Este drama situacional que tratas en tu interesante texto,me trae al recuerdo que iguales tormentos sufren nuestro obreros cañeros en mi República Dominicana. Y al final son desechados como lo hacen con el bagazo de la caña pues les niegan hasta una miserable pensión que no alcanza ni para el sustento.
Gracias por compartir este trabajo
Marino

el trabajo en las minas, consume muy rápido los bronquios y todo el sistema respiratorio, de la gente, los desgasta, perjudica la vista, los envejece antes de tiempo, el definitiva, se los come, toda la vida ha sido un trabajo insalubre y en muchas zonas apartadas es el único trabajo estable que existe, o no tenes ninguna profesión como alternativa, entonces es simple, o te morís de inanición o este trabajo, sabiendo que perderás tu salud. pero normalmente se es padre de familia numerosa, no hay margen, relato real, se siente que has vivido una experiencia que cala el corazón , el alma a fuego. grato fue leerte.

El trabajo insalubre y casi esclavo, no estamos muy lejos de aquellas épocas cuando el hombre trabajaba en las minas con los pulmones estropeados por la inhalación.
La falta de seguridad e higiéne laboral aún siguen vigentes...
Todo por un pedazo de pan, la situación no mejoró todo lo que debería, ( recuerdo haber leído "Germinal" de Emilio Zola)

Está la científica en todo lo que escribes, tu trabajo se hace presente ( la investigación, la ecología, la parte social, defensa del medio ambiente, etc)

Te hemos extrañado María, tus poesías son impecables. Derrochas sensibilidad, delicadeza y femineidad.
Ha sido un gusto volver a leerte, te felicito como lo hice ya tantas veces antes.

Un abrazo.
la otra María, tu sistercita.

el trabajo nos ennoblece como personas.. nos enseña
trabajar para vivir no vivir para trabajar!!!
abrazos

Un corazón bombeante comienza a trabajar gracias a nuestro espíritu...
Gracias por compartir estas lindas palabras Maria!

Besos!

Muy de acuerdo con la temática de tu trabajo expresado en buen tono poético.
Los obreros del carbón no eligen con libertad su trabajo, por lo tanto se tienen que arriesgar a sufrir dolores como los que vos viste, y que todo el mundo intuye, a pesar de los riesgos que las empresas pudieran amenguar. Lo único que les interesa a las empresas son las ganancias; por eso debe de haber un ESTADO activo que este al servicio de la gente y vigile y sancione posibles injusticias.
Un gran abrazo
Guillermo

AHORA COMPRENDO TU AUSENCIA Y TAMBIÉN TU POEMA SOBRE EL DURO TRABAJO EN LAS MINAS. COMPROMETIDA EN TU TRABAJO, TAMBIÉN, TE COMPROMETES EN TUS VERSOS. ENHORABUENA POR TU CONTRIBUCIÓN HUMANITARIA Y POR TU BIEN EXPRESADA POESÍA.
BIENVENIDA Y UN GRAN ABRAZO.

Me resulta algo complejo definir la perfecta intención que te ha llevado a construir esta poesía, independiente de lo que sí se advierte de su exquisita retórica.
Si se tratara de un lamento por las tristes, desagradables y penosas condiciones en las que se desarrollan las faenas de los mineros, me sumo al sentimiento; no obstante, no me puedo abstraer de una dantesca realidad que desde allí se desprende: ¿De que manera podríamos evitar muchas consecuencias sin privar a esos mismos seres de la libertad de escoger su labor, de la pecunia que ella le proporciona, del orgullo sentido por su desempeño y de la importancia de ser una pieza clave en el funcionamiento de un sistema que hace girar la vida?
Sin ninguna duda han de ser muchos los defectos del sistema que dañan o menoscaban a los actores de la minería (sobre todo la carbonífera), pero tampoco podemos negar que los avances en la materia tanto en prevención como en funcionalidad para la humanización de la actividad se pueden notar con claridad y lo que queda por corregir es objeto de las denuncias que se pueden y deben hacerse... Una de esas alternativas es elevar un buen poema como el que tu has hecho.
Mis sinceros cariños, María.

fenece la materia, pero aún se escucha el siseo de las almas recorriendo tortuosamente las minas, reclamando a los cuerpos que por ellas murieron

me ha gustado

uN BESO