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Publicado en Aug 22, 2014
ALÓ… ¿Quién habla?
Doña Sara era rara, duraba horas hablando por teléfono en alta voz con sus amigas, los días sábado y domingo. -¿Hablo con Amalia? Buenas tardes amiga, ¿qué hay de nuevo? Me alegra tu bienestar, también el de tu familia Pues mis hijos están bien, aunque no se puede negar ciertas travesuras de mis dos hijos menores que acaban con mi paciencia. ¿Que cómo va mi empresa? Bien, aunque los empleados son insoportables Te cuento que acabo de despedir de mi empresa a Marcela. -¿Por qué la despediste? -La despedí, porque me di cuenta de que está embarazada y eso es un problema. Ella quiso armar escándalo, pero tú sabes que yo no me dejo. Los otros empleados protestaron y, a todos los amenacé con despedirlos del trabajo. -No debes actuar así, Marcela te puede demandar por despido injusto, y los compañeros también te pueden denunciar por abuso de autoridad. -Tú no sabes nada de leyes, más bien preocúpate por curar tu alto colesterol -No sufro de colesterol alto. -No niegues tus enfermedades, siempre te vives quejando de que algo te duele, y dile a Germán que no te haga sufrir con tanta infidelidad. -¿De dónde sacas que Germán es infiel? -Lo vi coqueteando con varias chicas de las que bailaban en tu fiesta de cumpleaños. Lo más seguro es que niegue, porque él es solapado, se hace el mansito También dile que por tanto fumar sé que pronto lo despedirán del trabajo. -Sara, no soporto continuar hablando contigo, más parece que estoy hablando con una enemiga. No va más nuestra amistad. Me preocupa la situación de mi amiga Marcela, la visito y le comento la actitud de Sara. Marcela comenta: Amalia, lo que sucede amiga, es que DOÑA SARA ES BIPOLAR se imagina una gran cantidad de calamidades y las toma en serio. Cambia de actitudes, que despistan y como ella es dueña de la empresa de aceite de palma, es adinerada y juega con nuestros sentimientos. ¡Es increíble! Doña Sara, una noche soñó que yo estaba embarazada, imaginó verme con malestares, cargando un bebé enfermo, teteros, pañales, coches y no sé qué más. El caso es que me despidió del trabajo, no valió el certificado médico de que no estoy en embarazo. A todos mis compañeros y a mí nos dice que sufrimos de colesterol alto, nos grita, inventa que tenemos problemas y nos insulta. A un compañero por llegar un día con gripe, lo despidió diciéndole que tiene sida y que va a contagiar al personal de la empresa, le pagó dinero para indemnizarlo y no valieron certificados médicos, ni súplicas. Si yo te contara la cantidad de imaginaciones, visiones e invenciones de esa señora duraría más de seis meses contándote, y hasta sería algo divertido, porque cuenta historias chistosas que se imagina de los familiares de los empleados. Doña Sara es calumniadora, agresiva, injusta, tacaña hasta con los hijos y ella si se da gusto viajando, comprando finas ropas, visita los mejores restaurantes y no se cansa de decir que ella es muy buena, de bellos sentimientos, generosa, reservada, cuando la realidad es que es chismosa e hipócrita. Sin embargo, a veces cambia, es amable, generosa, pero más tarde se arrepiente y quiere que le rindan pleitesía, que le den las gracias repetidas veces. Marcela, ¿por qué no han demandado a Sara por despido injusto? Pues porque ella es terrible, sabe manejar la empresa a su conveniencia, serían graves las consecuencias, un infierno de venganzas. Como abogada se defiende a las mil maravillas. Algunos empleados la consideran por su enfermedad, porque las personas bipolares son así, es un trastorno de personalidad y no tiene culpa de sus comportamientos. Sara tiene tres hijos; Clara es la mayor, Olga y Santiago, los dos menores de edad. Clara también es BIPOLAR, trabaja en la empresa de Sara y las dos se comportan igual. A veces ellas tienen momentos maravillosos, ponderan a los empleados, son cariñosas, amables, dejan de ser tacañas, pero de qué sirve un minuto de paz y de placer y veinte de dolor, como dice la canción Olga y Santiago, viven desesperados, aguantando a la mamá y a la hermana. A esos hijos menores la mamá no les da el dinero suficiente para gastos del estudio, como fotocopias, materiales, onces. Es increíble que hijos de una señora adinerada sufran de hambre Cuentan que Sara y Clara son compradoras compulsivas, que en la casa ya no tienen espacio donde guardar las compras, así que todo es desordenado, casi no se puede transitar. Todo está ocupado con máquinas de gimnasio, paquetes de regalos que reciben y jamás destapan, que el ambiente es de gritos, llantos, desorden y reproches. Pero, Marcela, entonces ¿cómo puede tener Sara una empresa ordenada? _Pues amiga, ella manda a sus empleados que tengan todo en orden, que le obedezcan, que trabajen, y cuidado, que algún empleado caiga en error, porque los humilla, les dice palabras ofensivas. Si algo se refunde en la empresa los trata de hampones. Igual ocurre con las empleadas de servicio, y sólo las contrata el día sábado. Ya veo Marcela, tratándose de la enfermedad de Sara y Clara, se crea un problema difícil de resolver, pobres ellas, pobres hijos y pobres empleados, Entonces Marcela ¿estás buscando trabajo? No amiga, afortunadamente conseguí trabajo en una empresa multinacional y estoy feliz, pero muchos de mis compañeros están desempleados, sin dinero, pasando hojas de vida en varias empresas y los otros compañeros, le aguantan a doña Sara para que no los despida, por la necesidad de mantener su familia Esta es la triste historia de un hogar, sin amor, sin justicia y sin solución, porque cuando doña Sara y Clara sufren crisis de depresión, son tratadas por médicos especialistas, pero ellas no creen en los medicamentos, desobedecen y los cajones de sus mesas de noche permanecen llenos de pastillas que jamás se toman. En sus momentos de crisis son muy agresivas, se desesperan, no se pueden controlar, es como un momento de locura. Lo más triste es la enfermedad de Sara, de Clara y lo que tienen que soportar los dos hijos menores y los empleados.
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Mara Vallejo D.-
Es tu historia de un gran realismo,amiga mía; sucede que siempre me tocan y eso me parece muy importante a la hora de escribir. Te felicito por tus letras y la forma como las plasmas.
Recibe mi abrazo.
María
Lucy reyes
Un abrazo, Lucy
Enrique Gonzlez Matas
UN GRAN ABRAZO AMIGA.
Lucy reyes
Muchas gracias Enrique, por la lectura y tu valioso comentario.
Un abrazo, Lucy