Suicidio.
Publicado en Dec 16, 2014
Yo...bueno, mi nombre no es necesario saberse.
Yo, parado aquí en el umbral de un mundo al cual caeré, necesito decir mis últimas palabras para al menos ser recordado como un hombre y no como un monstruo. No voy a morir como un monstruo, ni tan siquiera como una..."cosa". No era mi intención, pero algo como ello, me estaba volviendo loco... Me gustan los actos repetitivos; soy capaz de quedarme mirando una brasa hasta convertirse en cenizas. O ver un reloj durante horas solo para contar las doce salidas del cucú. O apagar un ventilador y ver una misma aspa, hasta que se detiene... Mi hermano menor, una simpleza comparada conmigo, tenía algo que me enloquecía: sus dientes. Más precisamente aquellos mal llamados Paletas, los primeros en asomarse en una sonrisa...Esos dientes... ¡Esos dos dientes me asustaban! Eran...eran aterradoramente grandes...Mi hermano abría su boca y ahi estaban...asomandose...espiandome...planeaban algo contra mí, ¡estoy seguro! Él no se daba cuenta pero en su boca había dos monstruos conspirando en mi contra...¡Nunca más! Ya me he desecho de ellos...pero mi hermano no me permitió matarlos como quería... Mamá y papá están fuera de la ciudad, era ahora o nunca. Amarré a mi hermano a la cama y le mantuve la boca abierta con uno de esos instrumentos que usan los dentistas...ma' qué se yo como se llaman... Él me miraba horrorizado y llorando, rogando por piedad apenas entendible. Yo le dije "tranquilo...viviremos tranquilos cuando te los quite. No tengo anestesia, asi que piensa en cosas bonitas o te dolerá". Debió dolerle más de lo que esperaba; sabía muy bien que él ya había terminado de cambiar los dientes pero...no, estoy más que seguro que esas dos paletas de los mismos abismos infernales le profirieron ese dolor ¡porque sabían que yo los atacaría con una pinza quirúrgica! Esos dos dientes mataron a mi hermanito... ¡No lo maté yo! ¡Yo le llené la boca de gasa para que la sangre parase! Yo lo quería mucho a mi hermano...pero el pequeño no lo soportó...¡esas paletas miserables! Pero ahora las tengo en mi poder, ya están por siempre fuera de este mundo y fuera de su boca... Aunque...no puedo morir como un monstruo. ¡No van a delatarme! Aun cuando solo trataba de hacerle un bien a mi hermanito, y a mí por supuesto, él perdió la vida...No puedo hacerle eso a mamá y papá...ellos no deben saber que estamos muertos. Les dejaré una nota diciendo que vino por él un compañero suyo de la escuela para pasar la noche y que yo estaría en casa de Bartolomé. Vivirán esperanzados y eso es mejor que esta triste realidad que ahora pasará... Esas paletas monstruosas...merecen un final aun más atroz...Yo sé que aun cuando no haya nervios dándoles vida...yo sé que aun pueden verme...¡están conspirando de nuevo! Las ahogué en una mezcla que hice con el destapa caños, soda caustica, blanqueador e hipoclirito de sodio...Me aparte porque sus muertes me quemaban por dentro, así que las dejé ahi...pudriendose y regresando al infierno... Limpie todo y guardé todo. Mi hermano está en mi jardín...papá dejó revuelta la tierra luego de plantar las flores así que ahi está mi pequeño hermanito...descansando con la otra madre. Saldrán flores de él, ¡eso es la eternidad! Mamá estaría orgullosa... No...¿Lo ven? ¡Soy un monstruo! Me niego a serlo, quiero morir como un humano, así que esto es lo que dejo aqui, en mi diario. A posteriori lo quemaré y no quedará nada. Yo iré en autobus a un lago y ahi volveré a mis raices: nací en el agua y moriré en el agua. Por favor, considerenme como una persona que solo quería vivir en paz. Ahora tendré una muerte tranquila porque esos demonios dentales están muertos...
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