El reloj sigue avanzando,  marcando el tiempo fugaz,
Igual que cada suspiro, armonizándose,
Al mismo ritmo.
Segundos y palpitar, juntos marchan por esta vida,
Contraponiéndose, uno por ser eterno e infinito,
Y el otro víctima de un desenlace tan corto,
Tictac, Tictac, que marcas los segundos.
Suspiros que marcan el pulsar,
Al compás del tictac, incesante del tiempo,
¿Y si el latir fueran los segundos?
Del tiempo que va avanzando.
El palpitar seguiría su marcha,
Dejando atrás a su compañía, oh,  qué bueno seria,
Que andarán juntos sin separarse jamás,
El gran señor,  el tiempo atreves de cada instante,
Victimizando implacablemente uno a uno, nuestro respirar.
Se va convirtiendo cada vez más lento y cansado,
Abandonando  un pasado colmado de añoranzas,
Viviendo un presente acelerado, por las circunstancias,
De la existencia, del entorno que nos rodea,
De esta civilización cada vez más modernizada.
Empeñada en las pequeñeces de la vida,
 Y obviando las verdaderas grandezas.
Y el tan anhelado porvenir, que nos trae el futuro,
Que día a día nos llega sin darnos cuenta,
Ya somos parte de él “El Futuro”, al que sigues,
Esperando con los mismos o nuevos sueños.