ALGUNA FÓRMULA
 
Los humanos no tenemos salvación,
pero podríamos hallar alguna fórmula
para proyectarnos un poco hacia adelante
antes de nuestra extinción definitiva:
Conformar, por ejemplo, un solo Estado
bajo el mando de las Naciones Unidas,
reduciendo los países a provincias federadas.
 
Esto desataría una avalancha de discursos
sempiternos, mentirosos y apasionados
para defender mezquinos intereses regionales,
olvidando talvez, por un momento,
los atropellos, las guerras y los crímenes
que tanto nos alienan y erotizan.
  
Sería también una ocasión valiosa
para que muchos científicos y artistas
embellecieran con sus creaciones
la posible supresión de la ignorancia,
como gesto humanitario y último,
antes de rodar hacia el abismo
donde mora, imparable y resistente,
el misterioso preludio de la vida.