Tienes que aprender a interpretar
el sincero lenguaje de mis besos:
Mi corazón vierte en ellos sus imposibles.
Con mis labios confieso lo que callan mis palabras.
Sé que no se expresarme bien ni remotamente
y ello te llena de vaguedades y de angustias.
Pero mis besos son precisos y sosegantes.
Saben la medida exacta de mi sangre.
Y jamás los he entregado vanamente o al trote.
No he sido mujeriego ni soy filósofo
ni voy tras faldas causando estragos.
A veces me atacan los emocionalismos
pero resurge luego mi ritmo natural.
Soy metódico y confieso lo que siento
con estos labios que no saben de renuncia.
Quiero que nuestra relación supere lo igneo
y que podamos superar cualquier embate.
Interpreta la causa sólida de mis besos
porque ellos son ardor en tu penúmbra.