a la mujer maltratada
Publicado en Jun 09, 2014
Sobre su ausencia esperas encantada
Buscando el halo de sus reflejos oblicuos Desesperada por oler su rastro, y mecerte en encuentros polvorientos Bendices sus pasos sin réplica expositores del destello cegador Agachados, ocultos tras la niebla de disputas Que avecinan colofones terribles y sinceros Venas dilatadas en presencia de su piel Que atraen los latidos implacables Credos esculpidos invocando el músculo rusiente de la memoria Se funden en la piel hundida disimulando el dolor Infligido por el nombre más glorioso y deseado Tu que conservas la calidez de los días más fríos Te atreves a contemplar la esperanzada travesía Desde caminos pedregosos y remotos Vislumbrando Los muros escarpados de la dicha Cada vez más cerca Hacedora del plausible sino Poseedora del silencio Se halla el sol estruendoso Que has de buscar sin demora Hasta secar la última gota de tu exagerado pómulo
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Elvia Gonzalez
javier castillo esteban
Un abrazo
Mara Vallejo D.-
Es uno de los flagelos que azota el planeta tierra; surgen preguntas, se aplazan respuestas y el mal sigue abordando.
Ahora bien, permíteme elogiar la forma como guiaste el artículo que nos has compartido; en mi concepto, está maravillosamente
bien plasmado. Te felicito.
Saludos
javier castillo esteban
gracias de corazon
Un saludo