La historia de "La Adelita"
Publicado en Sep 02, 2014
¡Hola! ¿Cómo están? Aquí en México estamos en día primero, del mes patrio, y se celebra la INDEPENDENCIA DE MÉXICO (15 de Septiembre) y sólo para demostrar que no les hablo de temas de "Moda" les platicaré la anécdota más popular mexicana, en relación al 20 de Noviembre REVOLUCIÓN MEXICANA.
https://www.youtube.com/watch?v=QBokt9_BIX8 Esta canción hija de la revolución mexicana se atribuye a Elías Cortazar Ramírez, joven capitán del ejército constitucionalista, que hacía versos y canciones, quién se enamoró de una bella muchacha tampiqueña llamada Adela. Ella constantemente desdeñaba los amorosos requerimientos del joven Elías, quién temeroso de morir en alguna acción militar, quiso dejar testimonio de su amor y fidelidad, componiendo la canción que aún hoy perdura. La División del Norte al mando de Pancho Villa acosaba a las tropas concentradas en Tampico a las que pertenecía Elías Cortázar, ques se vieron obligadas a salir de la ciudad para combatir. Por la noche durante algún descanso en la lucha, el joven entonaba continuamente esta canción a la guitarra, hasta el punto que los soldados norteños aprendieron y la hicieron suya. Cortázar murió en combate y la letra de su canción fue arreglada de forma que pudiera dar el último adiós a la ingrata amada. Hoy en día se conoce como 'adelitas' o 'soldaderas' a las mujeres que participaron en la revolución mexicana en los contingentes militares, como soldados, cocineras, enfermeras o ayudantes. Cada 20 de noviembre, muchas niñas se disfrazan de adelitas como parte de las actividades para la celebración del día de la Revolución Mexicana. LA ADELITA. Corrido de la Revolución Si Adelita se fuera con otro la seguiría por tierra y por mar, si por mar en un buque de guerra, si por tierra en un tren militar. Toca el clarín de campaña la guerra, sale el valiente guerrero a pelear, correrán los arroyos de sangre, que gobierne un tirano jamás. Y si acaso yo muero en campaña y mi cuerpo en la sierra va a quedar, Adelita, por Dios te lo ruego, por tus ojos me vayas a llorar. Ya no llores querida Adelita, ya no llores querida mujer, no te muestres ingrata conmigo, ya no me hagas tanto padecer. Me despido querida Adelita, ya me alejo de mi único placer, nunca esperes de mí una cautela, ni te cambio por otra mujer. Soy soldado y mi patria me llama a los campos que vaya a pelear, Adelita, Adelita del alma, no me vayas por Dios a olvidar. Por la noche andando en el campo, oigo el clarín que toca a reunión y repito en el fondo de mi alma: Adelita es mi único amor. Ya me despido querida Adelita, de ti un recuerdo quisiera llevar: tu retrato lo llevo en el pecho, como escudo que me haga triunfar.
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DEMOCLES (Mago de Oz)
Carlo Trejo