Nadie entendería... que me hacías sentir la persona más importante sobre la faz de la tierra, que cuando me dabas la mano tenía la certeza de que nada ni nadie podría jamás dañarme, que eras impredecible como el viento y agitabas mi calma llenando de emoción cada instante. Eras suave brisa que acariciaba mi pelo y desenfrenado huracán que enredaba mi cuerpo. Sólo yo podía entender que eras como el mar, unas veces en calma y otras en tempestad, tentador peligro que te mece con el dulce vaivén de sus olas, traidora marea que te absorbe y te atrapa... me hiciste sirena de tus aguas y yo te encanté con mi canto. No entenderían que eras como un aguacero, estallabas inundándolo todo y después salía el sol de nuevo, era el radiante arcoiris suficiente razón para dejarse empapar una y otra vez por tu lluvia. Como iban a entenderlo, si yo aun sigo buscando el por qué no puedo olvidarte...Tal vez porque eras como el fuego, enigmático hechicero que te atrae con su danzar trepitante, pero que te abrasa implacable al tocarlo. Devastadora furia indomable y temida por tantos... Sin embargo, me enseñaste a caminar descalza sobre tus brasas sin quemarme, y aprendí a sofocar y avivar tus indómitas llamas. No entenderían que tu ardías sólo por calentarme y que yo ardería contigo para quedarme a tu lado.    Como entender por qué no se va tu recuerdo?Será porque no pude cansarme de nadar contracorrientente en tus aguas, ni llegué a quemarme con tu fuego o porque nunca me asustaron los truenos? Sera porque aún quedaban en tu cielo muchas lunas por contemplar y yo cerré las ventanas para no volver a verlas nunca más? Sera porque ya no duermo oyendo el mar? Ni me mojan las tormentas? O porque no dejé consumir la leña en la hoguera? Será porque mi voz dijo un adiós cuando lo que latía en mi corazón era un no te vayas nunca...?