A LOS ANIMALES
Publicado en Sep 18, 2014
Lágrimas destiladas marcan el horizonte de la tarde, crédula y rojiza. Caminos sin dueño que llevan a ninguna parte, Martillazos nostálgicos sobre la sien, Que penosamente combate la caza del renombrado silencio Evocando la dulzura de la miel Los olivos aún verdean cuando la noche adusta se cierne Protegiendo su color de la oscuridad cegadora Y ésta, prendada del olor aceitoso que expiden sus huestes de madera De astillas apuntadas hacia el cielo estrellado Retrasa su llegada, víctima de una ilusión traicionera En un pazo descansa el pastor y su perro, Debatido lenguaje entre gañidos y caricias De muerte advenediza, y vencidos guerreros Cuando El viento sopla arrastrando las hojas Formando remolinos de vida alrededor de las lomas Allí yace el cuerpo del animal, descuidadamente solo Entre tanto la pala cava sin dilación su lecho, Bajo la atenta mirada de los grillos Llenándolo de tierra seca y guijarros mordisqueados Y abajo, dónde el último ladrido invisible se hace eco Brilla la estampa de su eterno cabello halado.
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Mara Vallejo D.-
Y mueren con ellos sus derechos
esos que nunca acariciaron el pelaje,
o leyeron freses
escritas en ojos rabiosos,
o en ladridos púrpura
que la noche ocultó.
Mira que has tocado un punto en mi alma; amo los animales, tengo un lorito conversón y un gatito hermoso.
Felicitaciones, tus letras son de un constante progreso, amigo mio.
Abrazos