Decepcin
Publicado en Oct 30, 2014
Por los ojos escribo en la ciudad de los labios, cuando se evocan los placeres, y tu beso..., como magnífico instante. En la ciudad de los labios amé tus brazos heridos, y sólo por tu estancia entre las flores que derrochaban melancolías, quedaba rezagado el murmullo del hambriento. Yo tenía necesidad de tanto. Por eso había comprado para tí las cuatro lágrimas que derramé en la siesta, un mantel de nácar que tenía plantado un árbol por los duendes cuyas raíces ocupaban el mundo. (Yo tenía necesidad de esa música.) Y compré una casa a orillas de mi corazón invisible, que no fue habitada sino por la desesperación de nuestra sed. De momento comemos del plato de nuestra hambre, y la caricia que fue cúspide, ahora es la opaca sensación de nuestro cansado amor. G.C. |
Elvia Gonzalez
Guillermo Capece
gracias por tu analisis fructuoso de mi poema; aciertas siempre en tus interpretaciones, con las que yo, desde luego, concuerdo.
Abrazo, amiga.
Guillermo
Enrique Gonzlez Matas
COMO SIEMPRE, GUILLERMO, TU IMAGINACIÓN TERMINA CREANDO UNA BUENA POESÍA.
MI FELICITACIÓN CON MI GRAN ABRAZO.
Guillermo Capece
sí, mucho desamor alrededor de todos mis escritos; creo -y no es el creo dubitativo- que se hace referencia a un amor priimario, substancial, que me falto: el de mi madre; por lo menos eso dijeron los psicoanalistas. Bueno, disculpa esta mencion. No hablare mas de eso.
gran abrazo
Guillermo
Mara Vallejo D.-
Cuando no son cumplidas las expectativas que tenemos hacia un deseo, una persona . . . entonces aparecen secuelas que de forma permanente y arbitraria arrasa con la ciudad de los labios y Oh! decepción imperante!!.
Excelentes metáforas, continuidad emotiva, imágenes mil . . . Buen, buen poema, amigo mío.
Grato leerte siempre.
Abrazos
Guillermo Capece
las expectativas no se cumplen y cunde el desamor, y es asi que yo me estoy cansando de escribir siempre la misma tematica, aunque veo, por lo que me dicen Uds. que es con buenos resultados, felizmente. Pero me siento a la maquina para escribir otra cosa... y sale eso, siempre, je.
Gracias por tus conceptos.
Guillermo