El ngel de la muerte 7
Publicado en Aug 02, 2014
Ahora, tocaba el turno de Julieta.
Al verme, preguntó: -¿Qué le hiciste a Brady? La solté y la arrastré del pelo hasta la habitación contigua, donde el cuerpo de su prometido ardía. -Miralo por tí misma- dije. Julieta soltó un alarido al ver lo que había hecho. -Y eso es nada comparado a lo que tengo planeado para tí- susurré. Sentí como el cuerpo de Julieta temblaba. La arrastré de vuelta a la habitación y la arrojé al suelo. Le rompí una pierna antes de que se levantara y luego le di un puñetazo que le rompió la nariz. La golpee repetidamente mientras ella se arrastraba por el suelo intentando huir. Entonces tomé un bate de aluminio y le rompí la espalda. Julieta aulló de dolor, pero aún no había terminado. Tomé un trozo de soga y lo enrollé en su cuello. Lo anudé fuertemente, y mientras ella se asfixiaba lentamente yo me entretuve quitandole la piel a tiras. Antes de que muriera, le quité la soga y la observé. No podría moverse ni presentarse en público jamás; para una adicta a la vida de calle como ella eso era suficiente castigo. Acababa de tomar la decisión de dejarla con vida cuando ella cometió un error: llamarme por mi antiguo nombre. -Danielle...-musitó. -No- dije. Volteé a verla y añadí-: No Danielle. Eivana. Me agache junto a ella y le saqué los ojos, encendí su rostro en llamas y, cuando estas se consumieron, le abrí el pecho y le saqué el corazón. Una vez, en vida, fui una aspirante a biológa llamada Danielle. Fui arrancada de la vida de una forma cruel e inhumana, traicionada por gente en la que había confiado. Ahora soy Eivana, el Ángel de la Muerte.
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