nacional, cuando llegaba de marchar y que no entre a clase por jugar, o mejor dicho por conocerte, sin saber que iba hacerlo.
Hoy veo tu rostro, y recuerdo todo lo que paso entre nosotros. La historia de cómo me aceptaste y de cómo me terminaste, como reíamos y como discutíamos, como te besaba con la intención de que nunca termine el momento y como peleábamos por celos infundados o fundados, da igual el tiempo paso.
 
Hoy miro tu rostro, y ciento que te miro como si hubiesen pasado 50 años, pero no solo pasaron 11 años, solo 11. Vaya, ciento que el tiempo paso muy rápido.
Siempre solía correr de esa manera cuando estabas conmigo, siempre se terminaba nuestro momento, porque yo tenía que regresar a lima o tu mamá te había dicho que entres a determinada hora.
 
Hoy miro tu rostro y se me viene a la memoria, que nunca hice cosas que usualmente toda pareja realizaría. Las cuales son: Bailar, regalarte peluches, salir el día de nuestro aniversario de enamorados (solo te llamaba por teléfono, nunca coincidí el estar a tu lado, siempre andaba lejos), ir a la piscina, llevarte a comprar o cenar con mi hermana y madre, nunca te regale dos días seguidos, siempre te veía unas cuantas horas el fin de semana, nunca elegimos nuestra canción (Esa que hace que recuerdes a la pareja que amas, con mucha dulzura, ternura y nostalgia).
 
Hoy miro tu rostro, y me doy cuenta que no cambiaste facialmente, que sigues teniendo la misma dulce mirada, pero veo hoy cambios duros en tu vida. Cambiaste de amistades, gustos e intereses, hoy eres más dura que antes, antes eras más vulnerable, frágil e engreída, pero eras tierna. Hoy no lo eres, o no me lo muestras.
Hoy cazas personas delinquivas, hoy absorbes humo que no deseas (que antes evitabas a toda costa, y que peleabas conmigo porque yo solía hacerlo). Me queda la mala noticia que darte, que ambos terminaremos mal de los pulmones nuestros días, yo por haberme relajado fumando y tu obligada a absorber el humo de los carros por tu trabajo.
Nunca quise que sientas la rudeza de las calles, de las personas de afuera, de los golpes que puedes sufrir físicos o psicológicos, nunca quería que te dañen, pero no podía luchar solo contra todo, tenias que apoyarme y no lo hiciste o no sentí tu apoyo
 
Hoy miro tu rostro, y me pregunto cuántos años mas te recordare, hasta que día debo hacerlo, porque tengo que recordarte, porque me impacienta en determinado momento saber de ti, porque inconscientemente intento que no me olvides, que quiero seguir viviendo en ti, así hallan fenecido mis cartas que te mandaba con muchas ansias cuando estabas en el colegio, que cada una de ellas fue escrita con más de dos horas de duración, y que fenecieron en ti (no sé quien las quemo de tu casa),
 
Hoy miro tu rostro, y recuerdo que te impuse siempre cosas, cuando terminamos. Por Ej. la primera vez, te pide que no vuelvas a subir por mi calle, la segunda fue cuando te ibas a casar (si ya no lo hiciste), que no te cases en la iglesia que elegí para mi, que te expuse que tú no eres católica y que no merecías casarte en una iglesia católica.
Hoy te debo pedir disculpas por ello, porque yo no me casare en esa iglesia que te dije, no puedo hacerlo porque seré el novio, y recuerdo que quien elije la iglesia en el matrimonio es la novia, y que solo el novio acata, para la felicidad de su amada.
 
Hoy veo tu rostro, y sé que todo lo que nos paso o intente que nos pasara fue solo una ficción, que hace días te elimine una vez mas del MSN, igual que de mi Facebook, porque creo que cuando estamos en línea, no hablamos, que tu solo tienes tiempo para responder a tus circulo amical igual que yo.  Cuando mi amor era desbordante por ti, siempre te solía eliminar del MSN, siempre ello me ayudaba a dejar de pensar un poco en ti, que el tiempo que tenia debía utilizarlo en otras situaciones, en otras circunstancias que vivía en esos momentos.
 
Hace poco me hiciste una especie de reproche, el porqué siempre solía respetar tus decisiones de corte de relación, y recuerdo que te dije que no se puede saltar al río sin soga, porque te puedes ahogar.
 
Hoy vivimos cosas diferentes, visitamos lugares diferentes, nuestras amistades ya no coinciden y los pocos amigos que teníamos en común, hoy ya ni los visitamos, y si los vemos, solo los saludamos de lejos. Nuestros caminos se abrieron y mucho, nuestros tiempos y espacios nunca coinciden hoy, y no luchamos para cambiarlo.
Hoy solo quiero seguir recordando, un poco más el conocerte. Porque siempre recordar da vida, arranca sonrisas y sonroja vivencias, que dan a escribir. Que hoy, te deje de amar como ayer, que hoy tu recuerdo lo tiendo en el tendedero lo miro secar y lo guardo para otra tarde de sol.