El mercado sin rastro
Publicado en May 25, 2014
Detrás de aquel mago de pacotilla se escondía un hombre horrible, o por lo menos eso me parecía. Se jactaba de no practicar la magia obligados a creer en el conocimiento como venta de sus Barajas. Sí nos agenciábamos una de ellas al módico precio de 10 chapas, seriamos los mayores ilusionistas. Me sonó ridículamente pobre, un hombre sin convicción en la virtud vendia sus productos al mejor postor. Abandone mi parada y en el siguiente paso dos puestos de chorizos enfrentados en nula disposición de venta se miraban de vez en cuando y se sonreían bajando en ese mismo instante las Pupilas al móvil. El último establecimiento lo regentaba un gordo sin corazón que vendía cuchillos con un micrófono en la boca y asentia igual que el reloj de cuerda las cuestiones de potenciales compradores con tal de no ser turbado de manera innecesaria- explicación concisa y atiende bien porque lo demás será patraña _rDesencantado con la visita, pensé que no difería gran cosa el mercadillo del centro comercial, por lo que salí rápidamente del tumulto con la idea de comprarme unos pantalones Justo antes de entrar oí un fuerte golpe proveniente del contenedor próximo a la entrada. me acerqué despacio mientras el traqueteo se hacía constante y abrí subitemte la tapa. Un espejo en el fondo mostraba el cielo azul y las nubes rizadas obviando mi silueta .En su lugar los ojos del mago se morían de la risa
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Mara Vallejo D.-
Es un texto de buena factura, Quizá suene repetitivo; pero, admiro la forma como plasmas tus historias.
Mira que me ha gustao.
Saludos