Casi una oración profana
Bellísimo poema !
un placer leerlo
Felicitaciones
Un abrazo
Daniel

Hola María, ¡Qué bello paisaje has elegido! Agua blanca del arroyo, nítida entre verdes hojas que la circundan. Tu inspiración sobre naturaleza es algo que te identifica. Te felicito.
Un abrazo, amiga mía.

Es el medio preferido en las ocasiones que puedo elegir... es el paisaje que mas me tranquiliza, debí ser pez.

Cariños amiga

Precioso, y el agua que corre, fria cálida, transparente en un regalo de inspiración sublime se mete por los ojos hasta el alma.
Un deleite pasar a tu rincón.

un texto hermoso, cálido que me lleva a desear beber de esa agua pura y cristalina, que no están quedando en muchas zonas del planeta, afortunadamente en estas partes sureñas todavía podemos contemplar el fondo de los ríos y arroyos, lograr ver las rocas, y ese ruido incomparable de sentir fluir sus aguas, grato leerte siempre

Como siempre se hace ver la protectora de la naturaleza, la ecóloga defensora del medio ambiente natural, que es el pulmón de nuestro planeta tierra.
Volver a la naturaleza nos purifica y desintoxica.
Me has despertado los deseos de bañarme en esa agua pura e inmaculada.
Quisiera ser ese arroyo y alivianarme de la mochila que me hace cargar la vida vivida...
Ser libre y salvaje como la madre naturaleza en su curso simple y claro de todas las vidas vividas y por vivir.
El agua pasada no mueve el molino, siempre hace falta que siga corriendo mas para mover la rueda y continuar hacia adelante.

Un beso sistercita.
te quiero mucho.
María del R.

QUEDA MUY BIEN, MARÍA, LA REPETICIÓN AL FINAL DE CADA ESTROFA DE LA EXPRESIÓN "AGUA BLANCA DEL ARROYO". ME GUSTA MUCHO LA FORMA DE TU POEMA Y, TAMBIÉN, EL CONTENIDO ECOLÓGICO DEL MISMO.
TE FELICITO CON MI ABRAZO PORQUE SIGUES INSPIRADA.

Fantástica descripción de aquel paisaje que ha emergido desde los rincones de tu mente...
Lindo leerte Maria!
Besos.

Puede parecer extraño lo que apuntaré aquí, pero, créeme, es una verdad absoluta.
Para mí no es nada fácil emitir comentarios portando elogios o mostrando agrados por versos intrascendentes, porque definitivamente me considero persona de gustos exigentes y de valores definidos para poder dar peso real al talento.
Esto me ha llevado a establecer, en lo personal, una élite que logre satisfacer mis requerimientos y te puedo asegurar, María, que estás inserta en esa nómina. En comentarios anteriores he fundado las razones que me hacen tener ésta opinión de ti; el hermoso poema que ahora nos has regalado, contiene esos mismos fundamentos...
...Un torrente rumoroso despeñándose en la corriente y dejando en la senda de las ilusiones suaves imágenes de evocación; eso es el maravilloso resultado de tus palabras.