El caso de la muerte de Jeremas Rosas 3
Publicado en Oct 12, 2014
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Al día siguiente, por la tarde, los gemelos volvieron. Don Gregorio sirvió té y continuó su relato.
-Pocos días después el prometido de Lila llegó. Era un muchacho llamado Louis. Cuando don Jeremías se enteró del compromiso de Lila pusó el grito en el cielo, pero no abandonó su idea de pasar una noche con la muchacha.
'Mientras tanto, ajena al plan de su patrón, Lila presumía a su prometido paseando con él por todo el pueblo. Las muchachas se morían por la envidia y todos cuchicheaban a sus espaldas, pero ellos seguían su camino sin importarles las habladurías de la gente.
-Me preguntó que tanto dirán- dijo Louis un día cuando pasaron por la iglesia y vieron a un grupo de gente secretearse.
Lila se encogió de hombros y dijo:
-Malas vibras, seguramente. No les hagas caso, cielo.
-¿Así son todas las personas?
-La mayoría.
En ese momento Sebastián Rosas vio a la pareja y comenzó a seguirlos insistentemente. A donde iban ellos, él los acompañaba inadvertidamente.
'Una noche, cuando Lila volvía a casa sucedió todo. Esa noche ella iba caminando, ya que su bicicleta se había averiado.
-¿Cómo puede averiarse una bicicleta?- preguntó Bety, confundida.
-Puede zafarsele la cadena, caerse una rueda o algo así- dijo Beto.
Don Gregorio asintió y dijo:
-Así es. Pero en el caso de Lila había sido distinto: alguien le había cortado los frenos, y a ella no le pareció seguro llevarsela así. Y tampoco quiso que nadie le acompañara por la noche. Fue una mala decisión.
'Don Jeremías se le apareció por detrás, la llevó a una calleja oscura y ahí trató de abusar de ella. Le rasgó la ropa y la manoseó hasta que ella pudo zafarse de él y salir corriendo hasta su casa.
-¡Que bandido!- exclamó Bety.
-Y que aventado- comentó Beto-. Mira que intentar eso a su edad... tuvo suerte de que no le diera un infarto ahí mismito.
-No sea irrespetuoso con los muertos, chamaco- le rependió el cuidador-. Es de mal agüero insultar a los difuntos por estos rumbos, por muy merecidos que los tengan.
Beto se encogio de hombro y dijo:
-Yo nomás decía, pues.
Bety le dirigió una mirada molesta a su hermano.
-¿Y qué paso después, don Gregorio?- preguntó.
El anciano tomó algo de té y prosiguió su relato:
-Cuando Lila llegó a casa, ocultó lo mejor que pudo lo que había pasado. Se tapó la ropa desgarrada con un sueter y se fue directamente a su cuarto sin hablar con nadie. Al día siguiente fue a trabajar como si nada hubiese pasado, y don Jeremías actuó distante, como siempre que ella se presentaba a trabajar. Pero ella le pidió a su prometido que pasara por ella, y todas las noches él la recogía hasta que recuperó su bicicleta.
'Hubo un momento en que Lila se dio cuenta de que don Jeremías se cobraba su rechazo por medio de la deuda que tenía su familia. Y en ese mismo instante se enteró de un plan que cambiaría todo.
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Foto del autor Ana Fernandez
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Descripción

Palabras Clave: cuento relato noche

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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