Me van a tildar de cobarde. De defender causas que no son la mía. De no tener las pelotas e ir a tomar un fusil y enfrentarme a tiros a la policía fascista de Israel por defender a quienes no debieran importarme, porque no son “mi” pueblo, porque no son “mi” raza, porque no profesan “mi” religión, porque viven muy lejos, porque hablan otro idioma, ¿y qué me importa a mí que se mueran niños palestinos todos los días? ¿y que  me importa a mi que bombardeen sus ciudades, quemen sus casas, violen sus derechos? ¿y que me importa a mi que esos pseudo colonos fascistas seguidores de Hitler les quemen los campos de olivo a los palestinos?
No debiera importarme, porque estoy en Chile, porque acá no hay ocupación, porque aquí vivimos en “democracia”, porque aquí “podemos elegir” a nuestros enemigos...
Pero me importa. Carajos que me importa. ¿Cómo no habría de importarme? ¿Cómo no debiera importarme la sangre derramada de niños inocentes, la destrucción de viviendas hechas de barro por bombas de millones de dólares, el asesinato a mansalva de ciudadanos inocentes, la persecución étnica llevada a cabo impunemente, el arresto ilegal y diario de niños y jóvenes a quienes se somete a tribunales  de guerra simplemente por ser palestinos, sin mayor culpa que haber nacido en una tierra que les fue robada, saqueada y dividida por intereses  que no son siquiera aclarados?
¿y los judíos me van a venir con su excusa del “holocausto”?
¿o con su mito de la “tierra prometida” por un dios inexistente?
¿o tal vez con lo del “derecho divino” a robar todo lo que se les antoje simplemente por  ser lacayos de los gobiernos Europeos a quienes sirven cuan perro en leva?
¡Activista!
¡Comunista!
¡Anarquista!
Ya veo como me pintan en las calles, como me gritan por las radios, como me tildan por los periódicos. Hay que acallar a esas voces disidentes,  gritan, a esos que alegan desde un cómodo sofá por los derechos humanos de quienes no conocen, a esos que con un café en la mano y un computador se dedican a hablar mal de quienes hacen una “guerra justa” contra los terroristas.
A mi no me interesan los del Hamas. No me importa si a ellos los matan, violan  o los arrestan y fusilan. A mi no me importa la suerte de un grupo de “terroristas” mal armados y peor guiados que no han sido capaces de nada contra Israel pero si a favor de éste, dándoles excusas para que bombardeen, de tanto en tanto, las aldeas, colegios, hospitales y refugios con la falsa lógica del miedo de que “se esconden terroristas en todos lados”.
A mi lo que me importa es que pare la impunidad, que pare la guerra del terror, que pare el derramamiento de sangre  de niños, ancianos  y mujeres inocentes, que paren los robos de la tierra palestina y la quema por deporte de campos de olivo, símbolos de la lucha palestina, por pseudo colonos armados por un gobierno fascista, colonos que no son más que siervos del odio, del racismo y del fanatismo religioso mas medieval.
Lo que yo quiero, lo que miles queremos, es que Palestina vuelva a ser el país que fue, aquel territorio libre, usurpado por los ingleses y entregado a una nación inexistente hasta ese día para vigilar una zona estratégica para los intereses económicos de los imperios.
Quiero que los niños palestinos vuelvan a correr libres y sin miedo por las calles de Palestina!
Quiero que las mujeres tengan la paz que sus familias merecen!
Quiero los campos de olivo creciendo por toda la tierra usurpada Palestina!
Quiero que hombres, mujeres, ancianos, niños y niñas, puedan vivir en paz!
Queremos a Palestina Libre!