LA SINVERGUENCERIA, CAMINA VESTIDA CON TRAJE INVISIBLE
Publicado en May 24, 2014
La sinvergüencería suele andar por las calles, vestida con un traje invisible. Porque no me puedo idear otra forma de andar por la calle, cuando sabes que has tenido una mala acción para con tu prójimo. Hace poco, fui víctima de por así decirlo una estafa, por parte de una amiga, con la que venía de habernos vuelto a amistar luego de casi 5 años.
Recuerdo bien que la razón de la ruptura amical fue porque ella en ese momento de 36 años, estaba empezando una relación homosexual con una jovencita de 17 años. Relacion que en su incio, cuando le pregunte me mintio, aduciendo que su apego por esta jovencita era porque la estaba ayudando a superar un trauma (había sido violada por su padrastro, hacía unos años atrás). Este hecho nunca se supo si era real o no en el publo, lo que si se puso de manifiesto por ese tiempo, fue la relación que empezó con la jovencita. Relacion que trate de impedir mil veces, porque no me parecia condenar a una jovencita de 17 años, al señalamiento de la sociedad, por tener una relación homosexual. Ella me en ese mommento me expuso que eran habladurías de la gente, que solo eran amigas y que la familia habia adquirido un mal concepto de ella por culpa de la gente. Entonces le pedí que se aleje ella de la jovencita y que acabase con esos comentarios. Me dijo que no me metiese y me aleje. Así lo hice, me aleje de ella. Recuerdo bien el reencuentro con esta amiga. Se dio por ocasión de un Baby Shawer de una amiga que tenemos en común. Yo recuerdo que estaba con mi amigo (amigo que también tenemos en común), y fue el que me convencio de ir a esta fiesta. Así que acepte y salimos como a las 7 PM a por los regalos (la fiesta era a las 9 PM). En las tiendas donde ibamos buscando, nada nos llenaba por comprar, es que no eran tiendas que se orientaban a la venta de esos productos. Así que el hiso una llamada y luego de colgar me dijo. “Vamos, tenemos donde comprar”. Así pues salimos de prisa a tal tienda, y fue donde vi a la amiga que había dejado hacia 5 años atras. Ella se encontraba en esa tienda con la jovencita con la que inicio una relación homosexual. Relación que a la fecha no la admite aun. El momento para mí no fue el que hubiese querido, estábamos ambos muy callados asi que nos saludamos y luego pase a comprar el regalo de la fiesta. Luego de las compras, ella y la jovencita sugirieron irnos rápidamente porque la hora de la fiesta se acercaba. Asi que salimos a buscar un taxi, yo iba caminando delante del grupo de manera muy seria. Ellos pensaron que iba molesto, no les falto verdad; iba furioso. Así que mi amigo me dio el alcance y me dijo: "Se están dando cuenta que estas molesto y que te sientes incómodo". Le exprese que no era real lo que me decia (tenía que mentir), que simplemente había caminado, olvidando que iba con ellos. Así tomamos el taxi rumbo a la fiesta, al llegar me centre en el móvil a chatear con una amiga del extranjero. Luego nos pasaron unos tragos y empezamos a beberlos hasta ser los últimos de la fiesta. Al salir de esta, íbamos por las calles rumbo a nuestras casas, haciendo los mismos chistes y comentarios absurdos, que solíamos hacer hacia 5 años atrás. Al cabo de las semanas, mi amigo me contacto por el Facebook y me indico que teníamos salida ese sábado a la noche. Cuando llegue al lugar del encuentro, estaban mi amiga que había reencontrado, su amiga, y el. Así que salimos a la fiesta y el me dijo, si esta chica no está con ella, entonces yo empiezo una relación. Así que entre copas, le propuso a mi amiga, que lo ayudase a acercarse a su amiga. Esta le dijo ok. Y lo ilusiono a tal punto que esa salida y las 2 que vinieron después, terminamos pagando el y yo, todo el consumo de alcohol, taxis y entradas a los locales que íbamos. Su amiga lo corto a mi amigo en una salida que tuvimos en un Karaoke, y en esa fiesta se inclinó por mí. Me sorprendió realmente que ese día, ella bailase tan bien la salsa. Mi amiga astuta, se encargó de lavarme el cerebro esa misma noche, vendiéndome la idea que su amiga no dejaba de preguntar por mí, y que le encantaba mi trato y que si tenía novia. A las semanas las llamadas al móvil eran seguidas, por parte de ambas. Recuerdo una noche que estábamos los 4, las chicas nos sugirieron ir a comer algo, y así lo hicimos. Fuimos a comer algo, al salir del local, me tomo del brazo y así nos fuimos al parque a charlar los 4. En ese momento, se me acerco más de la cuenta, tanto que terminamos abrazados mientras estábamos hablando. Mi amigo al ver ello, se molestó conmigo, me dijo que por segunda vez le bajaba una novia. Ante ello se fue a su casa, dejándome a mí, a la jovencita y a mi amiga. Recuerdo, que por esas fechas habíamos acordado salir de campamento por la semana santa que se avecinaba, el cuándo le pregunte si iba, me dijo que no y colgó el móvil. Yo también ya no quería ir, pero mi amiga me conto que la jovencita era tratada como la cenicienta en su casa, y que el salir de campamento sería una alegría inmensa en su tan triste vida. Con esas palabras no pude negarme. Acepte ir al campamento. Así que salimos un jueves a acampar, pero primero debíamos ir por víveres de supervivencia. Ella en el cajero me dijo que no contaba con nada de dinero, que le prestase que ella me devolvería todo el sábado que cobraba (no cobro nunca, porque no trabajaba en ese momento). Así que le preste, y salimos al campamento. En el campamento, lo pase fatal, el salir a por leña a mis 31 años ya no es tan divertido como ir por leña a los 18 años. no aguante más ese campamento que dos días. El sábado a la primera hora de la mañana, regrese a mi casa furioso, por haber sido convencido de ir a ese campamento. Recuerdo que al sábado siguiente, le mande un mensaje de texto al móvil a mi amiga y le pedí que me haga efectivo el pago el sábado siguiente. Esta respondió que la espere, que no podía pagarme que la había asaltado la cartera perdiendo documentos y tarjetas. Así que la entendí y postergue la fecha de ese pago. Así pasaron dos meses, hasta que encontré en face y me pedí queme pague. Me dijo que no podía que no tenía empleo que la espere. Le dije que la esperaría, pasaron 4 meses para volverla a llamar al móvil, ella me dijo que mi cuenta no era de su prioridad en sus pagos que espere que me podía pagar. Así que espere dos meses más, la volví a llamar y me dijo: “Que barbaridad, solo me llamas para cobrar. Llámame para salir a la fiesta. Dame más tiempo, aun no tengo tu plata, si gustas te hago el pago en cuotas”. Le dije “OK, definamos las cuotas”. Así acordamos cuotas de pagos mensuales y hasta pensé que cerraba el tema. Nada más equivocado, la volví a llamar 2 meses después, me dijo que no tenía plata y el siguiente era el primer pago. Pasaron dos meses más, la misma canción. No tengo dinero, ni nada que darte. El tema, ya me empezaba a molestar en demasía. Así que pensé en grandes soluciones a grandes problemas. Contratar a mi tía (tiene mal genio al hacer cobranzas de dinero), a que ella vaya y adquiera el dinero. Justo en ese momento que le iba a hacer la oferta a mi tía, mi madre, se enteró de la deuda, le conté la historia y las medidas que había tomado para recuperar ese dinero. Me dijo, no te preocupes, lo hare yo. Esa chica, la he visto con tremendo equipo que se compró hace poco de dos semanas. Así que le dije OK, recupera ese dinero que será tuyo. Mi madre fue y le monto tremendo show en la puerta de su casa a la noche y al día siguiente que a la pobre no le quedó otra que no ir a trabajar ese día. Por ese show, la chica me llamo dos días enteros al móvil, móvil que no coji y deje sonando ese tiempo. Así que me aburrí y decidí cogerle la llamada, y me dijo furiosa: “Eres un cobarde, como me envías a tu madre, tu sabes el número que me monto en casa, estamos grandes para solucionar nuestros problemas juntos. Pensé que habías cambiado”. Mensaje que le conteste diciendo: “Perdón hablare con mi madre, para que cambie sus métodos de cobranza. Pero disculparas pero tienes casi un año con esa deuda y hasta ahora nada. Y la verdad este tema ya me está aburriendo”. Así que después de esa llamada, no volvimos a hablar nunca más, hemos vuelto a perder la amistad. Hasta hace poco, ella iba con unas gafas negras por la calle, me vio y paso sin decirme una sola palabra. La deuda no sé si la cobro mi madre, no le pregunte más por ese tema. Y es algo de lo que no me quiero enterar ni ver. Lo que si quiero ver, es como andar por la calle y mostrarse ante la sociedad cuando eres pérfido con quien te ayuda. Vas malográndole la vida a una jovencita que quizás no quiso iniciar una relación a sus 17 años con una persona mayor de su mismo sexo. Hoy solo tengo la certeza, que la sinvergüencería camina por nuestras calles, nos saluda y hasta quizás nos tomamos un café con ella. Porque ella siempre ira con un traje invisible.
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Elvia Gonzalez