Avistamiento
Publicado en Oct 25, 2014
Era bellísima, tanto, que habían quedado ciegos de mirarla y contemplaban únicamente su sombra, fina y ovalada.
Las ondas, que por aquel tiempo refulgían como destellos en la noche, bailaban la pequeña goleta atracada a cien metros de la orilla, mientras una mano invisible sobresalía del ribete verde que decoraba la embarcación. Un día, cuando el sol alcanzó su cenit, Marcos dudó del avistamiento de vida, cuando una botella sujeta por el imán embriagador del vino, se presentó entre el alto discurrir de la niebla y la claridad del océano El ser que no tenía rostro pero sí voz ,canturreaba: Oh no, huye de mí interminable y mísera circunferencia anaranjada… Marcos se mareó y tuvo alucinaciones, y la duda se tornó certeza para de nuevo disiparse adoptando la forma onírica del oasis. Se tumbó e intentó relajarse contando los no pocos veleros que flotaban por la bahía de San Pedro ese mediodía. El cielo centelleaba clavando su cuerpo añil, en un intento infructuoso por desvelar los ignotos secretos del campo y sus huellas, de las pisadas de las almas que recorren aún los caminos paralelos de la materia.
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Mara Vallejo D.-
Buena historia, buenas letras que me atrapan con su imágenes, sonidos . . .
Adelante, amigo mío. Felicidades.
Abrazos