Alquimia de la Soledad
Publicado en Dec 03, 2014
En la soledad de mi cuarto,
todas las mañanas, confieso, mato a una mujer. Y me voy a trabajar, dejándola muerta en la cama. Cuando llega la noche y regreso, ella resucita y me prodiga, como crucial venganza, todo el sabor de su encanto femenino. Ambos nos llevamos bien. Ella sabe morir justo cuando me voy a trabajar y sabe resucitar justo cuando regreso a casa. Yo, por mi parte, la extraño de día, y la gozo de noche.- Tengo el temor fundado que nuestro idilio pueda terminar, cuando nazca un hijo nuestro, y ambos, ella y yo, debamos morir de verdad. Ese hijo, alquimia de la soledad, quizás sea… mi próximo yo.
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Eduardo Fabio Asis
Enrique Gonzlez Matas
UN ABRAZO, EDUARDO.
Mara Vallejo D.-
HERMOSAS SITUACIONES DE TRANSMUTACIÓN HACEN DE TU PROTAGONISTA UN SER FELIZ. MUY GRATO A LA LECTURA TU TEXTO, AMIGO MIO. ME HA GUSTADO.
ABRAZOS
Eduardo Fabio Asis