catarsis
Publicado en Aug 27, 2014
Catarsis
No me complacían los trucos facilones de ese miserable rendido a la adulación, desmoronándose sin saberlo, y por eso, salí aquella noche sin dirección lejos del local abarrotado de luces y hondas bocas, de misterios fingidos. Mi pasos eran ecos de una noche maldita, esforzada en ser lo que no era, y yo sin embargo mi nariz rastreaba los resquicios de la autenticidad perdida. Doblé la esquina y di frente a unos pandilleros que ejecutaban su sombra sobre el estampado refulgente de la ciudad, en posición amenazadora. Sus siluetas no me resultaron extrañas puesto que los abrigos tres cuartos enfundaban a la mayor parte de los borrosos caminantes en esos días. Los cuellos giraron a izquierda y derecha cuchicheando opiniones referentes a mí. Después un largo silencio,y la corpulenta imagen de un hombre errabundo emergido de la niebla con los pantalones raídos y la camisa desgarrada. Dos pasos por delante del grupo, comenzó a farfullar un soliloquio incompresible acerca de la aurora y de un final inminente, apuntándome con su dedo índice. Lo respeté sin interrumpirle hasta que mis articulaciones dejaron de recibir la señal de mi cerebro engrilletado al espectáculo. El sol nacía Vestido de adelfas Cubierto de calima Responso de la vida Efímera despedida La luz cegadora se tornó rosa y gris hasta desvanecerse en una profundidad insondable, desprendida de las luces omnipresentes . Solo el cielo huérfano de estrellas acogiendo mi pequeñez en su exorbitante silencio., y en lontananza las islas que restaban por ser devoradas, que como la tierra emitían los destellos de un faro en medio de la nada.
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Mara Vallejo D.-
Que intertesante es limpiar las luces que emite el faro y poder salir, de en medio de la nada.
Mucho me gustan tus relatos, amigo mio.
Te felicito con mi abrazo.
María