Digamos que hoy no es un día normal...
 Es un día, diferente... Es un día... Es el día irreal.  
 Es el día en el que todo puede suceder.
 Es el día en el que más de seis imposibilidades pueden ser posibles.
 Es el dia en el que puedo amarte hasta que no pueda más. Hoy es el día en el que mi mente,  llégue hasta la tuya, y tú me podrás comprender. Es el día en el que tu mente, llégue a lo  
 más profundo de la mía, y yo te podré comprender. 
 
 Es el día en el que no tengo por qué temer, el día en el que la lucidéz se apropiará de todos. 
 Caminaremos descalzos por un sendero lleno de luz. Indiscutiblemente aquel umbral es tan  
 ancho, que todos pueden entrar. No hay diferéncias, no hay desalientos, no más destrucción  para el universo, sólo hay razón, sólo hay luz. La verdad de las cosas. No más pensamientos  
 superficiales, es el día irreal.  
 
 No habrán más rencores entre nosotros, no más dolor... Sólo hay luz. Es el día irreal...  
 Es el día de los sueños, el día en el que todos serémos lucidéz. Sin miedo a ser. Sin miedo a
 decir. No hay nada de qué esconderse. Aceptarémos nuestro ser, con nuestra naturaleza,  
 nos podremos ver a los ojos, con toda naturalidad. Podré ver tu rostro. Podrás ver el mío.  
 Imaginemos que lo que sabemos, no es real. Veríamos lo irreal que nos parece la vedad.
 ¿Es verdad que no podemos vivir sin dinero? ¿Es cierto que necesitamos atuendos?
 ¿Es real todo lo que sabemos?
 
 Es el día en el que pensarás cuestionarte la verdad. El día de la irrealidad.
 Deberíamos darnos cuenta de lo irreales que somos. Hoy es nuestro día. Es el día Irreal.