Silence.
Publicado en Feb 09, 2015
La tarde se había sumido en la calma y por el gran ventanal de la sala, en donde estábamos, se advertía el tinte obscuro del cielo que la vestía con ropaje nocturno, en completo silencio, como un cómplice invitado componiendo un romántico y dulce ambiente.
La penumbra suave de la sala envolvía nuestras figuras palpitantes, apoltronados ambos entre los mullidos plumones del sofá y atrapados en un idílico deseo que se agigantaba con cada roce, con cada beso y con las aventuradas caricias de sus diestros dedos bajo mi falda. Tras cada tibio beso ubicado con cautela en nuestros labios, buscaba yo reflejar mi mirada en el interior de sus ojos y me entregaba rendida con una sonrisa coronada de picardía… No hacían falta las palabras; en medio del sigilo, todo era evidencia, la pasión fluía, los movimientos prosperaban en medio del mutismo y sin que mediaran verbales acuerdos, alcanzamos más tarde el climax deseado… Porque el silencio, a veces, es el lenguaje más elocuente. Nadia Nada Romano C.
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones Nadia-Nada
DEMOCLES (Mago de Oz)
Enrique Gonzlez Matas
TE FELICITO, NADIA, CON MI ABRAZO AMIGO.
Mara Vallejo D.-
Has compartido unas letras fantásticas y supremamente reales, mi estimada Nadia; en esos instantes, el silencio se hace presente, porque unos ojos, han decidido ocupar su lugar y entonces, el sentir impera soberanamente. . .
Grato leerte.
Saludos
María
Nadia Nada Romano Cruz
Un dulce saludo, María.
Nadia Nada.