LA BESTIA SUMERGIDA
Publicado en Oct 20, 2014
Me encuentro en un desorden continuo, Me ahogo en mis papeles en blanco, Uno a uno cae desde esa luz Se van apilando sobre mí. Ahogándome lentamente, Cada vez pierdo más los sentidos. No sé cómo salir de aquí. No sé cómo llenar esos espacios vacíos. La oscuridad se vuelve poco a poco piel en mí. Los caminos a una posible salvación desaparecen. ¿Intentar subsistir? ¿Salir de esta penuria? ¿Sera lo mejor? ¿Qué me espera el mañana? ¿El exterior? Todo tan incierto. Me hundo junto a las preguntas, estancándome en el razón, Busco de alguna forma la salvación. Intento vencer la muerte del caos. Todo estará en calma, cuando yo sepa respirar, lo se… Aunque adoro esta adrenalina, me produce la presión del límite. ¿Cuando aprenderé a evadir esta adicción? ¿Cuando dejare de saltar por encima de las oportunidades... cuando? La sensación de quemarme, ese momento… el más culpable placer. Como un fuego rabioso me enciendo, mis ojos se vuelven infierno. Mis manos temerosas tiemblan ante tanta furia interior. Grito, y mis sentidos despiertan… los insectos se escabullen bajo mis tejidos. Y llegan a mi sistema cardiaco. Alimentan a la bestia asesina, intoxicando todo. Comienzo a desaparecer, volviéndome un caparazón. Mi rostro encuentra algo desconocido… una sutil mueca. Irracionalmente muestro una cruel felicidad. El espectro que todos incorporamos, algunas veces nacen. Comienzo a ver cenizas, las hojas se están derritiendo. No importa lo que habrá afuera, encontrar el orden en mí, no tendré miedo alguno. Como un meteorito, entro en contacto. Exploto con demencia. Pero soy libre. Dejare todo destruido, como el demonio echo carne propia. Buscare otra luz y renacere del mismo papel en blanco. Sere feliz como una bestia sin cadenas, y con un ser interno angelical.
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Elvia Gonzalez
Rocio Veronica Vega
Algunas veces los seres oscuros, internos, como dices, nos intentan dominar, se vuelven realmente un tormento cuando intentan manejar las acciones de uno mismo, es una lucha constante.
Tanto tiempo sin leer algo tan grato como tu comentario, realmente admirable. Te dejo un gran abrazo, y espero verte en mis próximos escritos.
Oscilando en un Pndulo
Rocio Veronica Vega
Hace tanto que no leo nada de usted por aquí, cuando publique algo avíseme.