Todo fue un entrar en tu vida (Poesía)
Publicado en May 16, 2014
Todo fue un entrar en tu vida
formando versos con palabras que amaba desde el recóndito escondite de los ojos mirando al alba. En medio de mis manos y mi alma una distancia se acortaba ilimitada y mirando la luz del horizonte ideas mil... mil canciones... se fueron desgajando de mi mente. Aunque la historia niegue sus principios lo mío fue un abrir la mirada y extenderla, suavemente ardiente, por la llanura del sentir y tu presencia. Era la luna la que me traía lluvia de ecos lejanos tras los montes y al amanecer de cualquier momento todo fue un dejar que se crecieran las imágenes del sueño blanco. Y cubrir con letras de insomnio el descansar manso entre las flores ideadas por mi propio estar. Tan sólo comenzaba a rayar fronteras para pasar ligero sobre ellas y trazar el mapa de mis emociones. Todo fue un sentirse abierto en el éter del espacio indetenido y saltar las cercas del olvido para ser... para estar... para beber siempre de la fuente donde la ninfa jugaba sólo a ser niña. Y entre sueños de infancia entretejida para detener el tiempo de mi ansia sentí que todo era ser yo siempre el que amaba rastros de poemas. Tornando mis manos a ser calientes sentidos del reloj de la existencia me fui acercando a las estrellas para sentir sus luces y sus destellos entrando raudas en el lecho donde mi corazón dormía lentamente. Y lentamente... como un comienzo de sed en los verbos del mañana me fui sabiendo la memoria de todos mis sentidos ya presentes. Ausentes... las horas del día avanzaban en el solar de la sola inexistencia. Existiendo esta vida de renuncias aparté las sábanas, y el vuelo de tu musa surgió de entre la nada que ya era algo más que una presencia. ¡No te vayas... no te vayas... pero embarqué con rumbo de gaviotas por las finas arenas de tus playas!
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José Orero De Julián
Elvia Gonzalez