Ven a mí, te imploro a veces
En otras ocasiones, de la nada surges.
 
Seamos amigas, confidentes.
Quiero entender que es aquello que te hace nacer,
Que te anima a crecer.
 
Te echo de menos cuando te alejas,
Mil momentos, te busco y no te encuentro.
Lloro tu ausencia, te ruego que vuelvas.
 
Podemos ser uno
Y caminar de la mano
Crear e inventar historias a diario.
Sentir que el camino es delicioso
Y plasmarlo en imágenes que más tarde,
Juntas, proyectaremos.
 
Compartamos noches, sueños,
Atardeceres mágicos.
 
Créeme que tanto te deseo,
Que yo misma, por celos, te pierdo.
Perdóname si te fui infiel
Y caso no te hice cuando de rodillas,
tímida y cabizbaja
suplicabas mi tiempo y necesitabas de mi.
 
No te tornes lejana,
No seas orgullosa, créeme si te digo que te amo,
Que eres el fuego de mi debilidad,
Que mis letras te añoran.
 
Vuela alto, sin ir demasiado deprisa,
Pero no cierres las puertas a aquella,
Que con locura, te pide, te quedes
Por siempre en su vida.
Prometo que cuando me llames, me busques,
Aquí estaré,
Para que juguemos las dos, nuestra mejor partida.