Cambio de vida
Publicado en Aug 09, 2014
Andrew Farlane era raro incluso dentro de su propia familia, o al menos, esa era la percepción que tenía de sí mismo.
Drew, como gustaba que lo llamaran, era un chico dulce y bien parecido, aunque un poco tímido y retraído. Vivía en la ciudad de Edimburgo, en Escocia, donde su familia era de las más respetadas de la comunidad. Tenía dos hermanos: el mayor, Jonathan, era alegre y energico. La menor, Thalía, vivia encerrada en sí misma. Sus padres le consentían hasta el más minimo capricho y la habían vuelto egoísta y egocentrica. Él, en cambio, recibió un trato dispar. Su padre lo trataba con indiferencia, y para compensar esa falta de cariño su madre lo mimaba en exceso. Drew había estudiado informatica en la Universidad de Edimburgo. Era el único que se había interesado en ello: su padre era empresario, su madre era sociológa, su hermano era contador y su hermana estudiaba psiquiatría. Y él era experto en tecnología de la información.Con 24 años y un titulo universitario tenía un buen futuro...y sin embargo, él sentía que algo le hacía falta, sin sospechar que lo encontraría en otro país. Por lo pronto, regresaba a casa luego de un desastre total. Había ido a una entrevista de trabajo en una empresa que resultó era de su abuelo y después había salido con una linda chica llamada Aline, con quien no tenía nada en común. Fue a la sala y se dejó caer pesadamente en un sillón al lado de Thalía, quien leía un libro. -¿Cómo te fue?- le preguntó. Drew no respondio. Conocía a su hermana lo suficiente para saber que no le prestaría atención. Y si lo hacía, se burlaría de él. Por la noche, en la cena, su madre le preguntó lo mismo: -¿Qué tal te fue, cielo? Para evitar responder, Drew se concentró en su cena. -Un poco más y hundiras la cara en el pavo- dijo Jonathan-. Levanta la cara, hermano. "Lo que quiero es que me trague la tierra", pensó Drew mientras levantaba el rostro. "Quiero que se abra un gran boquete y caer dentro de él ahora mismo". -Tengo un anuncio que hacerles- dijo su padre. Todos dejaron lo que hacían y prestaron atención. -Tengo que ir a México a un asunto de negocios, y se me ocurrió que podríamos tomar unas vacaciones ahí. -¿De verdad?- preguntó Thalía. -Siempre quise conocer México- dijo Jonathan-. Es un lugar tan pintoresco. -¿Tú que piensas, ojos de mapache?- dijo Thalía, dirigiendose a Drew .La expresión "ojos de mapache" hacía referencia a las ojeras que surcaban los ojos de Drew, resaltando sus ojos verdes y su mirada ausente. -No digas eso- la reprendió su madre. -México...vaya- dijo Drew-. Suena bien. La verdad era que le daba igual. Jonathan observó a su hermano. Era algo huraño, y la melancolía se notaba en sus ojos. Ciertamente, no era feliz allí. Y se le ocurrió que eso podría cambiar en México. La cena terminó y Drew se recluyó en su habitación. Sentía que el mundo se le caía encima. Tenía un año y medio sin conseguir empleo y a veces sentía que era controlado, y esa sensación efa algo que odiaba. No quería que nadie le dijera que hacer, con quien salir, que decir. Quería coseguir las cosas por sí mismo. Quería libertad. En ese momento decidió hacer lo que fuera necesario para conseguir la libertad que deseaba con vehemencia. Sin importar que, él conseguiría su propia vida.
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