Hipnos et Tanatos
Publicado en Jul 14, 2014
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                Seguramente, ellos dos se conocían desde hace mucho tiempo, los encontré en las calles de Boston y parecían perdidos, cerca de la avenida principal. Ella y Él, una pareja, él notoriamente muchacho, joven y ella igual, muy niña pero protectora. No los he visto antes, eso lo puedo intuir por sus tonos de voz y los gestos de ambos.
                Ella en un momento lo llamó “Nei Dan”. Aquello, pensé cuando tuve tiempo, no me sonaba a un nombre de persona, luego les contaré por qué. Él, luego la llamó por amor mío, cosas así, jamás supe su nombre.
                Aquella noche, decidí seguirlos y supe que vivían cerca de mi apartamento. La conversación de ellos fue muy larga. Según narraron, él era un inmigrante ilegal de dieciséis años y ella también, salvo que tenía trece años. Por lo visto, como acto de rebeldía, ahorraron dinero y vinieron acá, a este asqueroso país, a este consumista Estados Unidos a pasar de maravilla sus años de juventud.
                Nei Dan, cada vez que nombraba eso, se veía mucho más emocionado que su compañera, que su amada. Por lo visto, Nei Dan parecía más inmaduro que ella, se expresaba como niño, caminaba como niño, conversaba como niño. Ella, por otro lado, se notaba muy observadora, silenciosa y poco expresiva, con los ojos puestos en su pareja.
                Ambos llegamos a nuestro piso, el cuarto. Ellos caminaron al 405 y yo al 406. No se percataron que yo los observaba y que nuestros apartamentos quedaban al lado. Los escuché toda la noche
-Nei Dan, ¿no tienes miedo que nuestros padres nos maten por estar acá?-
-¿Yo, miedo?, en mi diccionario no existe esa palabra, amor-
- Ah, pues en el mío si, ¿no será una falta de respeto que nos fuguemos así?, digo porque ese dinero lo pudimos haber compartido o algo más útil-
-¿Y te hubieran agradecido? No, porque eres mujer, ¿en qué lo gastarían?, en cosas poco significantes, cariño-
- Quien sabe, si yo administrase bien el dinero, si yo fuera mis padres, me dignaría a poner a mis hijos en un colegio mejor o buscarle a uno de mis retoños, mi hermano más pequeño, un tratamiento digno para su epilepsia-
-Sabes bien que eso en ellos no cambiará, así que mejor, disfruta que acá podemos realizar todos nuestros sueños, ¿recuerdas que en las caricaturas todos estaban disfrutando la buena vida en Norte América?-
-Nei Dan, las caricaturas no reflejan el mundo, son simples ficciones-
-Pero amor, recuerda que por algo y alguien existen, por algo se meten en situaciones los personajes, seguramente a alguien que le ocurrió lo mismo-
-Es verdad, pero los contextos son diferentes-
-En parte sí, pero depende de cada uno como quiera ver el contexto-
-El contexto es único-
-Depende del punto de vista. Uno opta siempre que es lo que desea ver y que es lo que no. Por ejemplo, yo me di cuenta que había un sujeto que nos perseguía, no con intención mala, si no porque vive seguramente en este mismo piso, por tu parte, te quedaste prendida mirando mi ser y centrándote en nuestra conversación-
-Bueno, pero ¿qué tiene que ver eso con las caricaturas que dictan algo supuestamente real?, para los personajes esa es su realidad y el autor decide que es lo que desea mostrar-
-Amor todos somos autores de nuestras vidas, ¿no crees?-
-Recuerda que eso lo pensamos nosotros juntos cuando te obligaron a entrar a la clase de Religión-
-Verdad, que insoportable el profesor de Religión, parecía una niñita llorona cada vez que leía la biblia en voz alta, cada vez que alguien sufría una desgracia-
-Con su frase “Todo esto es por culpa del pecado original ¡Arrepiéntanse!”-
-Me daría risa, amor, pero tengo un poco de sueño-
-Yo no Nei, esa cama me asusta, se ve mal oliente el colchón-
-¿Se ve mal oliente?, ¿desde cuándo tienes sinestesia?-
-Qué gracioso, solo mira la mancha café y mohosa-
-No te preocupes, las sábanas se ven mejor que el colchón, mañana trabajaremos y verás lo pronto que conseguiremos dinero para un colchón nuevo, unas sábanas nuevas...-
                Esta fue la última vez que los escuché, ya que la noche siguiente vino la policía.
-Abra, es la policía-
                Me interrogaron dos hombres muy fortachones y uniformados sobre un pederasta y su rehén, yo pensaba que podía referirse a Nei Dan y su novia, pero luego recordé automáticamente sus gestos... pero su modo de hablar me pareció extraño. Sin embargo, no lo mencioné y dije que no sabía nada al respecto. Igualmente me tomaron detenido por sospecha. Estuve muchas horas encarcelado en el cuartel. Había dentro una mujer, parecía latinoamericana. Al mirarme me preguntó si sabía cuando iba a salir ella, yo le dije que realmente no tenía ni idea en qué momento saldría ella y mucho menos yo. Al día siguiente, me llamaron y entré a una sala, no entendí nada, pero estaba con un montón de personas y unos testigos, parece que nos estaban reconociendo. Una persona me señaló y sin que nadie me diera la palabra o me escuchara, quedé encerrado en la cárcel por diez años.
                Al primer año de cárcel, ya me había amistado con todos los hombres brutos y sanguinarios, los escuché a todos, tenían muchas historias y los ayudaba, como lo dicta mi trabajo, soy psicólogo. Eso me ayudaba a salir antes por buena conducta. Trabajaba con cuantos reos pude, pero nunca encontré a Nei Dan
                Entre los hombres que había ahí, conocí a John Hatt, un violador que tenía severos problemas mentales, provocados por su familia. La primera vez que cruzamos miradas, fue cuando llegué a la cárcel de Boston. Parecía muy trastornado, ya que me trató de violar en ese instante, pero observándome bien se dio cuenta de que yo era, soy y siempre seré un hombre. Sin que nadie me lo pidiera, dialogaba mucho con la gente de mi celda. El grupo se formaba por un delincuente, un asesino en serie, un estafador, una persona que fue detenida equivocadamente, y Hatt. En síntesis, lo que concluí de todos era un bloqueo respecto a factores que teóricamente se ven solucionables, por ejemplo, el complejo de inferioridad, un tema muy recurrente en cada uno de los bandidos, junto con complejos, como el de Edipo que no fueron solucionados. La persona que estaba equivocadamente tomaba nota de cada una de las frases que decían los afectados de estos males, los ayudamos mucho a cada uno y en poco tiempo nos dejaron en libertad. Esta persona se llama Kenzo White, actualmente es mi asistente y seguimos trabajando con los reos de Boston. White anteriormente era enfermero, así que su experiencia asistiendo es, naturalmente, muy grande.
                Hatt fue el último reo al cual asistimos, el estado nos pagó mucho dinero por las largas sesiones del preso, su trastorno era muy profundo y lo que simplemente lo volvió así era lo siguiente: cuando era niño, escuchó unos gritos, muchos gritos, fue a ver de dónde procedían y era de la pieza de su padre, lo encontró teniendo sexo con alguien que no era su madre, era su tía Rebecca. Eso lo dejó muy trastornado, junto con la enseñanza que le dio su padre a esa corta edad: “todos somos de todos, puedes ir y hacer con alguien lo que se te plazca”, de ahí en adelante, se volvió un violador de todo lo existente. Kenzo y yo nos preguntamos cómo ayudar a esta persona. Nos juntamos en un café ambos a discutirlo
-Lo más adecuado es enseñarle, señor-
-Mr. White, su idea es aplicable a un niño de seis años, disculpe mi dureza, pero yo recuerdo haberle dicho a mi padre cientos de veces que se dice Play y siempre pronuncia  Pay-
-No se moleste en recalcarme su dureza, lo que le sugiero es que le expliquemos por qué eso no es así, para comenzar-
-Eso me gustó más, pero yo también pensé en algo ayer-
-¿Y qué espera para decírmelo?-
-Un momento oportuno, usted puede que no me crea, pero...-
-¿Se contacta con espíritus o algo así?, usted sabe muy bien que las terapias con apoyo familiar a veces son de maravilla-
-Pamplinas, no creo en esas estupideces. Yo sé hipnotizar a la gente-
-¿Cómo?, ¿tomó un curso?-
-Es una aptitud natural que tengo, cuando era niño, hipnotizaba a mi hermano, era entretenido-
-Bueno, usted es el especialista, usted sabe qué hacer, si lo considera bueno para el paciente, está bien-
                En la noche de ese mismo día, me preparaba para ocupar mi hipnosis, todo se venía bien. Al acostarme, soñé inmediatamente y, sorpresa, apareció Nei Dan Me hablaban miles de incoherencias y me comentó que llamase a mi hermano. Al despertar, tuve el sueño rondando por mi cabeza, obsesivamente. El teléfono sonó y contesté
-¿Aló?-
-¿Hranislav?-
-Soy yo... ¿hermano, Vitezslav?-
-Sí, ¿cómo estás?, hace tiempo que no hablamos, me acordé de ti por un muchacho de la universidad, este me contó que te llevaron detenido hace unos años-
-Es una larga historia, ¿qué es de ti?-
-Oye, déjame terminar. Nuestra madre también se enteró de lo sucedido, de hecho, te hicieron salir antes por ella-
-Yo todo este tiempo juré que fue por buena conducta-
-Bueno, recuerda que nuestra madre siempre ha sido muy poderosa-
-Sí, pero ese no es el asunto. Te llevaron detenido, a ti, que con suerte me corregías las palabras que pronunciaba mal-
-Debía ocurrir, ahí comencé a trabajar para los Reos y me está yendo muy bien. De hecho el Estado me está pagando para que haga unas terapias-
-Hranislav, con todo respeto, pero pierdes el tiempo-
-¿Por qué?-
-La gente nunca cambia-
-Pero si la ayudo, puede que haga algo-
-Con simples charlas y palabras no se hace mucho. Te lo dije desde que comenzaste a estudiar psicología-
-El trabajo lo hace la gente, solo les doy una mano-
-Yo creo que se ayuda más con acciones que con palabras... cuando hipnotizas a la gente, ahí sí que la ayudas-
-Eres un bruto-
-Todos los días de mi vida-
-Ahí solo se la controla, no se le ayuda-
-Como tú digas, total son solo puntos de vista, hermanito-
-Es verdad... ¿cómo te va en la universidad?, ¿te gusta Londres?-
-¿Cómo me va a gustar esa cosa?, no me agradan los ingleses, sus dientes son horribles y sus costumbres demasiado artificiales. Si no fuera por nuestro padre, me iría a vivir de nuevo a Praga-
-Hermano, recuerda que están haciendo un esfuerzo por ti-
-Oh, lo tengo muy presente, pero no me gusta ver que nuestro padre podría estar gastando dinero en nuestro hermano menor-
-Vitezslav, estoy seguro que ni a ti ni a mí nos gusta ver sufrir a Oleksander con su epilepsia, a nadie le gusta, pero todos debemos trabajar en algo para mantener al pequeño y a nuestra familia-
-Lo sé, lo sé, pero podrían ahorrarse el dinero y que yo estudie modestamente en la Universidad Carolina, allá en Praga-
- Vitezslav, ellos piensan en ti y en tu futuro, saben que eres muy talentoso en el área de la medicina-
-Hermano, tú eres el único que sabe que soy necrólogo, nuestros padres juran que soy médico y salvo vidas, de verdad, no valgo la pena-
-Por el amor de... piensa, que esto es para ti, si quieres preocuparte por Oleksander, ayuda como tú quieras, pero no es necesario que sigas las reglas de lo instaurado-
-Siempre concluyes con lo mismo. Como sea, ¿has hecho algo más aparte de ser arrestado?-
-Justo ahora estoy decidiendo algo, escucha, tengo un paciente con un trastorno muy feo, ¿entiendes?, y tengo dos posibilidades, o le hago la terapia corriente o...-
-¿Terapia corriente?, ni hablar, tú debes usar tu hipnosis, no te decimos Hipnos porque sí-
-Es que lo encuentro anti-moral-
-Viejo, no existe la moral, es un invento de la sociedad, si tú, que tienes el poder lo encuentras bueno para él, está bien, si no, combina ambas cosas-
-¿Seguro?, no tengo ganas de causarle mal...-
-Hermano, de verdad, combina ambas cosas... ¿sí?....ya... Viejo, me voy, si quieres te llamo mañana-
-No es necesario-
-¿No quieres hablar conmigo?-
-Que pesado... no es eso, mira, yo te llamo, quedó registrado el número, así que bueno-
-Bien, hablamos-
-sbohem-
-sbohem-
                Vitezslav es mi hermano mellizo, somos muy semejantes y diferentes en muchos rasgos, por ejemplo él ama todo lo que tenga que ver con la muerte, desde niño gozaba con matar animalitos con sus propias manos, su aspecto desde siempre no fue muy agradable, tiene el cabello muy negro, la piel muy blanca y es muy delgado, algo sarcástico y antipático. En el fondo, es un niño que siempre se ha sentido muy solo, por eso se resguardaba en mí, su igual pero contrario. Por otra parte, yo en mi niñez era muy somnoliento, con reacciones aletargadas y con la cabeza en cualquier lugar, ayudaba siempre a mi hermano a adormecer a sus víctimas y cuando Vitezslav molestaba mucho, también lo adormecía. Ese poder maquiavélico era un regalo de mi padre, el Señor Tma. Se cree que mi padre hipnotizó a mi madre, la Señora Noc de Tma, para lograr su amor.
                Vitezslav desde siempre tuvo aparte de un severo sarcasmo, un modo de ser muy irreverente, descarado y descortés, eso varió muy poco al crecer y con la ayuda de sus conquistas amorosas. Al hablar ese día con mi hermano, pensé que me hablaría con tristeza, pues su último amor era imposible y estuvo muchos meses pegado con ella en su mente. Mi padre me insistió que lo hipnotizara, pero finalmente no lo hice, no fui capaz, sentía que él solo debía afrontar su dolor, parece que le fue bien, pensé en ese entonces...
                Pasó un tiempo y me dio mucha curiosidad saber en qué estaba mi querido hermano. Así que comencé a buscar en los archivos de la universidad inglesa. Incluso, llamé al Rector de su carrera... pero nadie tenía ni idea de Vitezslav Tma. Llamé entonces a mi antigua casa y me dijeron lo mismo, no tenían ni idea dónde estaba Vitezslav... Hermano, ¿dónde estabas?
 
                A ella, ya la conocía. Estudia estética. Tiene una larga cabellera color café oscuro, unos ojos grisáceos, se nota que es eslava igual que yo. Se llama Dusa Jirackova, es muy pretenciosa, cuando estoy caminando por el campus y la veo, solitaria, está siempre con un espejo, retocándose el maquillaje, peinando sus cabellos o mirando a alguien a través de los reflejos. Siempre pensé que un hombre como yo, sería adecuado para una mujer como ella. Estaba sentada en el césped del campus, ahí, en ese momento, me acerqué. Hacía frío y ella vestía de un abrigo color lila y una bufanda rosada. Yo estaba con un enorme y pesado chaleco largo con una enorme bufanda negra. Ella se volteó a verme y se asombró, yo le sonreí
-¿Dónde estabas, Evan?- no era exactamente a mí. Me di vuelta y me encontré con mi doble. Un muchacho de cabello dorado, ojos azules, delgado y de piel rosada, como un Querubín. La muchacha al verle, corrió y lo abrazó.
                Me deprimí mucho.
                A Dusa la conocí un día cercano a mi cumpleaños. Yo tenía siete años y ella cinco. Mi padre, el señor Tma, era gerente de un banco y dos empresas muy importantes. El padre de Dusa era su mano derecha. Mi familia y la suya se juntaron un día por asuntos de negocios, en un almuerzo. Por parte de mi papá, estaba con sus 17 hijos, en cambio, él tiene tres hijas. Dusa es la menor. La primera vez que la vi, la encontré un poco fea. Sus ojos grises me asustaban un poco,  esa mirada penetrante pero tierna. Sus hermanas mayores me parecían más agradables y jugué un poco con ellas ese día. Mis otros hermanos, en cambio, se fueron a sus habitaciones. Recuerdo que junto a mí estaba Hranislav, Oleksander y Miruna, mi hermanita menor. Jugamos con las tres niñas y las dos mayores eran mucho más extrovertidas, femeninas y presumidas que Dusa. Hranislav la tomaba mucho en cuenta, a Dusa le encantaba su carácter adormecido, tan característico de él. Le asustaba mucho mis juegos mortuorios y Miruna se burlaba mucho de ella. Dusa, con su alma sensible, lloraba con mucha facilidad.  Me contó mi madre que mi hermano me adormeció y eso le dio gracia a Dusa, es hecho, ella recuerda que dijo “Se ve más bonito así, tu hermano es guapo Hranislav, pero es mucho más cuando se queda callado”. Desde que me contaron eso, deseé que Dusa me volviera a decir algo similar, le pedí a mi hermano que la hipnotizara y la obligase a decir eso. Hranislav me miró extrañado y me dijo “¿Estás demente?, con dones como estos se ayuda a la gente, no se le utiliza”, iba a hacer una pataleta, pero me adormeció. Entonces, conseguí seguir a Dusa a todas partes, el problema es que huía de mí.
                En un momento, el día de los enamorados, fui a su casa y le llevaba un gran ramo de lilas. Toqué el timbre de su casa y esperé mucho rato a que saliera, según recuerdo, fueron horas, largas horas. Cerré mis pequeños ojos y sentí que me tocaron la espalda, al darme vuelta, era ella. Sus ojos me asustaron tanto como mi presencia a ella
-¿Qué haces aquí?-
-Yo...yo...-
-Si vienes a molestarme, te las verás con mi papá-
-D...Dusa escúchame-
-¡Habla rápido!-
-Yo te quería regalar estas lilas... es que...-
-¿Enserio?, ¿por qué?-
- Bueno... yo...-
-¿Te quieres disculpar por hacerme ver cómo le sacabas las orejas a un ratón?-
-Eh, yo, sí, eso-
                Dusa me tomó de la muñeca y me abrazó, tomó las flores y se fue a jugar a la calle. Se las puso en sus cabellos y yo, atontado, la miré cautivado. Pensé que con ese gesto, ella se había enamorado de mí, tanto como yo creía sentir por ella. Toda la ropa que le vi después, en cada encuentro casual, era color lila. Hranislav conversaba bastante con ella y cada vez que volvía a casa, me decía “Dusa te manda saludos, hermano”. Me sentía muy emocionado. El día de mi cumpleaños número diez, la invité. Los anteriores fue un hazaña el hecho de hablarle, pero invitarla a mi casa fue algo totalmente heroico. Nuevamente, toqué el timbre de su casa y me abrió su padre. No sabía que decirle, estaba muy nervioso. Así que le dije
-Señor... ¿cómo está?-
-Niño, si buscas ser agradable conmigo, no lo conseguirás-
                Enseguida, comenzó a darme sermones que no merecía, no entendía por qué, me dijo que debía trabajar, madurar, crecer, no entendí, hasta que salió Dusa de la nada, tras su padre
-Papá, ¿por qué le dices eso a Vitezslav?-
-¿Vitezslav?, perdona, te confundí con tu hermano, ¿qué deseas pequeño?-
-Yo... quiero invitar a Dusa a mi cumpleaños, es en un par de días más-
-Papá, ¿puedo ir?-
               
                Para mi suerte, Dusa estuvo apegada a mí todo mi cumpleaños. Le temía a mis hermanos, salvo a Hranislav, que, como siempre, se quedó dormido con el pastel en la cara. Le tomamos una fotografía que aún está en el álbum de la familia. Ese día jugamos mucho, extrañamente, fui muy amable y le impresionó mucho a mi madre y a mi padre. Decían entre ellos que Dusa debía ir más seguido a mi hogar. Así fue, siempre después del colegio iba a mi casa a jugar, hacíamos juntos las tareas. A diferencia de ella, a mí me iba mucho mejor en el colegio, de hecho, yo siempre fui el mejor alumno del aula. Por el contrario, Dusa prefería mirarse horas al espejo en vez de hacer los deberes. Le ayudaba en lo que podía y era bastante gracioso. Gracias a ella, el primer trabajo que quise tener de grande era maestro de clases. No duró por mucho tiempo. Dusa y yo crecimos. Extrañamente, mi buen humor comenzó a desaparecer, ¿por qué?, Dusa se fijó en mi hermano cuando teníamos trece años. Me enojó mucho, pero intentando mantener el buen ánimo para ella, cometí los actos más crueles de mi corta vida. Les pegaba de vez en cuando a mis hermanos menores, aniquilaba miles de animalitos con cuchillos, tenedores, tijeras, cualquier cosa corto punzante.
                Dusa entró en mi casa sin avisar, la seguí cuando escuché como estornudó en la cocina y fue al cuarto de mi hermano, para variar, dormía. Ella, dulcemente le despertó, besándolo en la mejilla. Yo vi eso, mientras todo lo existente en mi corazón, moría. Se despertó Hranislav, la miró y con aires proféticos, gritó
-Yo espero a mi esposa, Pasítea. Psique, pierdes el tiempo buscando el sueño- y se volvió a dormir
                Dusa quedó impactada y yo no. Estaba muy metido en que ella saliera de inmediatamente de la habitación de mi hermano y fuese conmigo inmediatamente a conversar. Al darse cuenta de mi presencia, parecía asustada
-Dusa, mejor vamos a hablar-
Caminamos y fuimos al patio, nos sentamos en el césped
-¿Venías acá por mi hermano o por mí?-
-Tú eres muy agradable cuando no piensas en esas cosas horribles; muerte, sangre, pero tu hermano es muy tierno-
-¿Lo conoces bien?-
-No, a ti te conozco mejor, pero prefiero que solo seamos amigos-
                Entonces me dio una enorme depresión.
                 Yo deseaba que Dusa fuera mi amada y yo su amado, no que ella fuese mi amada y yo solo su amigo. Cada vez que preguntaba por mí, decía que inventaran algo, porque yo realmente no estaba, o si estaba, tenía alrededor mío un aura negra que me hacía invisible entre tanta gente, yo ya no quería ser visto, yo me esforcé ese entonces por ser un muchacho bueno y agradable, cosa que en mí, en esos años, jamás se había visto.
                 Cada día me quebraba más, evitaba por todos los medios hablar con mi hermano o mi madre, me encerraba días enteros en mi habitación, realizando cálculos, haciendo tareas extra de historia, física, química, matemáticas, lo que fuera, me distraían, para no pensar en el amor, porque lo encontré un fiasco, algo que es tan poco probable como la aparición de un unicornio en plena ciudad. Entonces me encuadré profundamente en las ciencias para que me dejasen en paz, cualquier persona existente o hecho.
                Al entrar en la escuela secundaria, me hice muy conocido entre las muchachas. Les gustaban los muchachos silenciosos e inteligentes, así que me perseguían a todos lados y yo no las soportaba. No las escuchaba y sentía mis propias pulsaciones de muerte dentro de mí, mis pocas ganas de vivir, mis pocas ganas de seguir existiendo. Salí con los mayores honores y reconocimientos por mis calificaciones, pero realmente no me llenaban nada. Di junto con mi hermano la prueba de acceso a la universidad. Él entró a estudiar psicología a la universidad Carolina y yo a estudiar Medicina y me especialicé en Necrología... Pero otra cosa muy terrible ocurrió, nuestro hermano Oleksander empezó con unos extraños ataques de epilepsia. Ese pequeño de solo nueve años, fue desastroso. Mi padre me envió a Londres a estudiar lo que sea para ayudar a mi hermanito, lo mismo hizo con Hranislav. El problema fue que yo ya no podía cambiar de especialización, porque me quedaba solo un semestre, así que esperé a terminar lo mejor posible. Pensé muchas veces en no estudiar Neurología... pero encontré en ese lugar a Dusa y ya no sabía qué hacer.
                Pensé que me reconocería o algo así, pero una muchacha tan bonita capta rápidamente la atención de otros. Me deprimió mucho, pero bueno. Al menos se que estudia estética y que conoce a ese tal Evan. Vamos a ver quién es.
               
                Mierda, ¿y si se suicidó?, no, no lo creo factible, mi hermano se burla de aquellos que son cobardes frente a pequeñas cosas, desean perder la vida... Pero él siempre estuvo enamorado, ¿qué pasa si la encontró y está con otro?, Vitezslav no lo aguantaría mucho tiempo.
                Mi hermano desde siempre me ha preocupado. Su actitud extraña frente a los demás siempre me llamó la atención, le chocaba tanto como a mí estar siempre rodeado de tanta gente, de tantos hermanos. Vitezslav no soportaba estar con nuestros hermanitos y hermanitas menores. Los quería mucho, pero era demasiado. No puedo decir mucho de mí, dormía la mayor parte del día, cosa que me imposibilitaba de tener contacto extenso con mis hermanos, menos Vitezslav. Pobre muchacho... A la par que me preocupaba por él, estaba pendiente en revisar una y otra vez todos los test que le hice a Hatt, para ver si la Hipnosis era el único antídoto para su padecimiento. No estaba seguro, no quería obligar a nadie. Así que para buscar respuestas, tomé las llaves del departamento y fui a un bar a escuchar Jazz.
                Pedí un trago mientras escuchaba a los saxofones junto a un pianista hacer de las suyas. Estaba absorto en mis pensamientos y se sentó alguien en mi mesa
-Hola guapo, ¿tienes algo para mí?-
-Lo siento señorita, no tengo mucho dinero en este momento, yo creo que el hombre que está allá. Si, ese el que está mirando, ese que viste muy bien, la necesitará más que yo-
-Usted tiene buen ojo. Parece un hombre importante, ¿en qué trabaja?-
-Soy psicólogo, señorita-
-Que interesante, ¿y a quienes atiende?-
-A los presos-
-¿De veras?- se sentó definitivamente a mi lado
-Parece interesada, ¿su marido está encarcelado?-
-Sí, hace trece años... ¡Camarero, un whisky para mí, ahora!-
-Cuénteme, parece que necesita ser escuchada-
-Si... Me casé con él cuando tenía veinte años, era sabandija, le encantaba cantar ópera y tener sexo con cualquiera. Yo fui su última cualquiera, porque le hice entender por medio de la biblia lo importante que era estar unido para siempre con alguien. Todo eso, se fue a la mierda cuando lo tomaron detenido por violación a tres muchachos... ¿sabe cómo me sentí?- exclamó- ¡Destruida!, ¡Me sentí inútil, el peor ser humano del mundo!- lloró y el mozo le trajo una botella enorme de whisky, ella la destapó y bebió de la boca
-Pero no es su culpa. Lo digo como especialista, señorita-
-Dígame, por favor, que debo hacer-
-Mire, deme el nombre de su marido y realizaremos una terapia en conjunto, ¿le parece bien?, tome, mi tarjeta, puede llamarme cuando quiera, ¿sabe?, prefiero no cobrarle-
-¡Dios lo bendiga, Dios lo bendiga!- siguió bebiendo con toda la brutalidad del mundo
                Me fui al poco tiempo y se me ocurrió que podía hacer algo similar con Hatt, preferí miles de veces eso que hipnotizarlo.
-Disculpe-
-¿Si?
-¿Sabe cómo llegar a la avenida principal?-
-Mire, si se fija bien, en el poste de luz de allá, si, ese, debe ir hacia mano derecha y caminar unas tres cuadras, luego cuando vea el puesto de hamburguesas, girar hacia la izquierda y llegará a la avenida... Disculpe, pero su cara me parece conocida-
-Puede ser, mucha gente me ha dicho lo mismo. Usted tiene cara de ser alguien con aptitudes especiales, ¿puede ver mi aura o saber a qué hora moriré?-
-No señor, no sé de qué me habla-
-Bueno, si le interesa, estoy dando clases de Nei Dan Gong Fa- Al pronunciar “Nei Dan” se me puso la piel de gallina, miré bien a la persona que me hablaba... era un hombre con rasgos asiáticos de una edad indefinida, tenía actitud de persona mayor, pero no vi ninguna cana o arruga en sus cabello o fas, me sorprendió y me pasó un folleto de una academia y con un gesto se alejó, sin dejar rastro. La gente de mi alrededor parecía desconcertada al verme, yo también lo estaba ¿soñé en ese momento?, ¿aluciné?, no, porque el folleto estaba en mi mano, con letras chinas decía “Nei Dan Gong Fa” y abajo lo mismo pero en el alfabeto latino.
                Comencé a preguntarme muchas cosas en el momento, una de ellas era el destino de Nei Dan, ¿qué fue de él?, ¿era realmente un pederasta, según dictaba la ley? A paso lento, volvía a mi apartamento si ningún ánimo, pensando constantemente en él y en la muchacha, nunca, repito, supe su nombre, hasta el día de hoy, me lo pregunto. Con la cabeza en el piso, mirando mis zapatos, me preguntaba si yo alguna vez me sané de una herida que siempre tuve dentro de mí. A estas alturas, no ha cicatrizado, debe estar podrida y con razón, la percepción que tenía de niño se fue, sin que me lo propusiera e incluso, lo pude desarrollar más...
                En mi infancia, la pasaba todo el día en mi casa, no tenía muchos amigos o puede que ninguno. Al igual que Vitezslav, era muy aplicado y me encerraba en mis estudios. Lo que más me traumaba constantemente, era vivir y habitar en una misma casa con gente, lo encontraba increíble y a la vez tortuoso, no me gustaba para nada ayudar en la casa, cuidar a mis hermanos o hacerle “favores” a mi padre y madre. Necesitaba estar solo, sin nadie, solo quería... solo quería verme a mí mismo en el espejo, porque una pregunta rondaba incesantemente por mi mente “¿quién soy?”, miraba mi pelo cuando estaba en el baño. Corto, grisáceo, lacio pero un poco ondulado. Luego mis ojos. Negros, profundos, no muy grandes ni pequeños. Mi piel, tersa, como porcelana, pálida y sin gracia. Me fijaba en mis manos, bastante fuertes y resistentes, con cortes y quemaduras en algunos dedos, por juegos con mi hermanito. Sin embargo, no lograba ver qué me hacía especial entre medio de la gente. Cuando nos sentábamos a la mesa, me fijaba en todos para poder ver como se distinguían los unos de los otros, sus gestos, expresiones faciales, todo. Pero no lograba verme o sentirme, me convencí de que si cambiaba mi tono de voz, el color de mi cabello o agregaba alguna frase extra, palabra, jerga, nada iba a cambiar. Lo intenté una vez y el único que se dio cuenta, fue mi hermano.
-¿Ahora le agregas un bostezo a cada frase que dices?, eres raro-
-No... no lo soy-
-Si lo eres-
-No-
-Si-
-Ya, basta... no sé qué hacer-
-pareces perdido hermanito-
-No sé quien soy-
-¿Enserio?, yo no tengo ni puta idea tampoco-
-¡Vitezslav, no digas palabrotas!-
-¿Y qué?, me da rabia que los adultos nos digan “no hables así, no digas esto, bla bla bla” y luego nosotros los sorprendamos hablando como la gente cualquiera-
-Bueno... tienes razón, pero...-
-Sí, no es el tema. Eso es difícil, estamos en una edad donde nos tratamos de identificar con nosotros mismos, el problema es que hay demasiada gente y entre tanto tumulto, no nos vemos con claridad. Mira, pensemos lo siguiente, ¿Quiénes realmente nos educaron?-
-Se supone que nuestros padres...-
-Mira, escúchame bien, ¿nos han enseñado algo bueno?-
-Creo,  que... no lo sé, jamás me he detenido a pensarlo-
-Nos han enseñado cosas prácticas más que nada-
-Hm... ¿Y valores?-
-¿Valores? , ¿Qué mierda es eso?-
- Bueno, a compartir, ser responsable...-
-Sí, puede que eso sirva, pero también es una cosa práctica-
- ¿Entonces?
- Ahí está, no tiene ninguna gracia, uno mismo decide que es lo que quiere y que no. Yo decidí ser lo que soy, por ejemplo, me importa un pepino si a las niñas les gusta o no que le saque la cabeza a sus muñecas, me importa un carajo los tontos que me molestan en el colegio por ser mejor alumno que ellos. Hranislav, hermanito, te deben respetar, esa es la primera gran regla para encontrarse a uno mismo-
                Cuando escuché eso, lo tomé como un simple rebelde. Siempre le hacía caso a mi padre y madre, en cualquier cosa, de hecho, todos los que se portaban mal en mi aula o en la casa, me parecían totalmente negativos en nuestra casa... menos mi hermano, porque lo entendía mejor que nadie. Aún lo entiendo, pero tengo mucho miedo de que ya no esté, de que no sé nada de él. Ojalá, sea feliz, es lo único que quiero, que sea feliz, recuerdo todos las noches que lloraba incesantemente, en esa enorme casa, nadie lo escuchaba, solo yo. Un instante, me motivó a acercarme a su cuarto, a su cama y luego a su oído. Pensaba en lo que ocurrió ese día. Una amiga de ambos, Dusa, se acercó a mí con una intención no muy agradable para mis horas de sueño, cosa que encolerizó pero entristeció a mi hermano, no entendía por qué.
-¿Estás llorando?-
-Claro que si, imbécil-
-¿Qué te pasó?-
-Dusa me dijo que quería ser mi amiga-
-¿Y eso es malo?-
-Sí, yo la amo y ella a mí no-
-Dame un lado-
-¿Qué?-
- Que te corras, para darte un abrazo, ¿dónde está la lámpara?, no veo nada-
                Prendió la lámpara, después de tropezar con muchos objetos de su velador. Ahí estaba, con los ojos rojos, la nariz hinchada y una expresión mortalmente triste. Su cama estaba totalmente desordenada y su habitación con aquella luz daba mucho miedo. Sus muñecos todos con una expresión neutra y vestidos de negro, sus autitos de plástico medios destruidos y las montañas de libros, su escritorio lleno de lápices pulcros y ordenados en cajitas o lapiceras, los cuadernos también impecables. Miré a mi hermano con atención, lloraba silencioso y no entendía como lo había, sus sollozos son tan mínimos que solo un ratón los escucharía como una ópera en un teatro. Lo tomé de la mejilla y lo miré atentamente. Él igual me observaba, vi a través de esas negras obsidianas el vacío, la muerte constante, las pulsaciones de Tánatos. Mi hermano no las podía aguantar, su alma sensible, que se ocultaba tras la fachada de ese crío insolente, realmente se sentía demasiado angustiado, porque todo lo que hacía, terminaba muriendo inevitablemente. Para un niño, es terrible eso, un niño necesita seguridad para poder estar bien, pero mi hermano era muy inseguro consigo mismo, todo lo que hacía, terminaba en eso, en muerte, en inexistencias. Lo entendía perfectamente, entendía tan bien esa soledad...
-Papá quiere que te hipnotice-
-Me imagino que lo harás- decía con un tono muy arrogante
-No puedo hacerle eso a mi hermano mellizo, no puedo hacerlo, tienes que vivir, sentir y crecer, eso no te hará lograr lo que la gente no es capaz por sí sola. Pensar y ver más allá de las reglas establecidas, porque tú eres un ser individual, único e irrepetible, que jamás volverá a manifestarse en este mundo-
-Vaya... tienes iluminaciones a estas horas... –
-Solo mírate, eres Tánatos y yo tu hermano Hipnos, ambos somos hijos de la Noche y la Oscuridad. Vivimos inmersos en las tinieblas que nos han transmitido ellos, en aquella falta de luz que debe venir de nosotros-
-¿Has estado leyendo los libros de mitología griega de mamá?-
-Todo el tiempo, son interesantes... Vitezslav, por favor, ni se te ocurra amar a Psique, digo a Dusa... Te terminará matando el amor no correspondido. Dicen que las hadas...-
-No soy un hada, viejo-
-Es una metáfora, estúpido. Cuando uno se sintoniza con la Tierra, es decir, con uno mismo, es feliz y sano, pero cuando aparecen obstáculos y uno sale dañado luego de enfrentarlos, es decir que siguen ahí. Si las hadas dejan de estar en sintonía con la Tierra, tienen melancolía, algo que puede ser mejorable, pero el amor no correspondido pudre por dentro, porque uno ama y el otro no. Mira, piénsalo. Psique está con Eros, Tánatos no está con Psique-
-Hermano, me estás catalogando a través de un mito griego, algo que no es aplicable a la actualidad-
-Hermano, ¿cómo es Tánatos?-
-Es el Dios de la Muerte no Violenta, es mortuorio, oscuro, está rodeado de mariposas que son almas, es un hombre joven...-
-¿Crees que sea feliz?-
-No me lo imagino riendo, me lo imagino muy serio-
-¿Crees que le guste crear?-
-No, le gusta matar... no violentamente-
-Bueno, busca a la Vida, eso es más factible que a una simple alma, tienes almas por montones y una de ellas no te va a satisfaces, ya las conoces bien...-
                Sin querer, me quedé dormido, pero parece que Vitezslav entendió. No quiso volver a ver a Dusa y eso me pareció bien. Se centró en estudiar, en hacer bien sus cosas. Cuando estaba solo, me decía mi hermana mayor Dragana que sus ojos se volvían cristalinos y distantes. Notaba que se encerraba en su habitación y no volvía en sí... mi pobre hermano... Ella intentaba consolarlo, pero él no hacía otra cosa más que llorar intensamente. Su hermano mellizo, Estanislao, intentaba que razonara... pero nada. Mi hermano estaba profundamente enamorado y no podía remediarlo, era algo terrible. Vitezslav al cabo de unos años, se enfermó, pasaba en cama la mayor parte del día. Tenía, según un médico, neumonía, nadie sabía por qué. Le dieron los remedios recetados por él y no sanó. Mi padre contrató a otro médico y tenía tuberculosis. Entonces mi madre se puso a gritar y llorar. “Tranquila señora”, dijo el médico “existen curas para esta enfermedad”. Lo trataron igualmente con antibióticos. Mi hermano no mejoraba, es más, empeoraba.
-¿Cuándo piensas estar mejor?-
-Cuando se me de la regalada gana. Ahora solo quiero morir-
-No digas tonterías, eres un muchacho brillante, tienes a todas las muchachas del aula a tus pies, eres un buen hermano...-
-Cállate, esas cosas no llenan el vacío que siento-
-¿Qué vacío?-
-El de amar y no ser amado-
-Si te escuchase papá, te aforraría a golpes-
-No me importa, mi corazón es más importante que mi mente, el corazón es el real motor de todo. Si no hay sangre, el organismo no funciona, si falla una parte del cerebro, se puede arreglar, pero si el músculo cardíaco muere en parte, no hay solución, todo muere y mi corazón se hace poroso y musgoso, me duele cada día más, no quiero vivir, ojalá muera, ¿para qué seguir viviendo si no puedo ser amado?, no me importa que venga mamá y se ponga a llorar, porque realmente no le veo, lo mismo digo de papá, el único que tiene derecho a llorar en mi cama, eres tú-
-Si quieres vivir, aunque sea Vitezslav, hazlo por mí. Soy tu hermano, compartimos el mismo útero al mismo tiempo, siempre hemos estado juntos. Está bien que desees morir, pero recuerda que yo siempre estaré contigo. Te lo aseguro, si nos separamos, no importa, porque tenemos una cadena que nos une, una cadena de plata y diamantes, fuertes e indestructible, que nos mantendrá siempre unidos, cualquier cosa que te pase a ti, me pasará, ¿comprendes?, somos únicos, recuerda eso, nos queremos y francamente, puede que solo nos entendamos entre nosotros.-
-¿Por qué estás tan seguro de eso?, yo creo que alguien más allá afuera me pueda entender, el problema es que ahora solo pienso en Dusa, puede que esté demasiado frustrado porque yo pensaba que si hacía lo que me parecía bien, lo lograría, pero realmente no fue así. Realmente, eres el único que me entiende y ve que  lo mejor es seguir en apoyo mutuo... Hermano, si me sigues ayudando, el día de mañana, si te pasa algo, yo igual haré lo mismo. Ya que la idea no es que me atiborren de medicinas químicas, si no con medicinas de verdad. La única que tengo es tu amor de hermano, tu comprensión, porque nadie más me la brinda-
 
                Investigué quién es Evan, es un artista, un pintor que le llaman a veces “Eros”, porque se parece mucho a él, o por lo menos como lo describen. Me acerqué a él cuando almorzaba, estaba solo, absorto en su mundo, me recordó mucho a mi hermano.
-Disculpa- le dije
-¿Si?- me miró con naturalidad y luego muy asustado. Ese día nevaba y mientras más frío hace, más temible me veo
-¿Tú eres Evan Arrow?-
-S...si, ¿y tú quién eres?, ¿te conozco?-
-No, no me conoces. Escuché que pintas paisajes surrealistas geniales y me gustaría verlos-
-¿No me estás mintiendo?, al fin alguien reconoce mi genio artístico. Dime, ¿eres artista también?-
-No, no... Soy necrólogo-
-Oh, disculpe mi ignorancia, pero ¿a qué se dedica un necrólogo?- preguntó como si yo fuera alguien importante
-A nada muy importante, solo hacen autopsias-
-Qué interesante- dijo muy expresivo- ¿Por qué decidiste estudiar eso?-
-Sólo mírame, parezco una carrosa fúnebre con pies-
-Un sarcófago con una bufanda H&M, tienes un abrigo muy caro que no parece de acá, tu cara no parece inglesa y además, sabes mi nombre, ¿cómo te llamas?-
-Vitezslav Tma-
-¿Eres ruso?-
-Eslavo sí, pero ruso no, soy checo.-
- Oh, además de estudiar algo interesante, eres extranjero. Bueno, yo igual, soy estadounidense-
-¿Enserio?, mi hermano mellizo vive en Boston-
-¿Hace cuánto?, tengo familia ahí-
-Como hace unos... cinco años-
-Cuéntame más de ti, vamos a mi habitación, ahí tengo mis paisajes-
                A cada paso que dábamos, Evan me preguntaba muchas cosas respecto a mi cultura, le interesó mucho que yo, al igual que él, fuera extranjero. Yo igualmente le pregunté sobre él
-Dime Evan, ¿cómo llegaste acá?-
-Mira, digamos que tengo un pariente que hace clases acá. Mi madre, que está a cargo de mí desde que nací, habló con él para estudiar acá. Me costó mucho acostumbrarme, ¿sabes?, el inglés nativo estadounidense es muy diferente al inglés Británico, detesto que entonen tanto al hablar, ¿por qué no son más... cómo decirlo, prácticos?-
-Seguramente es porque así simplemente son los ingleses, su cultura es una gran mezcla de cosas. No soy un estudioso de Inglaterra, pero mi país por lo menos y algunos de los alrededores, marcaron mucho su cultura para diferenciarse una de la otra. Si no fuera por ese idioma, no existiría tu variante lingüística-
-Tienes razón... sabes bastante Vitezslav, ¿dónde estudiaste antes?-
-En la Universidad Carolina en Praga. Me gusta mucho más la de allá que la de acá-
-¿Por qué?-
-Es algo complicado Evan... cuando nos conozcamos más, te cuento-
-Muy bien muchacho, veo que eres reservado. Mira, ahí está mi habitación-
                Frente a la puerta, vi como sacaba las llaves. Con suma delicadeza, un poco femenino. Abrió la pieza de madera y vi que las paredes estaban manchadas de pintura, con óleos, acrílicos y pastel. Un atril en medio de la sala con un cuadro a medias, un sofá no muy grande ni muy pequeño con un plato de tartaleta a medio comer, un poco verde. El piso, de madera, extremadamente manchado. Me hizo pasar y colgar mi bufanda y abrigo en el perchero. El aire caliente funcionaba bien, creo que era lo único decente en su habitación. Me preguntó si quería un café o chocolate caliente, un té o cualquier cosa. Miré la cocina y una torre de platos, amablemente dije “no gracias, Evan”. Nos sentamos en el sofá, no muy cómodo y seguimos charlando.
                Seguí observando cosas de su habitación. Habían cuadros de diferentes cosas, abstractos, naturalezas muertas, expresionismo, muchas cosas y nada realista.., excepto los paisajes y un retrato a una mujer muy hermosa y voluptuosa
-Evan, ¿quién es ella?, es muy hermosa- le señalé el retrato, me fijé bien y estaba hecho con tinta china. La pluma que usó era de trazo fino
-Todos siempre preguntan lo mismo, bueno, es mi madre-
-¿Enserio?, se ve de nuestra edad-
-Amigo, tiene 56 años-
-Y se mantiene estupenda-
-Si...- dijo con un aire triste
-Se que recién nos conocemos, pero mi hermano siempre me decía que todo pasa por algo-
-Eres un buen tipo, Vitezslav, se te nota, tengo consciencia de eso. Para serte franco, tengo un montón de amigos, muchos, creo que la mitad de la gente que está en este campus. Pero realmente estoy solo-
-Te entiendo-
-Así que, quiero que seas mi amigo de verdad-
-¿A qué te refieres?-
-Quiero ser sincero contigo, mi madre es prostituta-
-¿Y eso te avergüenza?-
-Sí y mucho, toda la gente que está acá tiene padres médicos, abogados, empresarios, cosas así... no le puedo decir a nadie el oficio de mi madre porque todos se burlarían de mí y me dejarían tal cual me siento-
-Evan, para serte franco, no creo que debas avergonzarte de tu madre-
-Pero es un oficio desastroso-
-No te ofendas... pero, ¿ella hace bien su trabajo?-
-Lo siento, me ofendiste igual-
-Maldición, soy muy poco delicado con esas cosas. De verdad, perdón-
-Bueno, disculpas aceptadas- sonrió- tampoco te puedo pedir mucho, eres la primera persona que se acerca tan casualmente. Creo que me comentaron de ti unas personas que estudian medicina, me dijeron que eres brillante pero muy maquiavélico-
-No desvíes el tema, amigo-
-¿Me llamaste amigo?-
-Claro, ¿y por qué no?, eso queremos forjar, una amistad, ¿o me equivoco?-
-Sí, tienes razón. Oh, debo decirle al mundo que tengo un amigo de verdad-
-A media humanidad le sorprendería-
-No Vitezslav, a media humanidad le sorprendería que tú tuvieses amigos-
-¿Cómo lo sabes?-
-Hace rato ya que te observaba con Dusa. Ella me decía “¿Ves a ese muchacho?, parece solo, ¿por qué no le hablar?”- al nombrarla, mi corazón se detuvo
-Espera, ¿no eres un amigo sincero y cercano de Dusa?-
-¿Cómo se puede ser amigo de esa mujer?, es demasiado superficial compadre-
-¿De verdad?, para serte franco, yo la conocí cuando éramos niños-
-¿No te estarás confundiendo de Dusa?, esta dice que es de Polonia-
-Evan, se que el eslavo es una raíz común de los de europa del Este, pero se diferenciar bien un nombre Polaco a un nombre Checo y su nombre es de mi país-
-Bueno, dime el apellido de tu amiga-
-Jirackova-
-¡Ese es el apellido de esta Dusa!, qué mal, no sé por qué me ha mentido-
-Bueno, para que veas, los amigos de verdad se confían cosas de verdad y hablan desde el corazón, se que suena cursi, pero hay que ser honestos-
-Vitezslav... me has enseñado cosas ¡OH, Qué emoción!- decía con euforia mientras brincaba como un niño, me asombró ver a un ser de mi edad así –Oye, no le digas a nadie lo de mi mamá-
-Está bien, pero igual –volví a mirar el retrato- es muy bella. ¿Vive en Boston?-
-Claro, no se mueve nunca de ahí-
-Seguramente puede que conozca a mi hermano, él al igual que tú y yo, no es de muchos amigos de verdad, pero siempre que alguien necesita compañía o ayuda, siempre está ahí-
-¿Crees que mi mamá necesita ayuda o compañía?-
-Yo la necesitaría si tuviera lejos a mi hijo-
-No creo...-
-Pero Evan, mírate, hace tres minutos saltabas como mariposa y ahora te pones triste-
-Es que es delicado el tema con mi madre. La recuerdo muy aprensiva, de verdad. Lo peor es que lo hacía injustificadamente-
-Mi madre es todo lo contrario. En mi casa, somos 17 hijos más nuestros dos padres. Mamá lo que hacía era enseñarnos lo básico, por ejemplo, ser responsable, respetar a otro y más cosas similares y nada más, a veces era cariñosa con nosotros. La parte afectiva es más entre los hermanos. Evan, ¿tienes hermanos?-
-No lo sé. Yo creo que sí, algo me lo dice, pero mi madre jamás me ha mencionado cosa así. Ahora que lo pienso, antes de irme para acá. Estaba en mi casa y vi que alguien fuera de mi casa, se parecía un poco a mí, luego apareció otro. Se veían cerca de mi edad y parecían esperar a alguien. Mi intuición me dijo que los haga pasar a la casa y eso hice. Les pregunté, “¿Qué esperan, muchachitos?” y sus caras al verme fueron tan brillantes como el sol. Les hice entrar y les serví uvas en una gran fuente, hacía calor ese día y las uvas refrescan, a mí por lo menos. Ellos me contaron que estaban buscando a su madre perdida, porque se dieron cuenta que en sus casas ellos no encajaban. Un muchacho se llama Howart y según me decía, se dedica a dirigir una casa de prostitutas, el otro se llama Andras, un padre joven y soltero de un hijo. Les pregunté qué les hacía pensar que su madre perdida vivía acá. Andras me dijo “Mi padre se supone que entró un día a esta casa, no recuerda cuando, pero le hizo pasar y nuestra madre tuvo sexo con él. Intentó volver a contactarse con ella, porque se enamoró perdidamente, el problema es que ella nunca volvió a dar señales”, Howart narró por otro lado “Mi padre estaba borracho y se encontró con mi madre en un callejón, no recuerda su cara, pero si su aroma, me dijo que huele a rosas afrodisíacas. Como tengo el olfato muy desarrollado, vine hasta acá, según dictó mi nariz. Y tú, ¿eres nuestro hermano”, los miré, sus caras se parecían mucho a la mía, de hecho por leves detalles se nota que no compartimos padre, les conté que mi madre estuvo casada con un militar, un general de ejército, de ahí nací yo y este al poco tiempo la abandonó, por su ser despreocupado con él en detalles que le hacían sufrir. Cayó entonces en la bebida y el tiempo de rehabilitación no le dio tiempo de buscar trabajo, entonces comenzó a vender su cuerpo-
-¿Y qué pasó después?, ¿tienes contacto con ellos?-
-No... Llegó mi madre a casa cuando eran las cuatro de la mañana, nos encontró a los tres, a Howard y Andras los echó a patadas. No volví a verlos nunca más-
-Pero es tu familia-
-Es complicado, Vitezslav, seguro en tu casa, pese a toda la gente, se vive mejor-
-En parte, Evan, en parte. Tengo un hermanito de nueve años que tiene epilepsia. Mi padre me mandó a estudiar acá para aprender neurología y ayudarlo. Pero sería más práctico que siguiera en Praga y que se ahorrase el dinero, que atendiese a mi hermano como debe ser-
-He escuchado que los Reyes tomaban decisiones a largo plazo y que eran más duraderos los resultados-
-Tienes razón, el resultado duradero es el aprendizaje que yo tenga... Me da la sensación de que mi hermanito no se enfermó por una falla en el cerebro. Puede que lo digan mis ganas de seguir en la universidad-
-Ah!, no es tan mala la universidad-
-¿Cuántos años crees que llevo estudiando necrología?, me quedaba la nada misma para salir, estuve 13 años ahí, y ahora deben ser más-
-Espera... ¿tienes treinta años?-
-Claro que si-
-Yo igual-
-¿Qué?, ¿enserio?, te ves mucho más joven que yo-
-Es porque no estoy estudiando de libros y materias constantemente, el arte nos hace vitales-
-Salvo honrosas excepciones...-
-Sí, pero digamos que la vejez no me toca. Entonces llevas mucho tiempo estudiado, que suerte. Por desgracia, yo no-
-¿Por qué no?-
-Mi madre se demoró mucho en conseguir matrícula en este lugar, nuestro pariente, digamos, nunca tenía tiempo para ella. Como por arte de magia, dio una respuesta-
                En ese momento pensé “no quiero saber cómo lo hizo”
-Está bien. Como decía, yo creo que el problema de mi hermanito tiene que ver con otras cosas. Cuando era niño, me enfermé de tuberculosis, no porque el bacilo de Koch estuviera presente en mi hogar, si no porque yo lo llamé, me sentía horriblemente mal anímicamente. No solo a mí me ocurrió, me enteré que mi hermano mayor Estanislao tuvo cáncer en el estómago porque amaba a su hermana melliza Dragana y como no podía ser, comenzó a enfermarse de a poco, de hecho, al igual que yo, deseó morir prontamente-
-¡No!, ¡Qué terrible!, ¿ahora está bien?-
-...- guardé un minuto de silencio. –Murió de hecho hace poco, Dragana igual. No era un amor no correspondido, de hecho, ambos se amaban, juraron siempre estar juntos, pero toda la sociedad se les vino encima, junto con nuestra familia, fue terrible para ellos. Siempre iba al lado de mi hermana a darle besitos o consuelo, pero no cesaban de llorar y lamentarse, no solo por eso, si no, porque su amado se moría. Fue muy duro para toda la familia. No entendí como es que la muerte de mi hermano fue solo hace tres años, no entiendo con qué fuerza pudo vivir un poco más. Le escribió muchas cartas a mi hermana, explicándole que se mejoraría, lo hacía para no verla triste, porque se le partía el alma cada vez que ella le visitaba. Mi hermana sabía que el moriría, así que también le vino un cáncer, leucemia para ser exacto. Murieron al mismo tiempo, seguramente. Digo seguramente porque mi hermano estaba en Praga y mi hermana en Bratislava-
-¿Dónde queda Bratislava?-
-En Eslovaquia-
-Espantoso, pobre de aquellos que no pueden concretar en paz su amor, pobre de aquellos que se dejan influenciar por los otros para poder edificarse y ser ellos mismos, qué pena más grande. Oye, ¿no amarás igualmente a tu hermano?-
-Claro que no, mi hermano y yo tenemos muy claro que nos gustan las mujeres, el problema es encontrar a la mujer indicada-
-Eso sí que es un problema. Hoy en día medio mundo actúa como la otra mitad del mundo quiere, eso no es bueno. Al final tratan de matar a cualquier cosa que no sean rosas o claveles-
-¿Dices que matan lo diferente?-
-Claro. Disculpa si en algún momento hablo muy poco claro, pero me gusta escribir poemas y me enredo en mis propias metáforas-
-Está bien. Estanislao hablaba así, muy enredado pero a la vez luminoso. Personalmente, no me gustaría tener una relación con alguien. Soy pésimo en eso-
-¿Cuál es la razón?, eres un hombre de ciencias, te veo muy meticuloso en cada relación-
-Evan, soy un desastre. No sé cómo se trata bien a una persona, menos a una pareja. Soy muy brutal y a las mujeres no les agradan los hombres como yo-
-No creo que sea tan así, si eres pesimista, claro que pasa eso, lo mejor es pensar positivo-
-Si... tienes razón. Creo que me lo han dicho muchas veces y no sé por qué me cuesta tanto-
-Escuché una vez de una pareja mía que estamos muy acostumbrados a ser tratados mal y cada vez que se nos presenta una situación que realmente anima y fortalece, uno busca auto-sabotearse-
-Una vez yo creí que me auto saboteaba. Tenía una pareja y yo creía que la amaba mucho. Realmente no era así, entonces yo intentaba que todo fuera bello y perfecto... pero realmente no la amaba-
-Pero lo hacías con un buen  propósito, compadre-
-En efecto, pero detesté hacerla sufrir-
-Es inevitable, Vitezslav-
-Uno siempre daña al otro de cualquier modo, es triste, pero es verdad.-
- A veces piensa esto, uno está siempre sumergido en un oscuro bosque, cuando caminamos y llegamos a un río luminoso, tú o yo, el que sea es quien camina hacia el río, nadie más. El caminante al dar testimonio de la luz puede ser eliminado, porque esa luz puede ser tanto una mentira como una verdad, a los otros les parecerá anormal, pero lo mejor es desapegarse de aquello que nos parece habitual e ir hacia lo desconocido, integrarlo y respetarlo-
-Me sorprendes que hayas pensado eso, Evan. No me lo esperaba de un artista como tú... Bueno, en parte sí. Tus obras se ven profundas y bastante interesantes. Digamos que tú eres el ser que sabe de la luz, digamos que la luz a la gente le cuesta reconocerla. Detesto eso, siempre pasa lo mismo con la humanidad, aquellos que nos ayudan al final nos damos cuenta de lo importantes que son esos seres-
-Pasa con todo, realmente toda la gente espera que algún día el hijo rebelde y mal agradecido al desenlace de la vida de los padres o la del propio, se dé cuenta de eso-
-¿Qué pasa si uno nunca hace eso?-
-Puede que simplemente exista una inflexibilidad respecto a los padres. A mí me hubiera gustado hablar con mi padre, cuando era pequeño lo único que hacía era darme órdenes, no se acercaba mucho a mí, no me hablaba dulcemente, no me encariñaba, solo me daba lo que necesitaba para subsistir... Aunque se veía fuerte, su expresión de tristeza era bastante tajante, la mirada de sentirse triste y defraudado por una mujer, es decir, mi madre, lo mataba-
-¿Y lo has buscado?-
-No, porque ni siquiera se su nombre-
-¿No le has preguntado a tu madre?-
-Miles de veces... y nunca me lo ha dicho-
-¿Y qué tal si lo buscamos?, no perdemos el pelo, ¿te acuerdas de su rostro?-
-Todos los días-
-Perfecto. Vamos después a mi cuarto, internet sirve para este tipo de cosas-
                Recordar el pasado, junto a mi hermano, me hace pensar muchas cosas. Entre ellas que al fin y al cabo, todo está entrelazado, si no, ¿todo es aleatorio?, ¿es acaso la falta de azar un invento más del hombre?, ¿por qué nos damos cuenta de los patrones de este tipo en nuestras vidas? En ese tiempo, Vitezslav comenzó a sanarse de a poco, no por los medicamentos, si no porque comencé a escucharlo, todo lo que le ocurría comenzó a sacarlo, a hablarlo. Mejoró cada vez más y mis padres se veían más felices, encantados con que su hijo somnoliento e inteligente se preocupase por los demás. Con esa base, me convencí y me convencieron de estudiar psicología. Mi hermano lo vi muy apegado a mí y yo a él, más de lo normal. Por suerte, no volvimos a ver a Dusa... Pero lamentablemente, me topé con una de sus hermanas al salir de casa para comprar mantequilla. Me escondí lo mejor posible, pero me vio igual. Me saludó engreídamente y yo con sueño. Comenzó a hablarme de maquillaje, moda, ropa, en fin, temas que personalmente, me dan sueño. Siguió hablando y creo haber dormido un buen rato. Desperté en el suelo, frente al almacén, porque un gatito me estaba lamiendo. Lo miré y el a mí, comprendimos que debíamos estar juntos. Llevé el gato a la casa y luego fui a comprar la manteca, no fue exactamente en ese orden, pero el minino me seguía constantemente y me observaba.
                Mis padres al verlo, no le agradó la idea de tener un gatito a papá, pero mamá se encariñó con él. Padre sabía que no podía darle un no a la Señora Noc... Mamá cuando se enfada es capaz de darle vuelta a cabeza a cualquier persona, sacarle los ojos, destriparla... No quiero dar más detalles de su potencial ser dañino. El gatito se llamó Chaos, al contrario de su nombre, era muy pasivo, contemplativo y observador. A las únicas personas que Chaos quería era a Vitezslav, mamá, Dragana y a mí. Mi padre lo observaba de lejos en intentaba no encariñarse con él. Mi abuelo le regaló en su niñez un conejito, según me contó mamá, lo amaba mucho, siempre estaba con él y le causó mucho dolor que muriera el día del cumpleaños de mi padre. Quedó muy herido por eso. Al saberlo, quise hablar con papá, le hice sin querer, una terapia y al cabo de siete meses, se encariñó con Chaos. Fue bello. Chaos extrañamente, es un gato longevo, debe tener 25 años y es muy activo, me cuenta Oleksander o mamá la cantidad de gatas que preña cada año y como los vecinos pasan a reclamar por lo mismo.
                Recuerdo en este momento muchas cosas, por ejemplo, que la terapia con Mr. Hatt finalmente fue hecha de modo muy tradicional, pero siempre existió las ganas de hipnotizarlo, llevaba años sin hacer aquello. Finalmente, cuando quedaban solo dos semanas para terminar la terapia, le propuse a Mr. Hatt ser hipnotizado, él a principio, me miró muy extrañado y no entendía para qué. Sin proponérmelo, apareció mi lado Hipnos y le habló muy convencido
-La hipnosis consiste, señor, en que usted, la persona con la cual estoy hablando ahora se ausenta y aparece otro, este otro es su subconsciente. La idea de hablar con su subconsciente, es para que esta terapia sea duradera en todo plano, que su marca sea tan potente como una quemadura. Usted sabe que los problemas que siempre ha tenido son en relación a la mentira, el sexo y la posesividad, eso, según usted me ha comentado, se le ha educado y manifestado a temprana edad. Como le hace sufrir y yo como su médico, no deseo que sufra, voy a “hablar” con su subconsciente para que esa actitud quede erradicada, ¿le parece bien?-
                El hombre se alegró tanto que me abrazó y lloró ahí mismo. Le dije que se calmara y la próxima semana empezaríamos. Se retiró contento de la consulta. Yo en ese entonces tenía treinta años y no sabía que fue el peor error que pude cometer. Realicé la terapia mientras Kenzo tomaba nota y, por si acaso, filmaba. Lo ocurrió fue muy impactante y seguramente nadie me creerá... Porque no corresponde a esto que llamamos normalidad, no corresponde a nada, absolutamente nada de lo que cualquier persona vive en su cotidianidad.
                Mr.Hatt llegó como de costumbre, de veía bastante contento de ser hipnotizado, pensaba que eso era lo mejor para él. No entendí como se hizo convencer tan fácil... Le expliqué en qué constaba el procedimiento de hipnosis
-El método más antiguo consta de que usted quede dormido. No es un sueño cualquiera, si no, un estado en el cual, su consciencia no está. El método que desarrollé yo es muy simple, míreme a los ojos y sujéteme los hombros, yo le tomo la cabeza y entrará en el estado. Le pregunto nuevamente, ¿usted está seguro que desea ser hipnotizado?-
-Absolutamente-
                Le indiqué a Kenzo que se ocultase detrás de la cortina y así lo hizo. Anotaba y la cámara estaba discretamente en una esquina de la habitación algo irregular. Mr.Hatt cerró los ojos y se relajó, me tomó los hombros y luego lo observé penetrantemente, al ocurrir esto, quedó en trance. Lo recosté en el suelo y comencé a hablarle
-Mr.Hatt, ¿se encuentra bien?-
-No. No confío en que esto realmente me haga bien, de hecho, estoy muy asustado-
-Señor, usted me dio su confianza ya. Está en el trance-
                Se silenció y me percaté del estado de su cuerpo: el pulso normal, una leve vibración en la lengua, la respiración muy lenta y calma, los miembros sueltos. Todo en orden
-Mr.Hatt, olvide su trauma, olvide aquello que le enseñó su padre, porque le está haciendo daño-
-¿Qué trauma?, me siento fantástico violando mujeres y niños, eso no es un daño-
                No entendí por qué me estaba diciendo eso. Volví a fijarme en su cuerpo, le abrí la boca y la lengua vibraba como era debido... ¿qué estaba pasando?, miré a Kenzo y él a mí... no, no era a mí. Me di vuelta y Mr.Hatt tenía una amenazadora navaja. Kenzo logró agarrarme, evitando el peligro
-¡Son todos unos desgraciados!, ¡La ira de Satanás caerá en vosotros, asquerosos bienhechores!, ¡Hipnos, te condeno a amar a una mujer a la cual nunca podrás tener acceso, nunca!- rió malvadamente y luego se cortó la yugular.
                El vídeo registró todo, llegaron las autoridades y nuevamente intentaron hacerme ver que yo era un delincuente, si Kenzo no hubiere mostrado el vídeo, yo estaría ahora en la cárcel. Como el cuerpo de gobierno de Boston sintió que debía hacerse responsable de algún modo con lo ocurrido, me dejaron sin trabajo. No me importó mucho, así que con el dinero ganado, Kenzo y yo logramos establecer una consulta particular, me dediqué mucho tiempo a atender adolescentes con problemas de adicción, mujeres maltratadas y ancianos. Entre esas mujeres, apareció la prostituta que vi en un bar hace mucho tiempo.
-Tanto tiempo sin verla, señorita-
-Lo mismo digo-
-Veo que finalmente decidió ubicarme-
-Claro que si, fue un lío. Parece que tuvo problemas con la gente de la cárcel, ¿no?, pues no querían darme su nueva dirección, pero me la dio un colega-
-¿Me puede decir su nombre?-
-No lo sé exactamente, pero le dicen Nei Dan-
                Nuevamente ese muchacho, ¿por qué aparecerá a cada cierto momento?, me preguntaba
-Pero en fin... necesito ayuda, Mr.Tma... mucha ayuda- dijo en un tono muy sensual
-Cuénteme-
-Digamos que este trabajo es el que me tiene mal. Verá, cuando era joven, mi padre era dueño de una empresa llamada Olimpo, no sé si le suena...-
-Sí, era la importadora de juguetes más grande que ha existido en este último siglo-
-Mi padre lo que deseó siempre era tener un hijo varón, y bueno, tuvo varios porque era un verdadero infiel con mi madre, de hecho, me pregunto si su esposa es mi madre. Eligió a Arry, uno de mis hermanos para dirigir aquella empresa. Digamos que yo igual quería ser parte de aquello, entonces seduje a mi hermano para que me diera algún puesto o algo así. Mi hermano me llamó a su cuarto y... bueno, ese día perdí mi virginidad con él, de hecho, hacía el amor de un modo que jamás voy a olvidar, su pe...-
-No deseo saber más detalles de ese tipo, señorita-
-Disculpe, pero en ese momento era relevante para mí-
-Continúe-
-De ahí en adelante, si necesitaba dinero, sabía cómo arreglármelas con mi hermanito... Pero Ernest, el menor de los hermanos me hizo una trampa junto al asistente de mi padre, aquella trampa logró que todos los de la familia nos descubrieran, me forzaron a casarme con el asistente de mi padre, un hombre mayor, en ese tiempo tenía mi edad actual, cincuenta y seis, era cojo y feo, ¿cómo yo, una muchacha de veintitrés años podía estar con un hombre así?, más encima era musaraño, arisco y maloliente. Decidí entonces escapar y volverme lo que soy ahora... una puta, una asquerosa puta-
-¿Le da algún remordimiento su pasado?-
-Un poco, porque repercute eso a mi hijo-
-¿Dónde está ese hijo?-
-Estudiando arte en Londres-
-Debe ser muy talentoso-
-Ni se imagina- afirmó con sarcasmo –debía escoger la mejor universidad para él, pese a que sentía que el pobre no podía ni alimentarse solo con su “arte”, fue difícil negociar una matrícula para él-
-...- estaba a punto de decir “me lo imagino”, pero sentí el comentario poco apropiado
-¿Qué relación tiene con su hijo?-
-Una muy distanciada, le he ocultado muchas cosas, le he ocultado quien soy, le he ocultado a su familia, le he ocultado tantas cosas, Mr.Tma, me imagino que debe estar sufriendo ahora-
-¿Cuánto le falta a su hijo para salir?-
-Creo que este año sale... o el que viene, no sé, he perdido la cuenta, hace años que no lo veo, que no se de él-
-Mi hermano también está estudiando en una universidad de Londres, ojalá sea la misma-
-¿Ah, enserio?-
-Sí, pero después conversemos de eso. Mire, lo primero que usted debe hacer, es hacerse cargo de todo, si está preocupada por su hijo, el primer paso es recuperar el vínculo, ¿le parece bien?, si quiere, le ayudo a ubicarlo y lo que sea, pero por favor, cuide el vínculo con su hijo, ¿no tiene ni idea del padre?-
-Se divorció de mí –lloriqueó y se corrió todo su maquillaje- ¡Yo lo amaba tanto!, ¡Lo amé como a ningún ser humano en este mundo!, ¡Me abandonó!-
                Le ofrecí pañuelos de papel y se sonó, secó sus lágrimas y trato de rearmar su faz con maquillaje y un espejo de mano
-¿No asume que se ha ido su marido?-
-Es que, él, se fue porque... ¡Fui mala esposa!- siguió llorando- ¡Por qué no lo traté bien!, ¡Por qué no fui como el deseó!-
-Señorita... por favor- estaba impactado, era la primera vez que veía llorar y gritar de ese modo a una mujer así, no lo entendía, le ofrecí otro pañuelito y en un rato los gastó todos. No cesaba de llorar, entonces... le ofrecí chocolate. Mientras comía, volvió a la seriedad y volvió a hablarme
                En resumen, tenía traumas con la poca atención que le dio su padre, por el abandono de su marido y repetir la conducta paterna hacia su hijo. Se veía interesante a investigar y me dediqué mucho tiempo a aquello. Al cabo de cinco años de terapia, su hijo volvió de hecho, era un muchacho muy bello, estaba casado y el rehacer su vida familiar le hizo bien a ambos. Gracias a ella y a otros pacientes, Kenzo y yo comenzamos a volvernos famosos en Boston. Hice clases en varias universidades e inclusive, talleres. A lo largo de mis treinta y cinco a treinta y nueve años, trabajé bastante, pero algo ocurrió. Sentí en un momento un gran desgano por seguir haciendo eso. Nunca me ha interesado el dinero, pero a la gente, la veía cada vez más como algo irremediablemente enfermo, ¿no se supone que uno cuando sana, es algo definitivo?, me encontré muchas veces con gente que ya había tratado antes, tomando todos los esfuerzos hechos por Kenzo y yo como desechables, me frustró mucho, porque me di cuenta que trabajaba realmente solo por el capital, por el dinero. Comenzó una crisis laboral y existencial, me estaba tratando de auto sanar, pero no lograba nada, todo me deprimía y me apagaba, necesitaba irme de Estados Unidos, no deseaba nada... Pero entonces recordé a Nei Dan.
                Guardaba aún el afiche que me pasó hace años y llamé... Pero el lugar y Nei Dan desaparecieron del mapa, no sabía ya que hacer...
                Estaba a unos meses de cumplir cuarenta años... me sentía cada vez más frustrado, triste... Sonó el teléfono
-¿Aló?-
-Viejo, tu voz está más cansada-
-¿Vitezslav?, pequeño canalla, ¿dónde has estado todos estos años?, te he escrito muchas cartas y no me respondes, ingrato-
-No me ataques así, hermanito. Escucha, ¿recuerdas la distribuidora Olimpo?, la señora del exjefe me llamó, confundiéndome contigo. Le dije que te avisaría y ese tipo de asuntos, porque ella necesita que alguien hipnotice a su marido-
-No, hermano, yo ya no hago eso, ¿supiste lo que ocurrió?-
-Medio globo terráqueo vio el vídeo ese que apareció en Youtube. Estados Unidos los controla a todos, ¿no has pensado en volver a Praga?, yo hice lo mismo hace mucho tiempo-
-Oye, ¿y Oleksander?-
-Sigue igual. Si te he dicho que lo que él tiene no es para nada nuevo. De hecho me he estado acordando que siempre ha sido bastante nervioso y de eso también quería hablarte-
-¿De qué?-
-Tenemos un mal familiar llamado “melancolía”. Oleksander está así porque ama a nuestra madre como no debe amar un hijo a su madre... yo que tú, volvería cuanto antes. Me llamó otra persona, creo que se llamaba Dan... Daniel... No sé, fue hace una semana y mi mente solo tiene espacio para órganos, cuerpos y sangre, pero me dijo que tú ya sabías la técnica-
-¿Qué técnica?, ¿de qué me estás hablando?-
-No lo sé, por algo te cuento-
-No me suena... pero en fin. Si encuentras necesario que ayude a la mujer del tipo ese... puedes darle mi número. A todo esto, ¿cómo lo encontraste?-
-Recuerda que mamá y papá son todo poderoso y lo saben todo-
-Es verdad... aterradoramente, verdad-
-Bueno, ella te llamará y tú deberás ir corriendo-
                Así fue, pero la llamada llegó unos días más tarde. Me encontraba distraído, decaído. Me llamaron antes de la cárcel de Boston, amenazándome sobre lo ocurrido con Hatt, tuve problemas con otra gente.... en fin, sonó el teléfono. Al contestar, pensé de antes que hablaría con una señora... pero contestó una jovencita, decía que su abuela no estaba y que debía llamarme, la pequeña no tenía ni idea para qué
-¿Eres nieta de la señora Judith?-
-Sí, algo así. Me llamo Pauline, por si acaso... Ah, creo ya acordarme por qué me mandaron a llamarle. Mi abuelo tiene sueños extraños, problemas, algo similar y necesitaba ayuda de un especialista, ¿usted es famoso?-
-No sé si famoso sea la palabra, muchacha, digamos que conocido- entonces escuché como ella reía y algo en mi interior se agitó
-Señor, es casi lo mismo- escuché luego una voz lejana y a Pauline diciendo “si, ya le digo”
-Bueno, ¿dónde vive tu abuelo?-
-Vive en Toronto, mi abuela dice que le va a mandar el dinero necesario para viajar hasta acá. Eso sí, tenga cuidado con los canadienses, su inglés es extraño-
-Ah, ¿acaso el mío no lo es?-
-Sí, es verdad... Bueno señor, seguramente lo veré pronto-
-Entonces nos vemos... espera, ¿cuál es la dirección?-
                Seguimos conversando y acordamos ir a mi cuarto mañana a buscar información de su padre. Evan no tiene tiempo para aparatos tecnológicos, dice que prefiere mil veces pintar con sus propias manos que con Photoshop. Me parece bastante tradicional de su parte. Francamente es lo único tradicional que él posee.         
                Luego de pasar gran parte del día con Evan, me dirigí a mi cuarto. Caminé por todo el campus. Era de noche ya y las estrellas me decían algo, me avisaban de un peligro cercano. Como por instinto me agaché y vi como una bala se fue por los aires, pudo haberme dado en la cabeza. Miré a todos lados, no sabía de dónde vino, lo único que tenía en mente era correr, pero una voz me detuvo.
-Vitezslav Tma, avanza al frente-  me iluminó una luz y no supe qué rayos ocurría, era de la patrulla especial de Londres y decían en ese instante que estaban buscando a una persona, una traficante de cocaína y LSD. No supe por qué me dijeron aquello, lo cierto es que me pusieron una placa de policía en el abrigo, me avisaron que después me llamarían.
                Ni idea, nada me pareció coherente en ese minuto. Me fui a mi cuarto entonces, muy perturbado, ¿cuál era el fin de aquello?
                Caminando hacia mi lugar de residencia, me encontré con Dusa, estaba vestida de lila, ella me observó con su penetrante mirada gris y yo con mis ojos negros
-Tantos años, Dusa-
-Lo mismo digo-
-¿Cómo es que llegamos a encontrarnos luego de tantos años, separados el uno del otro?- me puse un poco nervioso
-Porque puede que realmente no necesitemos estar juntos. No te veo como alguien demasiado cercano ni nada por el estilo-
-Lo mismo digo, de una muchacha que jugó conmigo y realmente quería la flor de mi hermano-
-Tu hermano siempre fue mucho más cuerdo y agradable que tú. Te recuerdo tan sanguinario, en cambio él siempre fue muy tierno-
-No lo conoces, para nada-
-Puede que no, algo me lo impidió, llamado Vitezslav-
-Era cosa tuya, pero pudiste ser más directa, me dañaste profundamente Dusa y eso lo sabes-
-Lo sé y no me importa. Porque siempre has sido un impedimento a lo largo de toda mi vida. Pude haberme casado con Estanislao o algún otro de tus hermanos para que mi familia tuviese más dinero, pero no... Mi padre como te confundía con tu hermano, no sabía cuál de los dos amaba y a cual detestaba. Si tú no hubieras nacido, yo estaría en este momento de la mano con el hombre más importante en el mundo de la psicología-
-Dusa, realmente me hieres. Las cosas siempre pasan por algo, mi hermano ya te advirtió que tú no eras para él. Siempre lo supo, porque mi hermano por más horas diarias que duerma, distingue muy bien de una tontería amorosa de algo serio. Contigo jamás vio nada serio, ¿entiendes?, mi hermano por más vago que se vea, es la mejor persona de todo el mundo, él comprende, escucha y sana... no como yo que soy una bestia que todo lo destruye-
-Como sea, bestia. Aléjate de Evan-
-¿Acaso es porque sientes algo por él?, tiene muy claro que eres una mentirosa de gran calibre, de gran calidad... No me vengas a decir que soy un impedimento. Huele a la distancia a homosexualidad-
-¡No digas esas idioteces!, yo lo amo profundamente-
-Las comprensiones de Evan y sus vivencias van más allá. No tienes idea de nada de él. Así que mejor aléjate de mi amigo-
-¿Amigo?, ¿tú?, eres el hombre más anti social de todo el campus ¿y dices que es tu amigo?, por favor, ni siquiera pudiste tener estable el vínculo mío con el tuyo, apuesto porque ni siquiera sabes de tu hermano-
-Tú, cállate. No me conoces, así que no opines, ¿me escuchaste?-
                Entonces me fui, con mucha amargura, pero me seguía y trataba de hablarme, no la escuchaba y me tomó el brazo, levanté la mano y ella pareció asustada. Sentía que debía llevarla a una dimensión, donde iba a ir con las otras almas y que no debía volver, en medio de los pensamientos, me aparté de ella y me seguía llamando, mi ira aumentaba de a poco, trataba de usar palabras bellas para que hablásemos o cosas así
-¿Es que no me entiendes?, me dañaste cuando era niño, a un plato roto por más que lo pegues con el mejor pegamento, tiene fisuras-
-Vitezslav, escúchame-
-No me interesa lo que me digas ahora, eres una manipuladora, ¡Todas las mujeres son iguales, dicen cosas bellas pero siempre, siempre mienten!-
-No digas tonterías- sus ojos grisáceos se tornaban de a poco rojizos, lloraba y mi indiferencia no me permitía consolarla, pero sentía que no se lo merecía semejante mujer así. Jamás le importó mi indiferencia cuando era pequeño, no le importó mi aprecio, nada, ¿por qué rayos debería comportarme bien con ella?
                Me seguía igual, lloraba y decía que no merecía ser tratada de ese modo tan cruel, ¿qué se cree ella?, yo trato con crueldad a quien se me da la regalada gana, desde siempre amo hacer sufrir a la gente, amo que llore y que vea lo terrible que es ser dejado de lado, amo la venganza, amo todo eso cuando es bien merecido, amo ser rencoroso, amo la maldad, amo todas aquellas cosas que me hacen sentir bien cuando sufro, porque el amor no es algo que yo pueda relacionar con la felicidad, ¿qué es el amor?, lo peor que puede existir en este maldito universo, el amor es un invento del hombre, el amor no existe.
                Cada vez trata de acercarse más a mí
-¡Escúchame!-
-¡No se me da la gana, no me interesa lo que me digas, acabas de demostrarme lo egoísta que eres, eres igual que todo el mundo no tienen nada especial, eres una mujerzuela cualquiera que anda haciendo maldades con todos los seres que ve!-
-No sigas diciendo esas cosas, por favor...-
-¡No me callaré, jamás, déjame en paz, eres la peor bestia del mundo, quiero que dejes de existir, no quiero verte nunca más, por culpa tuya casi muero en mi niñez, por culpa tuya se apagó mi mundo, por seres como tú se sacrifican personas como mi hermano, por asquerosos especímenes humanos los más nobles mueren!-
                No me siguió más, pero su expresión de impacto me hizo sentir triunfante. Caminé en la oscuridad, en absoluta soledad.
                Me pregunto siempre esas cosas sobre el amor, me pregunto si yo realmente puedo amar. Puede que amé a Dusa, pero no estoy seguro, seguro que estaba obsesionado, el cuerpo es muy sensible a los estados de ánimo y cae fácilmente en cualquiera de ellos, dependiendo a qué sea propenso uno, eso he aprendido por lo menos cuando abro cuerpos. Con la experiencia me doy cuenta de qué muere cada persona y como se sentía. La mayor parte, tienen los miembros rígidos, signo de miedo. Otros, más relajados, calma, tranquilidad. Si yo muriera, me gustaría que fuera lo más eterno posible, que la agonía se prolongue, me imagino que la gente de mi alrededor se asustaría o cosas así. Sin embargo, ¿cuál es la real sensación de abandonar este horrible mundo, lleno de dolor y sufrimiento?, he deseado morir una gran cantidad de veces en esta vida y puede que de vez en cuando aún tenga ganas de morir. A veces pienso que soy un simple depresivo, un depresivo que no sabe ni siquiera cuidarse a sí mismo, un depresivo que le conviene a él y al resto de la humanidad que esté solo, porque lo único que sabe hacer es causar daño. Detesto ser siempre así, es mi naturaleza, mi lamentable naturaleza, los monstruos dentro de mí son el mismísimo infierno, están llenos de sed de sangre, eterna sed de maldad, eterna sed de todo.
                Ya llegando a mi habitación, encontré una carta sin remitente, la abrí y decía:
                Estimado Vitezslav:
                Tengo el honor de comunicarle que ha sido elegido para participar en el grupo Nueva Esperanza.
                               Nueva Esperanza es un grupo, el cual tiene como objetivo elevar la consciencia espiritual, sentir la transformación interior y dar charlas de interesantes temas.
                El resto de cosas no me interesaron, lo que sí, sentía un llamado, de algo que me iba a hacer bien. Inevitablemente, fui a ver a Evan a las 5 de la mañana. Ese era mi plan
                La oscuridad del campus me favorecía, según mi sentir. Papá siempre nos dijo que todos sus hijos serían protegidos por las tinieblas, fue una frase que muchos de mis hermanos y yo tomamos con un grado de santísima verdad enorme. Realmente, siempre fuimos hijos de la oscuridad. Tma en checo significa oscuridad, Noc, el apellido de mi madre, significa noche. Somos hijos de Erebo y Nix.
                Caminaba con toda la lentitud del mundo, pensando en muchas cosas, en especial lo ocurrido con Dusa, ¿qué me ocurre realmente con ella?, nada, simplemente me obsesioné a tal punto que me enfermó, nada más. Debería buscar a alguien que realmente me ame, un segundo, ¿quiero buscar a alguien que me ame?, ¿Quién estaría dispuesto a amar a Tánatos, el Dios de la Muerte?, nadie, la muerte está destinada a vagar en soledad, ¿quién desearía verme?
                Dusa, ¿eres realmente el alma que amará para siempre a Evan?, pero el mito no es así, se supone que se aman mutuamente, ¿verdad?, no hay ningún mito donde alguien ame a la muerte... Pero la carta que vi en ese momento no dejaba de molestarme, seguí caminando hasta la habitación de Evan.
                Mis ganas de morir aumentaron, me sentía cada vez más mal, los deseos de morir se multiplicaban, ¿por qué nunca cambio?, Dioses, soy el peor ser humano de todo el maldito mundo, no hago nada más que causar sufrimiento a todo lo que observo, contemplo o miro, no importa lo que sea, ¿quién quisiera estar al lado de este dragón?, nadie sería capaz de acoger mi sombra, porque es enorme y hace daño.
                Me da risa la gente que ama acoger a todo el mundo, con su pasividad extrema. Yo soy un guerrero del caos y la soledad, los espanto a todos paraqué se salven de mi camino... Sin embargo, amo la soledad, amo estar solo, pero es inevitable sentirme excluido de todo lo que ocurre en el universo. Quisiera ser grande y enseñarle a todos que no tomasen mi camino, que el dolor de estar solo es terrible, porque la soledad es como la madre que te encierra, el enorme árbol que con su sombra te obliga a dormir eternamente.
                Si alguien amase a la Muerte, debería ser una persona muy valiente para enfrentar todas las bestias oscuras que esta contiene, esta enorme mole de horror y espanto, que al fin y al cabo, soy yo. Si me transformase, ¿qué sería?, me gustaría a veces dejar de lado la gran sombra y ver un poco de sol, un poco de luz... Como quisieron hacerlo mis hermanos que finalmente, por ser incomprendidos, desearon morir, ¿No ven todos que la muerte es lo único que nos separa de ser felices e infelices?, el temor que yo provoco en todo ser humano es por apegarse a la luz, la falsa luz que ustedes llaman vivir, ¿vivir es la rutina?, eso es la muerte. Recuerden que en la vida hay muerte y viceversa... Porque vivir como siempre lo ha hecho la humanidad, con ignorancia los lleva a vivir muertos. Aquellos que corren por los otros caminos, los de morir vivo, pueden darse cuenta de esto. Yo soy el Dios de la Muerte y no necesito caminar por tales o cuales sectores para darme cuenta de esto, yo lo sé todo, soy tan omnipotente como mis padres o mis hermanos. Puedo ver el sufrimiento enraizado en todos porque desean vivir con calma y tranquilidad. Sin embargo, no saben que eso de a poco, va matando desmesuradamente...
                Pauline, ¿por qué me has llamado tú y no tu abuela o alguien más?, su dulce voz ronda por mi cabeza, su risa. No, Hranislav, no te puedes enloquecer solo con aquella voz, hay muchas voces en este mundo y esta no tiene más o menos brillo que otras, ¿o sí?, la cantidad de dudas que aparecieron por mi mente en ese entonces eran muchas, ya que llevaba mucho tiempo sin que algo en mí me anunciase que llegó el momento: el momento de amar a alguien.
                No tenía ni idea de cómo era Pauline. Así que al no saber ningún dato de ella, sentía que era una estupidez sentir algo por una simple voz. Las voces no dicen mucho realmente, me ha ocurrido que las voces de mis pacientes se presentan como a personas sin ningún tipo de trastorno, pero realmente no son así. Seguramente esta chica es como todas las otras, muy tonta y superficial. Yo en ese entonces tenía cuarenta años y no estaba dispuesto a hacer nada más que no fuera trabajar.
                Fui en avión hasta el lugar, iba con Pauline en mi mente, tenía ganas de dibujarla, de plasmar como me la imaginaba, porque no podía existir un ser que despertase en mí, en un psicólogo, en un hombre que ya sabe encasillar a todos los seres humanos solo con ver su perfil, solo con verles la cara y las expresiones que no están sanos y que todos estamos enfermos. En el asiento, mi mente seguía ahí. Sentía necesario eliminar de inmediato lo que me ocurría, me diagnostiqué y en unos minutos comencé a tratar de sanarme... No lo logré y quedé demasiado dolido, era la primera vez que no podía sanar a alguien y ese alguien era yo mismo. No entendía y quise hipnotizarme, total era una cosa pequeña. Tampoco sirvió. Me fijé en el cielo y quedaba poco para llegar a Toronto, me alarmé. No podía llegar a una casa a trabajar, en especial en ese estado tan terrible, el estado de una persona distraída por una tontería, el enamoramiento.
                No hay sensación más desagradable que no estar atento a lo que ocurre en tu alrededor por lo que ocurre en tu interior. Me enamoré de una voz, ¿tan bajo puedo caer?
                Al recoger mi maleta en el aeropuerto y salir, vi a una muchacha muy bella, me sonreía y no pude más que contener mi alegría, me mostré muy serio y profesional como siempre. Miré sus cabellos, grises como los míos, la piel blanca y vestida de blanco como una novia, vi que sostenía un papel que decía Dr. Hranislav. Comprendí de inmediato que era Pauline, estaba acompañada de una mujer vestida de mucama antigua y fui con ellas de inmediato. Me aproximé con distancia, era la primera vez que me sentí forzado a usar una distancia que yo sentía innecesaria, ya que al ver a la muchacha no vi a una mujer, vi a una niña que prontamente se le esfumó la sonrisa, la sentía muerta de un momento a otro. Entonces deseé no sentir más lo que me producía.
-¿Señor Tma?-
-Soy yo... ¿Pauline?- le brillaron los ojos y miles de dardos se clavaban en mi corazón. Sus ojos grandes pero ocultos, color gris.
-Le estábamos esperando desde hace rato, ¿no que el vuelo llegaba más temprano?-
-Yo también me cuestioné duramente mucho rato la hora de llegada. Escuché que hubo un problema con una persona que se confundió de vuelo, se le notaba una cara de Alzheimer...-
-Bueno, pero ya está acá- al pronunciar esas últimas palabras, algo me ocurrió, sentí que me abrían las puertas del cielo, sentí que algo en mi interior brincaba como un niño al jugar
                Caminamos hacia la salida y nos esperaba una limosina enorme, negra y fúnebre (seguramente a mi hermano le daría más gracia que a mí). Entramos en el ataúd con ruedas y nos fuimos. Todo el camino estuve abstraído, sin conectarme a nada en especial, ya que yo conocía a la perfección, según me hacía creer, como eliminar el amor del corazón usando la mente, una técnica que aprendí de un maestro al hipnotizar. Comencé a hacerlo en el camino y funcionó muy bien. Llegamos a una mansión, la cual realmente no me asombró. La mucama me dijo que los amos no se encontraban, estarían al día siguiente por asuntos de viaje, que se yo. Me mostró mi habitación y sin mucho interés en hablar con alguien, me encuevé a leer varios libros de Pavlov, Jung y Freud, ya que aún no me decían específicamente de que se trataba el mal de la gente que habitaba ese hogar.
                Llegué a esa hora más o menos a la habitación de Evan, estaba viendo una película. Star Wars, la tercera, para ser exacto. Conversamos un rato, le conté un par de cosas que yo pensaba cuando caminaba hacia su habitación
-A veces pienso que cuando uno se frustra lo primero que desea hacer es cambiar las cosas-
-¿Mejorarlas?-
-No, sustituirlas. Creo que eso es algo muy mal sano, pero para serte franco uno siempre hace eso. Me da tristeza a veces esa mentalidad humana, pero igualmente lo malo es una cosa muy innata-
                Me hizo bajar la voz un rato y vimos como Anakin Skywalker se pasó al lado oscuro
-Hablando de humanos... ¿Sabes que le pasó a Anakin?, estaba enamorado de Padme, no debía enamorarse de ella, pero se enamoró del lado oscuro, como escusa para protegerla.-
-¿Crees que sea mejor no tener sentimientos ni sentir amor?-
-No creo, eso es símbolo de muerte. Lo debes saber bien, cuando no hay amor, nada se mueve. Recuerdo que una vez, yo estaba con una chica y la amaba mucho, pero su amiga, el nombre de su amiga me daba vueltas en la cabeza-
-¿Por qué te ocurrió eso?-
-Porque me estaba llamando el lado oscuro-
-¿Era negra?- me reí un poco
-Eres un racista...-
-No, no lo soy, perdón, perdón- me seguía riendo
-Mira, lo que me pasaba, es que yo estaba enamorado de mi novia, la otra chica no me atrapó ni nada, ¿sabes que es lo que me pasaba?, no sabía cómo hacerme cargo de ella, eso me hacía muy infeliz, porque la hacía sufrir y yo no quería estar con la chica, solo con mi novia. Entonces me aislé un momento, para hacerme cargo de mi novia, de qué modo lo lograría-
-¿Te cuesta mucho eso?-
-Mira- Me señaló la película y en ese momento, vi el funeral de Padme, con el collar que le dio Anakin cuando era niño
-Me puse a ver Star Wars cuando veía que algo en mí no reaccionaba, pensaba que ella era mi princesa y que me necesitaba, que yo era su amado-
-A veces pienso que yo no puedo hacer eso, que soy un Lord Sith desde que nací, o incluso un híbrido. El amor en mi casa lo notaba muy pocas veces-
-Mira, ahora Anakin se lamenta de la muerte de Padmé-
-Mierda... no, esa es lo más trágico de la película-
-Lo ideal es que a uno eso no le pase amigo, lo ideal es disfrutar el aquí el ahora con la persona que uno ama-
-Tengo un problema... la persona que he amado no me ama-
. ¿Qué?- detuvo bruscamente el final, los créditos –Espera un momento, ¿amor no correspondido?, hermano. Sea quien sea, olvídate de eso. Lo único que harás será seguir haciéndote daño. Cuando algo no resulta, no resulta y punto. Si el otro no desea arreglar las cosas, mala suerte, nada que hacer. Te ruego que no insistas-
-Pero, ¿recuerdas en la segunda de Star Wars cuando Anakin y Padmé dicen que no van a enamorarse por sus puestos, trabajos y realidades y finalmente lo hacen?-
-Sí, es verdad, pero dudo mucho que sea equivalente a amor no correspondido. Recuerda que Padmé se alegró de ver a Anakin después de diez años. Si Padmé no hubiera mostrado algún tipo de alegría, entonces se notaría que realmente no le importaría Anakin, puede que le alegrase más la llegada de Obi-Wan. Son ejemplos. El punto es que no enganches con eso, te va a destruir. Te sugiero olvidarla-
-¿Y cómo lo puedo hacer?-
-Distráete, pero no forjes ninguna relación luego de un rechazo, ya que finalmente será solo para no afrontar el luto... – Los ojos de Evan se posaron entonces en la placa de policía de mi abrigo y sus ojos se abrieron asustadamente
-Oye, no te asustes, puedo explicarlo-
-Por favor, explícame-
-Cuando iba a mi cuarto, unos tipos me pusieron esta placa, me dijeron que yo les decía ayudar a descubrir unos traficantes de drogas o algo así, no lo recuerdo bien-
-¿Te acuerdas como eran?-
-No, estaba muy oscuro- Evan se paró y fue a prender la luz, se acercó a mi placa y la observó como un experto
-Es de verdad. Bueno compadre, parece que tienes trabajo. Te van a pagar bien, seguramente-
-Esperemos... No entendí como es que sucedió eso, fue muy extraño. A propósito de cosas raras, vi a Dusa-
-¿Sola, en la noche?, mira que muchacha más tonta. Solo los hombres pueden pasear a estas horas en el campus. Es muy peligroso-
-Bueno, fue una situación molesta e incómoda-
-No me mientas, estás enamorado de ella, ¿verdad?-
-No, antes si, ahora solo me atormenta eso. Verás, la conocí cuando era pequeño-
-Sigue contándome, joven Skywalker-
-Y algo me ocurrió que me encanté con ella-
-Joven Skywalker, recuerda que nuestro código dice que nada de lazos-
-Bueno, al final fue una tontería de mi niñez, realmente ella nunca me importó como persona, el hecho de que me traicionó, por así decirlo, con mi hermano mellizo me enfermó. Ahora sé muy bien que eso es parte del pasado, pero la veo ahora y me produce ira, porque es una persona demasiado superficial-
-El maestro Yoda dice que la ira conduce al lado oscuro. Suelta eso, te hará mejor-
-Gracias amigo-
                Al terminar de ver Star Wars, finalmente decidimos buscar un rato al padre de Evan por internet. Su ordenador era especialmente lento y obsoleto. Comenzamos con las posibles décadas de entrada al ejército de su padre. Buscamos sin cesar distintos hombres del ejército, sus currículos y más; datos de residencia, cantidad de hijos, gustos por tales comidas, datos innecesarios.
                Vimos muchas fotos. Al notar que ya eran las cuatro de la mañana, cesamos nuestra búsqueda. Nos despedimos y me fui a mi cuarto.
                Me pregunté entonces como sería si yo no supiera nada de mi padre. Seguramente anhelaría verlo como Evan desea ver al suyo... No, francamente no. Soy demasiado pesimista para eso. Mejor que yo esté así, no quiero conocer a nadie y no quiero que nadie me conozca, ¿por qué?, la gente conoce nuestras sombras solo para criticarlas, nadie las acepta, absolutamente nadie. Las madres y los padres se suponen que las aceptan, cuando realmente solo quieren que sus hijos no den problemas, como el jefe de la empresa lo mismo con sus empleados. Nadie quiere las sombras, estamos tan obsesionados con la luz... Qué asco de humanidad, ojalá venga un meteorito y nos hagan mierda como a los dinosaurios.
                A veces pienso, mientras trabajo en este lugar, lo complicado que es existir, lo complicado, lo complejo que es ser un humano. Imaginarse los millones de códigos que existen, imaginarse que todos respiran, tienen sexo, cagan, tienen miedo de algo, puede que tengan algún tipo de prejuicio, y miles de características más que uno las ve como normales.
                Una planta, por ejemplo, vive con más simpleza dentro de su complejidad. Un animal creo que es un intermedio entre el hombre y la planta respecto a complejidad, el animal ya tiene sus códigos, más que nada, basados es un instinto y en un grupo. Señores animales, ustedes que sacrificaron su evolución por nosotros para que nos comportemos como ustedes y peor. Ustedes no compiten por vacíos internos, solo por la necesidad que les da el ambiente, el medio, como quieran llamarle.
                Estoy en este preciso instante analizando a un hombre tal cual estoy diciendo; compite por un vacío interno, este hombre es el fundador de la distribuidora Olimpo. Su hijo mayor está a cargo y él le implantó el modelo de competencia no solo con fines comerciales, si no, con el fin de poder sobrevivir así a esta mierda llamada “sociedad”. El buen hombre aquí presente, tuvo un serio problema con una hijo y un hijo que cometieron incesto, otros dos que asesinaron a los hijos e hijas de una compañía que competía con la suya, otro que lo expulsaron de la compañía. Muchas historias terribles alrededor de sus hijos.
-Dígame señor, ¿cómo es la relación con su esposa?-
-Un real caos, desde siempre. Verá, nosotros nos casamos, éramos muy felices, pero luego me di cuenta de que ella no me llenaba, así que bueno, cometí muchas infidelidades-
-Pero señor, eso es grave, ¿y su mujer como reaccionaba ante eso?-
-Con mucha frialdad, muy grave. De hecho, llevo años sin ser besado por ella e incluso sin decirnos nada afectuoso-
-¿Lleva haciendo esto durante años?-
-Claro que si-
-Está bien señor. Le voy a pedir que dibuje a su familia-
-¿La que formé?-
-No, la de la cual salió-
                Él dibuja a su padre como un hombre muy lúgubre, parece un campesino, a su madre muy temerosa. Su madre se ve embarazada, su padre demasiado enjuto, están rodeados de seis niños, uno de los cuales debe ser mi paciente. Uno se ve como mi hermano, otro se ve muy sensible, la siguiente se le nota hogareña (tiene una escoba), otra una campesina como su padre (tiene una zanahoria en una mano y en otra una hoz), otra se ve muy reservada y al final, está él mismo de niño, con una gran cara de impresionado. La explicación del dibujo es la siguiente: su hermano mayor, el que se parece a mi hermano Vitezslav, era un hombre que se dedicó a la esotérica, se la tomó tan enserio que se creía capaz de curar muchas enfermedades, incluso, según el hermano de mi paciente, la homosexualidad (vaya pelmazo). El siguiente era poeta, escribía todos los días, publicaba libros, vivía sumergido en el alcohol y las drogas, en las noches bohemias, pero murió muy joven, dejando a su esposa y muchas hijas y un solo hijo. Su hermana, la hogareña, siempre deseó tener una familia como única meta en la vida, así fue, era dueña de casa hasta que se suicidó cuando vio que su vida no tenía sentido. La otra hermana es más feliz que todos los otros, sigue con el legado de su padre, vive con su única hija, cómodamente y feliz. La otra hermana
-Ella es mi esposa-
                La otra hermana es su esposa, cuando eran pequeños, para revelarse contra su padre, se cazaron y luego lo asesinaron. Todos sus hermanos estuvieron involucrados en el complot, inclusive la madre. Lo hicieron tan bien que los policías pensaron que se trató de un suicidio.
                Como él se sentía vacío, con su gran inteligencia fundó la distribuidora, ganó mucho dinero, fornicó con su esposa y con otras mujeres, todo se veía bien, hasta que sus propios hijos lo comenzaron a imitar en algunos aspectos. Ahora su único miedo es que su hija menor, Pamela, tome el control de la empresa, que le pertenece actualmente a su hijo Apolinar, ya que ella es mucho más inteligente que él, mucho más astuta, rápida y justa de trato.
-Es decir, que usted teme de su hija, ¿por qué?
                También tiene una gran tenencia al machismo, solo porque su madre le asustó cuando realizaron el complot, entonces el temor que le tiene a su hija, es un temor a él mismo y a su madre.
Asunto solucionado.
-Señor, en un par de sesiones más estará bien, su problema realmente es muy simple, yo le puedo ayudar-
-¿Y qué hay de mis sueños?-
-Cuéntemelos mañana, puede que ayuden más. Eso es todo por ahora. Descanse señor-
                Me paseo por Toronto después de esa sesión. Es algo realmente simple y común, es impresionante como los asesinos simples causan tanto daño, pero los invisibles son peores, lo peor es que, como dicen su nombre, no se ven.
                Miro a toda la gente feliz, he escuchado que en este país las cosas funcionan, ¿será eso cierto?, por lo que he visto hasta ahora, si. Es muy agradable pasear solo, me gusta eso, prefiero al ruido, al escándalo, a la simple palabra humana que, desde que nací, perturba mi sueño, perturba mi realidad formada por mis nubes. Me siento en un banco y miro como juegan los niños y los abuelos dan de comer a las palomas, me pregunto por qué siempre se repite era misma escena, seguramente es porque los abuelos, inconscientemente, se dan cuenta de lo importantes que son esos otros reinos que nos sostienen, que nos hacen creer que somos los reyes, cuando realmente, somos los bebés.
                Siento entonces como rondan melodías en mi memoria, melodías que le escuché  a alguno de mis hermanos tararear o a Liuba tocar la viola muy tiernamente. Recuerdo cuando la miraba embobado cuando tocaba viola, ella se frustraba mucho porque sentía que no era su instrumento.
-Creo que no debería seguir tocando, Hranislav-decía Liuba muy frustrada
-No digas tonterías, mientras más te equivocas, mejor va la cosa. Piensa en alguien que nunca se equivoca, no aprende nada-
-Pero se le es más fácil-
-No creo, estará tan obsesionado con su facilidad, que cuando le pongas obstáculos explotará-
                Ella entonces se animaba y se ponía a tocar muy tiernamente. Su sonido era igual que ella, muy tierno, sus errores también, no me daban rabia ni mucho menos impotencia, solo me causaban ternura. El sonido de su viola lograba calmar a Vitezslav cuando se encontraba en sus estados Tanáticos, por así llamarlos. La mirábamos muy interesados en la posición de sus dedos, en el arco (me gustan los arcos de los instrumentos, solo por un arco tocaría un instrumento, no exactamente por su sonido).
                Una de las melodías que ella tocaba ronda por mi cabeza, por mi grisácea cabeza, suspiro un poco, me hace bien salir y despejarme después de atender a un paciente y no quedare pegado. Recuerdo que a veces me decían que era fantástico pensar siempre que uno puede hacer el bien y cranear constantemente en los problemas de los demás. Ahora, que ya estoy más viejo, no creo que sea bueno cranear tanto en los problemas de los demás. Uno solo da una ayuda y punto, nada más, no hay que entrometerse mucho, ya que al final el problema pareciera que es de uno, no del paciente.
                Miro ahora los árboles y son lo que más me agradan de esta plaza, nada más... Creo que los abuelos que dan de comer a las palomas también, pero nada más.
                Si fuera escritor, escribiría algo sobre esta sensación especial que tengo, la melodía de mi hermana en este lugar hacen juego. Me siento nostálgico, pero no en el sentido de querer volver al pasado, si no, en un lugar intermedio entre el pasado y el presente-futuro. Me gustaría redactar un par de párrafos, pero no quiero. No quiero. La última vez que mostré un escrito fue un desastre, tenía veinte años y estaba estudiando. Se lo mostré a una maestra y ella en vez de disfrutar el cuento, lo psicoanalizó, entonces dejé de escribir porque me di cuenta de que la gente me veía cada vez que yo escribía, que la gente podía darse cuenta de lo que ocurre en mi interior y eso no quiero más. No quiero que la gente me conozca, porque no soy interesante, solo soy un psicólogo y nada más, no quiero ser visto por nadie.
                Siempre fue esa mi dificultad cuando estuve en lugares sociales “darme a conocer”, ya que cuando lo intentaba hacer, me tomaban de ego centrista, ¿será porque en vez de fluir con el hablar y todo eso, yo iba y lo ponía todo en bruto?, puede ser que sí. Cuando tenía alguna amistad, me conocían, pero a medias. Nunca le he dicho a alguien todo lo que pienso y es porque me da un gran pavor el exterior, porque sé que no existe nada absoluto, porque si todo fuera absoluto, sería bello, ¿o me equivoco?
                Si, me equivoco, es muy déspota de mi parte, pero igual no tengo otro modo de funcionar, es demasiado extraño para mí el contacto con el exterior...  demasiado difícil, cuando lo he intentado, veo absolutamente todo molesto, no me gusta nada, la gente, sus modo, sus tonos...
                La humanidad es tan compleja, tan compleja que por eso deseé estudiarla, porque no me quedaba otra, porque así ciento que soy parte de este gran complejo.
                A su vez... quiero que me dejen en paz todos los hombres y mujeres que habitan en este mundo y poder disfrutar sin preocupaciones mi existencia. Creo que cuando ocurra ese momento, recién podré sonreír sin ningún tipo de reproche, por fin me sentiré absolutamente libre, por fin diré “me gusta vivir”... Pero para ello debo seguir todas las reglas canónicas existentes, así nadie me reclamará, quedaré bien con todos, porque se comportarme en distintos lugares y con distintas personas, dependiendo de la situación. Solo así, en paz y tranquilidad seré inmensamente feliz, y podré estar contento conmigo.
                Miro ahora el ambiente, siento frío, no un frío sobrecogedor, si no aquel que viene del fondo de uno, el frío que provoca un silencio musical en una agradable conversación. Eso, un frío cortante y desgarrador. Debo volver a aquella enorme mansión, donde me volveré a sentir solo. El único remedio para eso es cuando Pauline se asoma a conversar conmigo. Sin embargo, no es suficiente... ¿O puede que sí?... Ese vacío se llenará cuando esté completamente solo, supongo, o cuando vuelva a ver a Vitezslav, no lo sé. Son las suposiciones que me hace feliz pensar que existen. A estas alturas desconozco que es la felicidad o que me hace entrar en ella. La felicidad es un estado, una disposición. La mayoría de los niños son eternamente felices haciendo cualquier cosa, en cambio un adulto, ya sabiendo todo lo que ocurrirá o pensando en qué no debe fallar, el muro se hace impenetrable. Se supone que tras él debería estar el niño de Nietzsche... Se supone. Me gustaría conocer al hombre que ha logrado pasar ese muro, mujer.... más probable una mujer que un hombre, la versatilidad femenina puede mucho más que la rigidez masculina...Bueno, está bien, son solo ideas, no son cosas que a mí se me ocurriesen. Seguramente esto alguien también lo pensó. Soy psicólogo, soy lo menos original y creativo del cosmos.
                Me gustaría a veces conversar con alguien sobre esto, pero me basta conmigo. No me gusta compartir mis ideas... ¿Será porque me gusta estar flotando en mi ensoñada burbuja, donde el tiempo se mueve poco, donde el único momento donde es paz que tanto anhelo en la realidad está en mis sueños?, claro, en mis sueños es el único lugar donde puedo estar con cierta calma y tranquilidad, porque  ese  es mi mundo, mi oscuro y ensoñado mundo, oscuro por acogedor, oscuro porque me siento protegido y acobijado, como en una real cama.
                Pero ese no es el mundo real, lamentablemente
                Las clases sobre el cerebro humano realmente son aburridas, no les encuentro ninguna gracia realmente, me gustaría no estar acá, pero bueno, lo hago por mi hermanito... No, lo hago para que no me molesten. He hecho muchas cosas en mi vida solo con ese fin “bueno, ya que tanto me fastidias con esto, lo haré para que te calles de una vez, ¿te parece?”, en casa me insistían tanto que debía ser de tal o cual modo que decidí ser como otros desearan conmigo... Pero con mucha facilidad me aburría de mí mismo, me encontraba tan patético siendo así, “¡por qué no puedo ser yo!” entonces mandaba todo a la mierda, me revelaba y finalmente, me tacharon de rebelde, de incorrecto por ser como era... Agradezco ser yo, mientras vago solo por la infinidad de las cosas, notando la falsedad en cada persona, notando la unificación que ha logrado esta patética humanidad. Noto cada cosa igual, semejante, simétrica, equitativa. Todo eso es un simple espejo de la necesidad del alma de un modo truncado, cuando lo que realmente necesitamos todos es entendernos y no juzgar... Me gustaría ser así, me gustaría poder ser una gran persona...
                No lo soy y nunca lo seré.
                Me aburren mucho estas clases, me quiero ir. Apunto todo a una gran velocidad mientras pienso todo esto, lo hago solo por cumplir, realmente me place más estar observando un cerebro, abrirlo y examinarlo, más que estudiarlo. Ya aprendí más o menos correctamente que es lo que hace un cerebro, el resto de cosas que veo aquí, son solo especulaciones, teorías, ya que el cerebro es realmente complejo y refleja, según dicen, emociones humana, almacena recuerdos, se encarga de que funcionemos correctamente mandando órdenes... Es aburrido, es como estudiar al jefe de una empresa.
                En un momento, me ve distraído el profesor y me pregunta algo, respondo y parece que correctamente, ya que no me observó con resentimiento ni nada por el estilo. Sigo divagando y miro por la ventana. Realmente me tiene así el invierno, siento que me transforma y me vuelve otra persona, no estoy seguro pero lo siento en algunos momentos de mi vida. Ahora, por ejemplo, me siento absolutamente deprimido, me siento abatido y sin esperanzas de nada, como si ya hubiera perdido el norte en una tormenta de nieve, de la cual no puedo salir, ¿por qué lo habré perdido?, quien sabe, lo más seguro es que debo estar decepcionado de mí. En poco tiempo más, un par de años, cumpliré treinta años... Treinta años siendo igual y sin ninguna reforma, me impresiona lo tolerante que soy conmigo mismo, lo amante de las bestias que tengo, ¿por qué no puedo hacer algo con ellas, por ejemplo, matarlas?, sería algo así como un caballero de brillante armadura, que cabalga con una lanza para matar al dragón. Eso quiero hacer, matar al dragón, pero no quiero tener una brillante armadura, quiero que sea opaca, negra, que nadie me vea matando mis propias sombras, porque es un trabajo mío, un momento íntimo donde no quiero invitar a ninguna princesa a que se sienta salvada... No muchacha, no te estoy salvando, yo me estoy salvando realmente.
                Salvar a Tánatos de sus propias sombras, ¿cómo se puede hacer eso?...
-Bueno, eso es todo por hoy, mañana tenemos examen sobre las funciones del cerebro, su estructura. Recuerden el mapa conceptual...-
                Al salir, siento que alguien me observa. Como de costumbre, observo a quien me observa y es una muchacha de lentes, con el cabello liso, medianamente largo, tiene los ojos grises. No se viste pretenciosamente.
-Disculpa, estás pisando mi pluma- Efectivamente piso su pluma, me fijo si no la rompí, por suerte no. Se la entrego y ella la toma sin toparse con mis dedos. Agradece con mucha distancia.
                Salgo sin nada más que hacer del lugar y me siento en algún solitario lugar del campus. No me siento muy bien, creo que volveré a tener tuberculosis en quien sabe cuánto tiempo más, espero que pronto y, por fin, me muera. Observo a toda la gente y extrañamente me siento más solo que de costumbre
               
 
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Foto del autor Micaela Rodríguez
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Descripción

La vida de dos hermanos, Hranislav y Vitezslav reflejadas en los dioses griegos Hipnos y Tánatos en la triste observación respecto a la vida y a la soledad

Palabras Clave: Hipnos Tánatos Tanatos Viteslac Hranislav Muerte Sueño

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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