El llanto
Publicado en Feb 21, 2015
Ella –Por tu insoportable ausencia, de mi pluma brotan ríos de tinta, para deshacerse en la sal de mis
lágrimas. Él -Si las lágrimas salen en cualquier momento, no se vale llorar, ellas, como las letras, a veces pierden su contexto. Ella -Una lágrima siempre nos deja con el cuerpo y con el alma a la intemperie, refleja el más puro de nuestro sentimiento. Él -¿Es siempre así? Te dejo con mis preguntas rotas y mis dudas ciegas. Ella – Filosa tu pluma en la duda, entrando a matar con puño y letra firme. Ay, ay, es una pena que el peso de una prohibición así, te impida llorar a libre demanda. ÉL -Ten cuidado con lo que escribes, te pueden caer como palabras invertidas, como frases sin sentido. Las mujeres casi sin causa, siempre brotan en un llanto generoso, ya ves como ahora, esa gota, se seca y escurre al mezclarse con la tinta. Ella -Si un día cualquiera, uno de esos que vienen sin haberlos pensado, de los que aparecen sin haberlos llamado, te vienen ganas de llorar ¿Qué harás? Él - Falsos perfectos me parecen las lágrimas, y en el rostro de una mujer, terrible herramienta de la manipulación psicológica. Ella – Eso salió de una cabeza sin corazón o en el peor de los casos el corazón traiciona el uso de la razón. Desnuda tu mente y deja tu alma escuchar, que mi corazón va hablar. Piensa en un ser querido, entrañable, uno de esos al que si no vieras por mucho tiempo te dejara triste… Él - Yo soy de pecho amplio, de brazos largos, listo para todos los abrazos, pero no para los llantos. Ella – En cambio en mí, estas lagrimas; son ellas, testigos involuntarios de mí verdad. Verás que la piel tiene memoria, ahí queda expresado todo el recuerdo, ese “te extraño de lejos te quiero más cerca” lleno de paciencia estiradas, por eso mis ojos desbordan en llanto amargo. El amor o simplemente la amistad, buscan resistir al tiempo, al silencio, a la ausencia y la distancia. Las lágrimas sueltan mis esperanzas, dueña de mis cadenas, para que veas tu recuerdo vigente anidar en mi piel. El llanto se hace carne y en la sangre me recorre por doquier y así te llevo y te guardo, bañado en la nostalgia, envuelto en suspiros, atravesado por llanto. Él -Esas lagrimas no devuelven un amor, pero enturbian el alma, escóndete y llora en soledades. Ella -El poeta es más poeta si puede, sanar sus heridas, crear sus propias respuestas, regar sus versos con la última lagrima. Quisiera que lamentáramos juntos nuestras desgracias y llorando desahogáramos nuestro tormento. - Aprende como yo, ¡llora! Un poco de lágrimas y te quedará, el alma limpia. Él -Creo que perdí mi sensibilidad, hoy no siento nada, las debo haber olvidado en las ropas que me cambié o se cayeron cuando me duché, en fin, la anestesia es total, todo me parece gris. En otras letras, en otros versos quizás…
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Excelente Gonzalo
Felicitaciones
(Hay una parte de Hamlet que el diàlogo se parece)
gonza pedro miguel
Lucy reyes
Las mujeres lloramos más que los hombres, quizá, porque los hombres son más valientes.
Te felicito.
Cordial saludo, Lucy
gonza pedro miguel
MdelcTalavera
Que bien; un dialogo poético y romántico, me parece la forma como has descrito el sentido, las causas por las que muchas veces nos afloran las lagrimas, principalmente a las mujeres "Las mujeres casi sin causa, siempre brotan en un llanto generoso, ya ves como ahora, esa gota, se seca y escurre al mezclarse con la tinta."
Saludos
Mdelc
gonza pedro miguel