Mientras Cae La Lluvia:
Publicado en May 28, 2014
Me gusta ver la lluvia caer... Siempre me ha gustado. Me hace sentir bien, me tranquiliza. Pero, ¿Que hago en medio de la lluvia y con mis manos manchadas de sangre? El líquido rojizo comienza a desaparecer gracias al agua, pero mis pensamientos no se aclaran con las gotas que caen. Trato de recordar mirando mis manos y veo que tirado en el suelo se encuentra una espada de aspecto extraño y de tamaño regular cubierto de sangre también. El arma blanca tenía una forma única con diferentes relieves y simbolos extraños tanto en la hoja como en la empuñadura. Los latidos de mi corazón comienzan a acelerarce y la angustia se apodera de mi. Sentí el miedo recorrer todo mi cuerpo.
Miro en todas direcciones y noto que a lo lejos hay dos cuerpos tumbados en el piso, pero lo que me impresionó de aquel escenario fue el inmenso charco de sangre que yacía junto a ellos. Mis latidos se aceleran aún más y el miedo se incrementa. - ¿Quien hizo esto? - pensé. - ¡Fui yo! - Murmure. Mis pensamientos no estaban claros, solo recordaba frangmentos sin sentido: una feroz pelea, un grito en la oscuridad, voces murmurando; eso era todo lo que lograba recordar. Lo más desconcertante de todo aquello era que no sabia tampoco en donde me encontraba. Solamente habia una luz que alumbraba directamente hacia mi, no se lograba distinguir más que la espesa oscuridad de la noche. Podía ver claramente las gotas de lluvia atravezar la luz blanca y transparente proveniente de no se donde, pues la luz cegadora impedía ver más alla de sí misma. - “Levantate y dirigite hacia la luz”, dijo una voz de tono grave que se dejo escuchar en el ambiente causando en mi un escalofrio intenso. Me incorporé poco a poco y decidí hacer lo que la voz me ordeno. Aún con miedo estaba decidido a entender donde estaba y como había logrado llegar hasta ese extraño lugar. Me dispuse a caminar hacia la luz cuando escucho nuevamente la voz: - “Recoge la espada y traela contigo”. Mi cuerpo estaba adolorido y sentí que me habían clavado miles de agujas en todo mi ser, aún así recogí a duras penas aquella extraña arma. Continúe mi recorrido y pase junto a los cadáveres que al igual que yo estaban empados gracias a la lluvia que todavía seguía cayendo. El charco de sangre estaba dispersandose. Al ver sus rostros me quedé paralizado, pues estós no tenían rasgos faciales: no habia ojos, ni boca, ni nariz, no habia nada, solo piel. Ambos cuerpos presentaban múltiples heridas en brazos, piernas y torso. Parecía el resultado de una cruenta batalla. Seguí mi camino hacia la luz que me impedía ver y me segaba a cada paso. Coloque una de mis manos sobre mis ojos, pues la otra estaba ocupada empuñando aquella extraña arma. Ya no escuchaba la lluvia caer y tampoco había oscuridad, la luz se desbordo por todo el ambiente a mi alrededor, parecía estar caminando por un pasillo de un blanco impecable. -Estare soñando- pensé. Pero no creo que vaya al cielo, sonreí. A lo lejos noté como si una persona vestida de negro me esperaba paciente. Supuse que quizás sea el quien me había hablado. Al llegar a la extraña figura, que era mas alta que yo, noté que no estaba vestida de negro, de hecho no estaba vestida sino que su cuerpo estaba rodeado de una mancha negra, incluso el rostro. Parecía que se había cubierto por completo de una estela de oscuridad que impedía que la luz lo penetrara, como si su alrededor habiera un campo de fuerza que no permitía que absorbiera luz. Aquello era algo inexplicable. Y ahí estaba yo paralizado y sin decír nada, impactado con esa presencia que parecía sobrenatural. “Entregame el arma” - dijo la figura. Estire mi mano y se la entregue sin mas. Pasaron varios minutos y volvio hablar: - “Excelente, eres el vencedor, ahora seras mi nuevo segador de almas, preparate”. No tenía nada de sentido para mí todo lo que me dijo. Justo cuando pensaba en lo extraño de la situacion ví como le salieron algo como alas en su espalda, no estaba seguro. En ese momento levantó un brazo y luego posó su mano sobre mi cabeza. Comencé a sentir una tranquilizante sensacion en todo mi cuerpo, ya no sentía dolor, ni angustia, ni miedo entonces cerre los ojos. “Espera mi llamado muy pronto” - escuche a lo lejos. Me sentía tan relajado y lleno de paz que no quise abrir mas mis ojos. Pero un fuerte sonido me obligó abrirlos súbitamente. Ya no estaba en presencia de aquel ser sobrenatural, estaba parado en medio del bosque; el ruido que había escuchado antes era un trueno que se dejo sentír en medio de la lluvia. Quede desconcertado, pero no se porque razon me sentía aliviado. Empuñe mis manos y note que sostenía aquella espectacular espada, la mire y entendí que no había sido un sueño sino una prueba. Sonreí mirando el horizonte y pensé en lo mucho que me gusta ver la lluvia caer... ******* Escrito Y Producido Por. Ormer Tuares
Página 1 / 1
|
Caryl