Dos poemas para un adis
Publicado en Oct 12, 2014
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lagarto tomo sol en la tarde tú no me escuchas ausente tú yo solo miro recuerdos y me anudo como boa a mi cuello asombrándome y pidiéndome socorro (pero en voz baja para que nadie escuche) y con la fiebre fría de agosto. II lugares cualquier camino muros para que el amor no se vaya haber tocado tu sexo hasta caérseme las lágrimas y que en las escalas más altas fuera algo que ya no amaba. brisadas estrellas fueron la unión de los cuerpos de los ojos de los labios como espaldas despidiendo instantes luego la ruptura de una ciudad a olvidarse y el desierto con su puñal infinito. G.C. |
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones Guillermo
Guillermo Capece
hermoso tu comentario; sabios tus conceptos siempre unidos a tu capacidad literaria; y gracias por tu optimismo.
Abrazo
Guillermo
Mara Vallejo D.-
Vaivén de vivencias; pero el alma con todos sus anexos, debe soltar las amarras que un adiós proporcionó y así, recuperar cada suspiro perdido transformándolo, en un aliento fortalecido.
Grato leerte, amigo mío. Hermosas metáforas.
Abrazos.
Guillermo Capece
Que estes bien.
Guillermo
Elvia Gonzalez
Guillermo Capece
Que estés bien.
Guillermo
Enrique Gonzlez Matas
MUY BIEN ESCRITO. RECIBE MI FUERTE ABRAZO.
Guillermo Capece
Fuerte abrazo
Guillermo
raymundo
Guillermo Capece
muy lindo comentario; muchas gracias.
Guillermo
Eduardo Fabio Asis
La impotencia de un amor que no fue, y su herida lacerante que permanece, están exquisitamente plasmadas en este poema exquisito. No le temo a la redundancia, el poema vale la pena. Como amigo, quisiera que no te hiera más ese sentimiento, como lector me siento orgulloso de vos. Te saluda con afecto, Fabio el mendocino.
Guillermo Capece
abrazo
Guillermo