Esto se trata de sentir o así es lo que me inculcaron: que la vida se trataba de sentir y no de pensar, pero el dilema comienza cuando pensamos y sentimos al mismo tiempo, cuando confundimos el amor con la costumbre y nos boicoteamos.
Nadie nunca nos dijo de qué se trataba amar ni cómo debíamos hacerlo. Tampoco nos dijeron qué sentir ni cómo sentirlo o que se siente estar enamorado. Dentro de todas estas cuestiones que nos pueden traer sin fin de respuestas dependiendo de cada persona y de cómo ve y siente las cosas; creo poder confirmar que dentro de este aspecto que nos hace únicos y nos diferencia del resto de las personas, todos, incluso en aquellos que no dicen nada de lo que sienten, encuentran la pasión y el gozo en aspectos pequeños o grandes de la vida; y todos ellos son muy diferentes. 
En cuanto a mi experiencia personal, el amor siempre fue algo que despertó muchos sentimientos en mi y aquí va la pregunta que me hago constantemente cuando tengo que decidir: ¿escucho a mi corazón, puro y leal y me dejo llevar o razono con la cabeza y pienso mejor las cosas? Considero que no soy una de las primeras personas que tiene este dilema tan grande respecto al amor. Leí en muchos libros, de aquellos autores que considero maestros, que el amor es simple tan simple que ni siquiera deberíamos cuestionarnos a qué parte de nuestro ser hacerle caso. Este razonamiento puede significar que: o no sabemos amar o que todavía no hemos encontrado aquella persona o pasión que nos de ese lugar de libertad y felicidad en nuestra vida. 
Creemos darlo todo, querer con todo lo que somos y cuando no nos corresponden nos lamentamos y cuestionamos nuestro accionar, la forma en que resolvimos las cosas y en la que decidimos darlo todo. EN OTRAS PALABRAS, NOS ARREPENTIMOS. Es fácil rendirse cuando nos subestimamos de  tal forma que no podemos ver las cosas con claridad, a veces no se trata de esperar algo a cambio si no de simplemente dejar nuestra huella y no en la vida de la otra persona, sino en la nuestra. Es una decisión como muchas otras, entregarnos o no: pero yo siempre optaré por dejar lo que soy en la vida y que llegue de mí lo que sea necesario para esas personas. 
Cuando el amor parece complejo o se siente de esa manera, no es amor, de eso estoy segura.