Anecdotario sobre ruedas segunda parte
Publicado en Dec 01, 2014
Era muy temprano por la mañana cuando tome mi bicicleta, y me decidí a emprender el viaje hacia la Región de Valparaíso, exactamente estuve en tres lugares para resumir, allí manifesté sensaciones agradables y otras no tanto pero todo eso fue a consecuencias de recuerdos donde ya había estado unos meses o tiempo indefinido atrás. Tuve la suerte de reunirme con un grupo de ciclistas que acordamos llegar hasta Los Andes, lugar en el cual la cordillera se muestra con una grandeza ùnica e irrepetible por estos lugares del planeta. Nos llevo aproximadamente unas tres horas a ritmo moderado, surcando cerros y porque no esa sensación de falta de oxigeno cuando se esta en altura. Mi curiosidad no había terminado allí, no tenia grandes compromisos de amistad para con aquel grupo, solo lo que me mantenía era solamente el entusiasmo por la actividad. Aunque siempre uno se encuentra con mujeres que hacen cortocircuito en la razón, y bueno la belleza de las féminas se agradece e hizo que el viaje fuese muy agradable por cierto. La había visto antes, ella se llamaba Melinka, tenia un cabello liso y oscuro y de piel de un color muy agradable de observar, además poseía un gran sentido del humor, mas no la volví a ver, de vez en cuando charlamos de forma virtual pero no es lo mismo, sin dudas no es lo mismo. Se me paso por la mente visitar la casa de una ex novia te tuve y bueno estaba a 100 kilómetros de los Andes. Tuve dos opciones que elegir o llevar la bicicleta en un bus o llegar esta su cuidad andando. Elegí lo ultimo, en realidad no se porque lo hice, entre aventura y melancolía, me invadía en esa noche de Junio. Arribe hacia las 12 de la noche, tenia un hambre de nadador y comí pizza, bastante apetitosa por cierto. Pasaron las horas y aún no llegaba al mar y bueno el cansancio me dejo tirado en el piso por unos instantes hasta que amaneció y ya era hora de volver a casa, así que fui a comprar un ticket de autobús que e llevara hacia la capital. Perdí la hora del autobús , no quisieron devolver el dinero o el cambio de horario para un nuevo autobús, así que tuve que retomar viaje hacia mi casa en bici, El regreso fue tanto tortuoso no había descansado ni dormido, mucha sed tenia pero al fin y al cabo lo había logrado Las secuelas bueno tenian que llegar, tenia los m músculos molidos, pero ya puedo decir que anduve casi 24 horas montado en mi corcel de aluminio
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