caverna( publicado ligeramente modificado antologia 1 concurso relato de terror letrasconarte)
Publicado en Jul 17, 2014
Vi pasar dos nubes que corrían siguiéndose de cerca, acrecentando la sensación de soledad frente al cielo negro y descubierto.
, la noche se cerraba, sometida a las invariables posturas de las ramitas que eran azotadas con violencia por el viento. Mi teléfono me servía de farol para hallar el rumor del riachuelo que oía desde hace un rato A las doce lo encontré, fluyendo a tramos entre musgo y troncos carcomidos de humedad, subiendo y escondiéndose en las pozas. De rodillas bebí hasta llenarme de su sabor y reconocí en el reflejo de cristal la sombra del pueblecito que yacía dormido. El valle comenzaba en abrupta actitud y se nivelaba en sus faldas amortiguando el descenso, cuidándome de no enredarme en la maleza Un cartel desvencijado marcaba los lindes de la aldea., "CAVERNA (un pueblo mágico)" La calle principal estaba desierta y las últimas luces de los ventanucos se apagaban a mi paso, sabedores de noticias. El silencio me envolvió en un cisma insoportable entre realidad y la ficción, retorciendo las casas sobre sus cimientos, desligando el curso de la calles, escupiéndome al inicio del pueblo. Estaba de nuevo frente al cartel que se aferraba sobre un poste, rezando por no caer. "CAVERNA (un pueblo mágico... y maldito)" La calle se iluminó de repente y la música de carrusel giraba en mi cabeza al ritmo que los edificios permutaban su posición La calle principal se había desfigurado en un enorme bloque de hormigón solitario. Dos perros desnutridos custodiaban el muro ladrando su agonía, y clavaban sus esferas famélicas en mi cuerpo. El de la izquierda consiguió romper su cadena a base de embestidas mientras el otro lo miraba perplejo, las patas eran invisibles a cada zancada, y quedando escasos metros para darme caza la bestia salió rebotada. Tirado en el suelo, emitía sus últimas convulsiones y la espuma salía a borbotones de sus fauces. El muro tapaba prácticamente la luna y crecía y mermaba avasallándome con su poder. Hipnotizado penetré por segunda vez en el campo eléctrico sin sentir nada, avancé lentamente bajo la sarnosa mirada del perro El ruido cesó y un punto de luz se incrustó en el cielo pugnando por ser partícipe del día siguiente. La cortina de la noche quedó tendida a mis pies y el sol despuntaba con fuerza. Caverna se había volatilizado... Días después congregué a mis amigos en un bar para relatarles el fin de semana y lo sucedido en Caverna. Por supuesto nadie me creyó, y me trataron como a un chiflado. no habían oído hablar de Caverna, pero aún recuerdo la misma mirada del perro en los ojos del camarero y la foto que estaba girada contra la pared, ocultando el muro.
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Mara Vallejo D.-
Cautivante historia, esas que me gustan para salir de mi monotonia visual
Te saludo con mi abrazo