8.        No Dudes más…[i]
 
Para la pregunta. ¿Dios existe?
 
Sí, ¡Dios existe! Encuéntralo en la mirada inocente y tierna de los niños.
 
Sí ayudas al más necesitado, al enfermo, al  hambriento, al solitario, es tan fácil encontrarlo porque está en todo lugar y momento.
 
Piensa en la unión y el amor de las familias un pequeñísimo ejemplo de la Familia Sagrada “José, María y Jesús”.
 
En ti mismo, en tú interior, ¡cuando amas!  ¡Cuando te entregas!
 
Búscalo, en tú alma, en tú cuerpo, ya que eres su templo, allí en lo más sensible de tu ser, en el silencio de tu espíritu.   Solamente déjate guiar, toma su mano y no lo dejes nunca, siente su amor y la paz que él te da.
 
Aprovecha sentirlo si te invade la soledad, cuando todos te dejan, al perder a un ser querido, solo Dios te fortalece, para superar el dolor inexplicable.
 
Es un misterio, es por eso que a muchos les cuesta creer; pensemos en la creación, toda su creación es divina,  desde el funcionamiento de nuestro cuerpo, somos perfectos, la capacidad de nuestro cerebro es increíble.
 
Consulta la Sagrada Biblia ¡No está ahí, a esperas de ser escudriñada solamente  por los religiosos, los cristianos, los creyentes!; Siempre estará a la orden para ti que no crees, para ti que no confías.
 
Para que poco a poco, gota a gota, te conviertas en el más fiel de los creyentes del Poder Divino, eterno, infinito de nuestro Padre Celestial “Dios Todopoderoso”.
 
Que nos ama, nos perdona, nos acoge en su seno, bajo su protección,  cuan madre vela y cuida por sus hijos. Es una fuente inagotable de misericordia está ahí a nuestro lado esperando le atendamos su compañía, atento a levantarnos cada vez que fallamos, dándonos energía y alimentándonos de nuevas esperanzas para seguir adelante.
 
Recordemos algo importante, que nuestro cuerpo es materia, a diferencia de nuestra alma y esto se debe a que estamos ungidos por él Espíritu Santo de Dios, él que nos da vida, sabiduría día a día… entonces el cuerpo es la casa que debemos cuidar, limpiar y proteger porque ahí habita nuestro ser.
 
 

[i] Escritos Itzamar