Calambre, Desgarro y Luxacin
Publicado en Feb 23, 2015
Hice todo lo que tenía que hacer esa tarde, visité a la media docena de doctores que me decían que estoy enfermo, que según ellos tengo un cáncer con unos de esos nombre en romano que suena a ruso mesclado con checoslovaco, uno me dijo que había que hacer un estudio, otro respondió que tenía que hacer un cultivo y otro simplemente me quería cortar y descuerar como a los animales en el matadero…. -¡¡¡ahhhh!!!....- si son los doctores los que no saben nada…absolutamente nada…. Bueno, déjame decirte que esos desgraciados si saben hacer algo bien y eso es cobrar, cobrar y seguir cobrando. Yo estoy bien, igual que ayer, y de la misma manera como estaré mañana.
Camine por entre callejones y callejuelas que eran casi tan torcidas como mis pensamientos. Al fondo de una calle sin nombre ni salida, había una iglesia blanca, el pasto era perfecto y los hombres ahí eran todos rubios y altos. En un letrero blanco con letras negras había escrito algo que me causo risa. “Testigos del verdadero evangelio protestante anglicano-ortodoxo-romano. Iglesia de la salvación y resurrección de los antepenúltimos días antes de la venida de aquel que si es el verdadero profeta,” Camine por entre el pasto, y salude a un tipo solo con la mirada, esos hombres reían y trabajaban como todos los anglosajones lo hacen, preocupados solo por quien ganara en el en próximo juego de pelota, no importando que tan estúpido sea el juego. Quizás piensen que estoy loco, pero para mí es mentira que ellos son blancos, en mis ojos son rojos, quizás rojos con partes claras o simplemente todos rojos, dependiendo del caso; pero eso de blancos es pura mierda. Mire a uno y claro tenía el cuellos y narices rojos, mire a otro y era lo mismo pero con el pelo claro. Así me di cuenta porque ninguno de ellos son nazis, sencillamente los rojos no son la raza perfecta. Como les iba diciendo, camine derecho al edificio donde había una cruz en el techo, un cura se besaba con una mujer en el marco de la puerta y detrás de ellos las puertas estaban abiertas, supongo que por cortesía o quizás alguien así lo institucionalizo en todas las iglesias, dejan las puertas abiertas tal cual un McDonald Ninguno de los dos amantes me saludo, parece que estaban más preocupados de los labios del otro que de este humilde cristiano; que más tengo que decir, creo mis padres eran fanáticos del fútbol. Camine directo al confesionario pero acorte camino por entre las bancas bañadas en barniz marino y vi a dos mujeres rezando con el corazón en las manos, la primera mujer rezaba enfervorizada un rezo que dice algo así, Yo rezo a la maría Que muy virgen era, Pero pregúntenle a José Si no le gustaba como eso era. Yo rezo a la magdalena Que tan virgen no era Y pregunte al cristo Que tan sinvergüenza era Me pareció raro el rezo, pero pobre mujer tan devota, pedía por su hijo, Jesús; y Jesusito era un niño bueno de Sinaloa, que trabajaba en Juárez para unos señores de bigotito recortado y barriga al aire, que tenían un negocio de exportaciones. -Mi niño es un pan de Dios, mi señor,- decía la mujer -Él es incapaz de robar, matar y violar como dice la tele, -Los malos son sus amigos de Colombia y Venezuela. Son esos las malas juntas, no mi hijo- dijo llorando la mujer. Me dije que la fe mueve montañas y ella quizás tendría razón. Antes de llegar al altar encontré a otra mujer, ella era diferente, se veía pudiente, y rezaba el rosario con una cadencia reiterativa, no entendí mucho al principio pero cuando le puse más oreja sonaba así. Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, Creo en el Capitalismo y en la Esclavitud de Abraham, Creo en la santísima iglesia protestante de su santa Reina, Creo en el Divorcio y en el santísimo Matrimonio Creo que lo que dice un Papa, creo en el perdón de los pecados Creo en las indulgencias y en el neocapitalismo Amén. La mujer era atractiva, rubia a la fuerza pero no lo disimulaba. Sus ojos eran hermosos, había algo dentro de ellos que no supe entender, se pasó la lengua por entre los labios y sentí la excitación en el cuello, y aunque de niño he sido alérgico al plástico mis complementos al mecánico que le había hecho el recauchaje. Ella, muy dama, con las manos en el rosario siguió diciendo. Bendice a los conservadores de tu reino Que solo quieren a los de su misma casta, Bendice a todos los que son como nosotros Bendice mis acciones en la bolsa Y es que…esa mujer tenía buenas piernas, pero ni con esas piernas buenísimas pude seguir escuchando. No quiero hacer ningún comentario personal, pero parece que ella no se enteró que mis acciones cayeron a nada esta semana, y que enfermo como estoy lo único valioso en mí son las corneas. Camine el par de pasos que me quedaban hasta el púlpito y cuando abrí la puerta del confesionario solo había un teléfono, era un teléfono de esos antiguos, del auricular caía un cable, algunos ni siquiera conocieron esa tecnología helicoidal. Estire el cable con mis dedos y me coloque la pieza en el oído, al otro lado una voz me respondió con el clásico. - Please, press one for English - -Por favor apriete “ochho” por español - Apreté el “ochho” claro, una música estúpida me ataco el oído, quien mierda pone esa clase de música estúpida en un teléfono si los teléfonos son para conversar y no para escuchar música. -Usted se ha comunicado a nuestro nuevo servicio de confesiones telefónicas, en estos momentos todos nuestros párrocos están ocupados, por favor espere en línea. - Y así otra vez la musiquita idiota, y yo el muy imbécil, esperando detrás del teléfono. Se me acabaron 3 minutos de mi vida esperando, la canción idiota se acabó y la voz mecánica de la grabadora me pregunta si había dado el diezmo correspondiente a este mes. Otra canción siguió después de una pausa, ya no era la misma creo, pero eso que más da, mi paciencia aún enfermo tiene un límite. Colgué el teléfono y salí con la cabeza baja, para mi sorpresa el cura venia caminando por entre sus fieles, tal cual RockStar. Llevaba la sotana excitada, en la derecha una rubia con tetas plásticas, en la izquierda una negra que estaba hecha a mano y terminada a lengua. -Espérenme en el púlpito...- dijo aquel cura calentón y le dio una palmada en las nalgas a la negra. Cuando me habló, lo primero que dijo fue. - Bueno, hijo mío, cuantos padre nuestros vale follarse a ese par.- riendo Me dio gusto ver a un cura como ese, que pudiera entender a un simple cristiano como yo. Les conté como el que me nombro eran fanáticos del Madrid, creo que sí, bueno. El cura no paro de al mirar aquellas nalgotas, hasta que se perdieron detrás de un pilar. Por lo menos, pensé, dejara tranquilo a los monaguillos, pero que equivocado estaba. -Padre,- dije nervioso- ¿Porque todo el mundo está al revés?- -Aaaaahhhh.... El mundo no está al revés, hijo. Tan solo nosotros somos muy derechos para este mundo torcido- dijo riéndose no sé de qué. Me abrazo como si hubiéramos tomado toda la noche juntos, tenía tufo a whisky, perdón tufo a buen whisky. - Quieres fumarte algo, tengo un hachís dorado y un pastito seco que prende casi tan bien como yo- Caminamos hasta su despacho, pobreza Luis XVI. Escritorio alemán y pinturas en marcos de oro, whisky más viejo que yo y un teléfono antiguo y dorado que otros llamarían vintage solo por el placer de tener porquerías que no sirven, prendió un porro que parecía más un puro cubano que droga ilegal. - Mira tío,- dijo disque serio- La verdad, la verdad es que el mundo no esta tan caga'o como parece,- dijo fumando su pastito. - Todo esto que se ve en la tele, lo de las guerras y las muertes, y que este se metió con esta otra.... todo eso es marketing - -¿Marketing?-respondí así nervioso. -Obvio tío, joder que vendo perdón y las ventas tienen que ser altas- dijo riendo. -No entiendo- le dije atontado. -Tú crees que Miguel ángel pinto la Capilla Sixtina ¿por amor al arte? -El hij'puta quería lo que quieren todos, oro, plata, joyas o la mierda que sea - Me negué a creer, no podía ser posible que incluso el arte. Aquello que siempre creí divino no era más que otro negocio. Te veo mal hijo, tomate un wiskicito que es un irlandés de 70 años. Me sirvió un whisky en un vaso cuadrado, medio hielo y un par de gotas de agua mineral. -Mira... déjame decirte, el mismo concepto de arrepentimiento, hijo, es el más puro libre-mercado que hay. La cagas hoy y pagas mañana en módicas cuotas anales…. - waaajjajaja termino diciendo medio atorado con el humo verde. - Tengo en mis manos nada más, que la primera tarjeta de crédito del mundo- Tome un trago con placer y me di cuenta que el cura estaba muy solo al otro lado de la sotana. - ¿Porque me cuentas esto?- le pregunté. - No sé - dijo el cura con pena -Tomate otro whisky- me gritoneo nervioso. Pasaron las horas y conversamos más, supe que el mundo no estaba tan caga'o como creía de boca de él. Son los políticos los que nos venden mentiras, no importa si son fascistas, comunistas, socialistas, nacionalistas, humanistas, fundamentalistas y todo lo que hay en el medio. El hombre cero la puerta detrás de él. - Hijo, eres tan lindo- me dijo con la sotana dura. Me puso la mano sobre la nuca, tal cual en una película porno. Supe que, como todo cura caliente, me quería simplemente ensartar. Los nervios me volvieron sólido como una estatua, el riéndose me clavo los dedos sobre los hombros y el dolor me mantuvo quieto. Lo primero que hizo fue abrirse la sotana y regalarme algo llamado casco romano, con una risa torcida se reía del asco en mi cara. Trate de moverme pero me clavo su mano en el cuello. - No seas un niño malcriado- dijo entre risas. El mundo no estaba tan caga'o me dije y agarre lo primero que cayó en mis manos. La pluma de plata con la que el firmaba sus cheques, atravesó la sotana y se perdió en la entrepierna. Primero fue un grito, la mancha roja bajo la sotana y él no se movió. Le plante un puñetazo en la otra mejilla tal cual el cristo decía y corrí lo más rápido que pude, pero apenas cruce la puerta el sonido de mis zapatos sobre el mármol del templo, me incriminaron y fue como si gritara que era culpable de algo. Al otro lado de la puerta de roble blanco que me recibieron dos tipos en traje y auriculares, sin decir más me cargaron uno de cada lado. Dios, si es que existe, tiene un sentido del humor estúpido. El cura murió desangrado antes que la ambulancia llegara, la pluma de plata le desgarro 5 centímetros de la arteria femoral, a menos de un centímetro de aquella verga con olor a buen whisky y a sudor de negra. No hubo forma de contener la hemorragia y el cura vio como la vida se le arrancaba en un réquiem que no pudo escuchar. Yo escuche cuando se cerraron las grilletes, y me subieron a un impala con baliza azul motelesco, me encerraron en un calabozo hediondo a vomito hasta que me movieron a otro hediondo a mierda. Parece que todos estaban contento, en la televisión católica dijeron que era terrorista musulmán porque tenía un apellido moro; claro los putie cuando pude, les dije que la televisión mentía tal como me dijo el hombre de la sotana dura. Pero las mentes brillantes supieron que era un riesgo, que lo que decía era verdad; cuando dije el mundo no estaba tan caga'o titularon que yo era poco menos que el anticristo, El asesino de un cura se enfrentaba a la justicia repetían en la tele y escribían en los diarios. -Te están acusando de asesinato en primer grado – me dijo alguien que revisaba una carpeta con mi nombre, cuando me dijo que querían cadena perpetua y me cague de la risa. La justicia era otra farsa más, todo estaba igual de torcido que cuando busque otra respuesta que no sea la de los médicos. Escuche un martillo y comenzó el remate, seis años y un día quien da seis años y un día. 8... tengo 8, 10 quien da 10.10, 12 y 14, catorrrrce ¿quién da más?.... Que pérdida de tiempo, tendría que haber traído el ehh-pad para algo de música - ...22 quien dijo 22 ,perpetua escuche al final y me pare dando gracias a Dios, Simplemente este mundo no esta tan caga'o. Luego vinieron los flashes y las luces, si hubieran podido creo me hubieran invitado a algún reality y de seguro sería un político excepcional. Vomite tanto esa semana que me llevaron a la enfermería, cuando no me vieron me robe el arma más letal que conocía, un sola jeringa. Pasaron dos noches en las que pedí perdón al cielo por matar a un cura pedófilo, pero no hubo más respuesta que el sabio silencio. ¿Quizás Dios hable mandarín? Que más democrático para un Dios de perdón. Los días pasaron y en mi ehh-pad sonaba Faith no More con Ashes to Ashes y me di cuenta que Dios era por lo menos protestante. La guitarra eléctrica partió el aire y la voz de un ángel me dijo I want them to know it's me/ It's on my head I'll point the finger at me/ It's on my head Los médicos me habían pincharon, me habían sangrado y me habían cortado desde que tenía uso de razón, pero cuando por fin no tuve más quimo y mi cuerpo se limpió de toda la mugre que me inyectaban, lo que decía la canción por fin tenía sentido. I will let you shout no more/ It's on my head I'll pick you up from the floor/ It's on my head I'll let you even the score / It's on my head Vacié la jeringa, vacía tres veces sobre la aorta, el mundo se movió lento. La agonía apenas si dolió, estaba seguro que al otro lado me esperaba más dolor, pero algo había prendido que en este mundo sin sentido. -No todo estaba tan caga'o- Hoy, por lo menos, había un abusador menos en este mundo.
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