la manzana asada
Publicado en Dec 19, 2014
Quedose mirando la manzana rebosante, a un paso de estallar y expandir el intenso aroma derretido y evocado con asco. La apariencia noble y robusta cubría el interior decrépito y consumido por las brasas. Pensó en dejar de escribir mientras las palabras se deshacían, apremiando la vejez de una pulpa viscosa, para quedarse sepultadas bajo el tiempo Años después y cuando no había sido de él sino dos relatos superfluos, miró a su madre y atisbó el amor impregnando el plato innombrable y despreciado. La manzana daba vueltas sobre el plato de duralex con la piel arrugada. Creyó entonces que su interior era dulcísimo y puro, que el calor magnificaba sus facultades y su sabor, y que la piel era el espejo que nunca debió dejar de entender Desde entonces la manzana descansa libre contemplando el oficio del protagonista que alcanzó la gloria aun sabiéndose ocupado por otra vida no menos sincera. El siguiente libro habló de frutas y verduras, del cultivo y el trabajo de la tierra y de su manejo en la cocina y la definitiva presentación del emplatado. Los comensales se sentaron y degustaron la creación acuciados por un hambre terrible. Al terminar los segundos hablaron entre ellos y deliberaron. La respuesta fue unánime y se convirtió en la mejor lección que ha aprendido: La carta era fea y el plato delicioso
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Elvia Gonzalez
javier castillo esteban
feliz año!
Enrique Gonzlez Matas
TE FELICITO CON MI ABRAZO.
javier castillo esteban
te deseo un feliz año y a seguir en ese nivel
saludos