Carta
Publicado en Jul 20, 2014
Amigo:
oficiemos nuestro último encuentro: aquí te dejo una sandalia, una sóla, la que usé hasta ahora; tres botones de mi camisa rota; un hipocampo que nada en el mar de nuestros cuerpos, y que cacé -y no por capricho- para tí; y las aceitunas bañadas en azúcar que a tí te gustaban. ... Aquí te dejo recortes de mi alma. ... Y un poquito, sólo un poquito de mi atribulada sangre para que vean que los desclasados, los vulnerables, los que siempre tuvimos frío, también amamos. Mi saliva plateada hará riego en tu parque verde. Creeme: la vida no es así como la vivimos; es mejor. Hay música en las calles, la gente camina y a veces encuentra una estrella, fresca, recién caída, con la que puede levantar un castillo. Pero es cierto: nosotros no pudimos. Quién se llevó todo? Los poderosos nos maldijeron? Qué angustia nos poseyó y obligó al ocaso? A las turbias decepciones? Pero ahora digo: hagamos una revolución; la Revolución de los Débiles, de los ignorados, de los desencantados, de los desposeídos. Allí estaremos entre tantos, tú y yo, en avalancha, y así sabremos que no hará falta nada, ni el fulgor conmovido del verano. G.C. |
Enrique Gonzlez Matas
UN FUERTE ABRAZO, GUILLERMO.
Guillermo Capece
qué lindas palabras, y certeras, me has dejado: Es verdad: "esto no es un mundo sino los materiales de un mundo", por eso no creo que una Revolucion pueda estar hecha por "iluminados" aunque sean "bien iluminados", sino por mayoria. Tenemos ejempls de ello.
Nuestros gobiernos nos dieron gobiernos de clases rigurosamente aristocraticas , habiendo sido votados por todos (ricos y pobres), ellos viraron siempre hacia la derecha. Y cuando hay un gobierno "popular", o que quiera gestar digamos un capitalismo bueno (si existiera),un capitalismo mas humano (si esto fuera posible), rapidamente los poderosos les ponen palos en la rueda y termina volteandolo. Por eso tenemos que tener muy en claro, como vos lo decís, qué es lo que queremos cambiar, y cómo.
Abrazo fuerte
Guillermo