Sin alguien que le de amor, sin nadie quelo reciba, que vida triste y vacía. Cada día es igual a lotro, ironicamente no hay mucho que hacer en la Gran Ciudad.Mismos aburridos edificios, gente que viene y va, tonalidades de azul que cambian cada despertar.
Una vez que te hieren, que te decepciona un ser querido, nada vuelve a ser igual. Es ahí donde uno se siente más solo, temeroso de que otro venga a tocar tu corazón, pero a la vez, ansioso de que alguien venga a repararlo, a remendar el mal hecho tiempo atrás.
Pero ahí viene el mayor dolor de todos, nadie llega. Nadie la encuentra. Todos están muy, muy lejos, allá con sus vidas ocupadas.
Las campanadas retumban, y la gente continua su vida, y ella, esta ahí, parada, mirando para todos lados sin un punto fijo. Sin saber que hacer, si irse o quedarse. Las nubesvan avanzando a su lento ritmo, y el padre tiempo continua su curso, sólo ella puede ver su deterioro ¿Alguien quitará a la pobre niña de ese eterno trance? ¿Quien? ¿Cómo? ¿Cuándo?
Ella continua allí, frente a esa fuente de los bailarines, mojandose con el rocío de cada amanecer, soñando con la música del parque, en silencio, viendo como todo avazna sin ella.
 
-Nahir S-