Hoy
Publicado en Nov 16, 2014
Ya no hay mucho que escribir más que el existencialismo. Nos pasamos de estómago al sol pensando solo en nosotros y en una piel menos pálida. No existe la emoción de convertirse en héroes de un antiguo pueblo ni de liberar a una persona de color negro de unas cadenas que le aprietan hasta que la piel llegue a escocer. Ya no se puede escribir de mucho, ni de poco, ni de nada. Una novela futurista o un poema alucinantemente surrealista, o de recrear una obra de teatro del siglo diez es a lo que podría aspirar un escritor nuevo del presente siglo. No hemos vivido ese antaño tan crudo y difícil, no hemos nacido del lodo y mucho menos reencarnados en un proletariado con grandes ambiciones. Tampoco las parturientas tendrán a un hijo en condiciones imposibles. Hemos perdido el encanto de las cosas difíciles y en las urbes hasta los mendigos y los sin hogar sufren menos que antaño. Hemos perdido el encanto de muchas cosas, tan solo hay que observar los escritores magníficos que existían antes y la escases de sobresalientes que existe hoy por hoy, esto a pesar de la amalgama de conocimientos que están al alcance de todos, no como antaño. Nos pasamos horas de brazos cruzados y levantamos edificios cada vez más altos, como queriendo llegar a otros confines del cosmos. Destruimos por destruir y también por diversión. Vamos a la vuelta de la esquina y con un par de pesos nos comemos el mundo. Consideramos salvajes a aquellos que aprecian la tierra y viven en comunidades sin pudor. Generamos fronteras cada vez más amplias para que nuestros vecinos no puedan cruzarlas, para que no podamos conocernos. Hay una facilidad de instrumentos para escribir pero nadie hace uso de ellos. Hay una facilidad de acceso al conocimiento, pero a nadie le interesa. Me hubiese gustado haber nacido en siglos anteriores, haber tenido una foto en blanco y negro, antigua, que hoy haya sido un tipo de reliquia familiar o anecdótica. Me hubiese gustado que me hayan leído después de muerto. Me hubiese gustado haber conocido a tantos personajes, pero nací hoy, y moriré mañana.
Página 1 / 1
|
Verano Brisas
Recibe un cordial saludo desde Colombia.
Victor Dorso