Hoy, mientras te miraba en la oscuridad de la noche.
Me dijiste, con tu voz calidad y suave.
Frases que me hacen pensar, revolotear millones  de.
Una y otra vez me sedujiste con tu voz y me dijiste: que tengo que vivir mi vida con una sonrisa.
Que, si alguien me hace daño que mi mejor venganza sería una calidad sonrisa.
Te vi atónica y a la vez tan calmada.          
Simplemente decidí escucharte con atención.
Todo mi cuerpo se sereno  a medida que avanzaba el tiempo.
Esa luz que posees tú, que cada palabra dicha hace que sea bendecida por los dioses
Aún recuerdo esas palabras que decían y repetían que solo tengo que haces todo eso que me dicta el corazón.
El que realice todo aquello que me gusta, y todo eso que he soñado.
Lo que causo más impacto en todo mi ser y en todo lo que soy.
Es que, me hablas con tanta sinceridad que mi alma se siente y se sintió libre.
Tanto así que aprendí a enfrentarme a mis propios demonios, miedos y traumas del pasado.
Que te juro que me aterran.
Recordé! Que debo enfrentármeles con sensatez, paciencia, y ese amor que me tengo a mi misma.
Ese amor que siempre me hacer escribir estos hermosos con sabor a sal y miel.
Todo lo que converse esa noche fue tan ameno que me brindo todo ese amor que necesitaba.
Y encontré esa calidez que muy pocas veces se encuentra
Y así fue como convertí una simple metáfora en una historia real.
En una historia con sentimientos profundos realmente confusos pero que podre reflexionar con ellos.