despedida
Publicado en Oct 10, 2014
Tomo aire y le dejo salir en un suspiro, tenía la mente en blanco y los ojos cerrados, el sudor recorría aquella piel temblorosa que poco a poco comenzaba a enfriarse. Volvió a jalar aire y al exhalar abrió los ojos para encontrarse con aquel cabello crespo y cobrizo que tanto llamaba su atención sobre la piel blanca de aquella joven con los ojos llorosos. Puso atención en sus labios rojos y lentamente se fue acercando a ellos, se detuvo a unos milímetros y sintió su respirar, cerró los ojos nuevamente y dejo que ambos labios se dijeran cuanto hacía falta, uniendo y separándose lentamente, sus manos comenzaron a titubear antes de tomarla por la cintura y acercar su cuerpo, sus cabezas se inclinaban dejando que sus bocas se entendieran por completo. Cuando sus rostros se encontraron de frente dejó que unos milímetros les obligaran a abrir los ojos, y tuvo frente a el aquellos ojos que descubrió verdes bajo la luz de la luna, -te amo-. La joven volvió fundir aquel par de labios con desespero, tomando con sus manos la cabeza de quien miraba como debajo de sus párpados comenzaban a caer lágrimas.
El frío que el viento dejaba sobre su piel era casi imperceptible para aquel admirador de la joven que observaba en silencio como una tras otra las lágrimas resbalaban por su mejilla, una mano se acercó a sus ojos para secarles con los dedos mientras ella se quedaba inmóvil. Su mano se detuvo en su mejilla cuando sus ojos se encontraron, miraba a la joven poner una mano sobre la suya, le escucho sollozar un instante y le abrazó tan fuerte como pudo, sus labios se acercaron a su oído -te amo-. Pasó sus dedos entre aquel cabello naranja y trataba de grabar el olor de su piel en la mente, -te amo- le susurró con el rostro inexpresivo -te amo- le respondieron aquellos cabellos. Nuevamente de frente, el viento congelando sus sentidos, le observaba a contraluz sin decir nada, hasta que una sonrisa salió de su rostro, ella le devolvió el gesto y dio dos pasos hacia atrás, pasó sus manos debajo de sus ojos y dio media vuelta mientras él veía como sus pasos se volvían más lejanos hasta no ser más que un recuerdo en su memoria. Permaneció inmóvil algunos minutos hasta que el frío le hizo regresar a la realidad, entonces dio media vuelta y también se marchó.
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maria del rosario.
A veces sabiendo que ya no volveremos a vernos el beso y el abrazo son tan ávidos de amor que nos duele el corazón, porque el amor duele.
¿ Qué sentimiento tan extraño? nos eleva hasta el cielo y nos deja caer como plomo sobre el suelo.
El amor duele, la despedida es triste...
Tu poesía tiene la frescura de tu juventud, es ágil, sincera, minuciosamente detallada nos relatas el alejamiento del ser amado.
Mis felicitaciones.
Un abrazo.
María del Rosario
Ro R. G.
me alegra el saber que es de su agrado. mil gracias por leerme
saludos desde mexico!
Elvia Gonzalez
Mara Vallejo D.-
Historia que lleva el sello de lo que realmente una despedida es. Exquisita forma de plasmarlas, me llamó la atención su buena descripción. Te felicito.
Abrazos